Épica
Foto. / fifa.com
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Épica

Octavos de final, aquí comienza la gesta de Croacia. Así podrían ser las líneas iniciales (justo como en el segundo cantar) de aquel cronista anónimo que narró siglos atrás las aventuras del Cid Campeador. Y es que ver jugar fútbol a Croacia es eso: ver un ejercicio de épica propio de una oda medieval, o como leer en 90 minutos -y más- un ejercicio de resistencia de los descritos por Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales.

En el fútbol todo se mezcla para tejer a ese deporte que tantas emociones roba. No solo es meter goles, hacer fintas, mandar centros y jugar once contra once. Hay cosas que a los ojos del aficionado pasan desapercibidas, son muy subjetivas, y una de esas cosas es el coraje, las ganas de ganar a como sea y la confianza.

Ya dirán algunos que no, que esas cosas son superficiales y no obtienen resultados. Que todo eso es palabrería de románticos o sencillamente no existen. Bien, estimado lector, si usted duda de la capacidad de resistir en un partido, sufrir y aun así ganar, solo recuerde a Italia en aquella Eurocopa de hace poco más de un año apenas, cuando los itálicos aguantaron villas y castillas aferrados a su habitual catenaccio y se proclamaron campeones tras dos tandas de penales entre semifinal y final.

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Ivan Perišić marcó el gol por los croatas. / fifa.com

Otra selección, como la mencionaba al inicio, que tiene su doctorado en la técnica de resistir y ganar se llama Croacia. Haciendo historia, hace cuatro años en Rusia, se colaron en la final. Allí sucumbieron ante los franceses por 4-2. Sin embargo, en su camino hacia el estadio Luzhniki (sede de aquel encuentro), los croatas encadenaron empates de octavos de final en adelante, partidos que vencieron entre penales y prórrogas.

Y como hace cuatro años, los europeos se mostraron iguales ante su rival de turno, Japón. En el estadio Al Janoub los croatas se vieron sorprendidos por el ritmo alto exigido por sus adversarios que volaban por el césped cuales Hondas, Suzukis o Yamahas en una pista de Moto GP. Así, con ese juego rápido y dinámico, los japoneses se ponían delante en el marcador al minuto 43.

Ya en el segundo tiempo, un cabezazo de Ivan Perišić igualaba las acciones con el 1 a 1 definitivo. De ahí en adelante, ambos equipos aguantaron el resultado. Croacia lo volvería a hacer, apelando a lo divino, llegando casi a rastras a los penales, con el cansancio en la línea roja del termómetro, pero prestos a sacar su casta y vencer en penales.

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El portero Livakovic terminó siendo el héroe del partido. / fifa.com

Ya en la lotería de los penales, tras un juego bien lucido y en el que cualquiera de los dos equipos podía llevarse el triunfo, el portero Livakovic se convirtió en héroe. De los cuatro lanzamientos, logró atajar tres. Así los europeos se impusieron ante Japón, a opinión personal, el equipo revelación del torneo. Batallas campales libra y todas las ganó…Así continúa aquella oda que relata las gestas de Rodrigo Díaz de Vivar y que, en el fútbol, perfectamente encajarían con los dálmatas. Ahora Croacia se verá las caras en cuartos contra una Brasil que hoy ganó, goleó y despejó dudas ante Corea del Sur. ¿Les alcanzará la épica a los europeos para seguir haciendo historia, ahora en Qatar?

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