2023: otro año de sueños y desafíos

Un vuelo melancólico de hojas es cada año que se deshoja. En las frágiles alas de la ilusión, en la tiranía de relojes relativos como de Dalí, en la corriente de avances y regresos sucesivos, vuela la vida. Nuestra gran pequeña cárcel, la Tierra, ha completado otro viaje cósmico alrededor del Sol, el cual ilumina con la misma luz que quema. Yugo y estrella. Dos insignias filosóficas vitales traducidas por un Homagno científico y poeta, ser infinito.

En esa recurrencia cíclica, uno se desliza por una suerte de órbita insondable o una espiral temporo-espacial, y ante los ávidos ojos se van pasando, alternadamente, los triunfos y júbilos, amores y desesperanzas, sosiegos y golpes, risas y llantos, bonanzas y carencias, lozanía y dolor, unidad y distancia, latido y olvido; como estaciones: las nieves y las primaveras y los calores y los otoños…

Cada calendario que se desgaja es como un gran lienzo en el que el tiempo –artesano, actor, artificioso– ha dibujado las muecas, pasiones y verdades del alma humana. La celebración de todo año que asoma suele ser el cándido momento del revisionismo, el socorrido pretexto para invocar la sensatez, ordenar el desorden, renovar los moldes, sembrar en el patio laureles y en el viento promesas, brujulear otros aires o estilos de felicidad, lanzar el holograma de metas y compromisos… Cada año que despliega su alfombra roja emoción, por donde hemos de transitar en 365 días, esconde a priori sus estigmas y enigmas, sus certezas e incertidumbres.

Después de un durísimo 2022, justo ante el umbral resplandeciente que se antoja este enero, como el ceñudo dios Jano mirando al pasado y al futuro, Bohemia extiende su mensaje de entrañable felicitación al pueblo de Cuba en este alegórico advenimiento. Asimismo, en el curso del aniversario 115 de fundada, reafirma a sus fieles lectores, a sus amigos, el invariable juramento de continuar laborando con perseverancia, celo, ética y austeridad, para reconquistar el espacio debido dentro del alma nacional. Hay que tener fe en el mejoramiento humano y la utilidad de la virtud.

Martiana de letra y espíritu, que es como decir de corazón y conciencia, nuestra casa editorial –junto a Cuba toda– celebrará de igual manera este año el aniversario 170 del natalicio de José Martí. Se trata de uno de los hechos más grandes de nuestra historia. Nacido bajo el sino del genio que teje cosas extraordinarias y lega una obra monumental, el Apóstol aún guía, cautiva, late, fulgura. Toda su existencia fue en sí una epopeya gloriosa. La excepcional vigencia de su pensamiento y su efigie inmortal han estado presentes en nuestras páginas a lo largo de décadas, y por tan significativa conmemoración, esta vez merece especial tributo desde nuestra dedicación periodística.

Un nuevo año acaba de despertar. Ojalá no se repitan los errores de cálculo y las trabas, los horrores pandémicos, los deshonores de inflación, los dolores de cabeza por los inclementes infortunios, los acosadores conatos del bloqueo, los desalentadores subversivos… Ojalá prevalezca la dicha y la salud, la paz y el amor, el trabajo entusiasta y el ingenio creador de riquezas, el respeto a las leyes y la moral cívica, las medidas dinámicas y las buenas costumbres, la solidaridad y la soberanía… Con rostro efebo y centenario, Bohemia mira sin nubes en los ojos hacia el porvenir; abraza y aplaude todos los esfuerzos que se hagan en favor del bienestar y la prosperidad de la familia cubana, que es decir, la Patria.

Otro año de sueños y desafíos: 2023… Un vuelo melancólico de alas.


Diseño de portada: Félix M. Azcuy

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