Diversos medios de prensa han difundido en los últimos días declaraciones de Ena Elsa
Velázquez Cobiella, titular cubana de Educación, en las que afirma que alrededor de 1 700 000 estudiantes retornarían a las escuelas hoy lunes 5 de septiembre.
El alegre torrente humano que, desde temprano en la mañana, avanzó hacia más de 10 700 instalaciones educativas en todo el país, es muy, pero muy, superior.
Conforme a un hábito (práctica, gesto, deseo, placer, necesidad…) miles y miles de padres, abuelos, hermanos mayores u otros familiares, encaminaron pasos también hacia centros docentes, para acompañar al niño o a la niña en este, su primer día de clases, después de las merecidas vacaciones.
Si usted salió a la calle, se habrá percatado de que no se trata solo de alumnos de la enseñanza primaria. Como norma, muchas personas toman la mano del adolescente que iniciará o proseguirá estudios en la secundaria básica, en la enseñanza técnico-profesional e incluso en el preuniversitario, para no decir que tampoco queda fuera el entorno universitario.
Y es que, tal vez sin procesarlo conscientemente, la gran mayoría de los cubanos adultos sentimos que, de alguna manera, seguimos siendo estudiantes, ya sea por la nostalgia de un tiempo que llevamos alojado en lo más hondo, por la admiración que cada vez sentimos más hacia los maestros que tuvimos, por gratitud a lo que hoy somos o por la suma de todas esas razones.
Por ello, repito, este lunes a las escuelas no llegó el millón 700 mil previsto, sino muchos más. Yo diría, sin temor a equivocarme que en verdad llegó Cuba entera.
Texto y fotos: Pastor Batista Valdés
