El presidente del Comité Olímpico Internacional, junto a Neven Ilic, titular de Panam Sports, inauguró la pista sintética del estadio de atletismo y habló de la posible participación de Rusia y Belarús en los Juegos Olímpicos de París 2024
El título no tiene que ver con el genial músico, compositor, director de orquesta Johann Sebastian Bach (1685-1750), sino con el presidente del Comité Olímpico Internacional…
Thomas Bach también es alemán. Pero ello no impidió que en la soleada mañana de este viernes, en el tercer y último día de su visita a La Habana, elogiara más de una vez con alegría y respeto, en muy buen español, al deporte de Cuba.
Otro de los que reconociera nuestros éxitos en esta esfera, todo ello en el estadio Panamericano de La Habana, ubicado al este de la capital, fue el chileno Neven Ilic, titular de Panam Sports, la organización que dirige el deporte en nuestro continente.
Ilic, tras ver hace algunos años el mal estado de la anterior pista, y los buenos resultados y la tradición de Cuba, jugó un importante papel en la donación de la actual, en uso desde 2019, en lo cual participó también el Programa Solidaridad Olímpica.
Impresionado
Bach, camisa blanca de mangas largas, para protegerse del sol y el calor, expresó: “Gracias, me encuentro impresionado por el compromiso de Cuba con el deporte. Mucha suerte en los Juegos Olímpicos de París 2024 y en los de Los Ángeles 2028”.
Un poco después agregó: “Los logros del deporte cubano no son solo en medallas, sino en la educación de sus protagonistas, la salud, la colaboración también con otros países”.
Se refirió a un punto candente en estos días cuando aseguró que todavía se puede evitar un boicot de países a los Juegos Olímpicos de París 2024 por la presencia de competidores de Rusia y Belarús, tema relacionado, claro, con la guerra con Ucrania.
“Todavía es demasiado pronto para hablar de cualquier tipo de boicot en París”, dijo.
El COI maneja iniciativas, realiza contactos con los países miembros y las Federaciones deportivas para tratar de resolver esta situación.
Los competidores de esas naciones, según lo previsto, no lo harían con las banderas de sus países.
Sin restricciones
El Comité Olímpico de Rusia considera que sus deportistas deben poder presentarse sin restricciones.
Unos días atrás Thomas Bach le envío una carta al Comité Olímpico de Ucrania, en la cual señala que es “extremadamente lamentable” que esa nación esté presionando a otras para que boicoteen a los juegos de París 2024.
En el Estadio Panamericano estuvieron figuras cubanas emblemáticas, precisamente del atletismo, que también despertaron la atención, como Alberto Juantorena, María Caridad Colón (miembro del COI), Dayron Robles (todos medallistas olímpicos), Hermes Ramírez y Juan Morales, subcampeones en el 4×100 de México 1968, Jorge Luis Aguilera, bronce olímpico del 4×100 en Barcelona 1992.
Sí, un grupo viviente de los buenos desempeños del atletismo cubano.
Se vio también a directivos como Osvaldo Vento Montiller, titular del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), y el ex gimnasta Roberto León Richard, presidente del Comité Olímpico Cubano, quien participó en el corte de la cinta junto a Bach e Ilic.
A pesar del sol y el calor a Bach se mostró sin apuro: recorrió toda la pista y habló con los protagonistas, tuvo toda la paciencia cuando le solicitaron fotos, regaló pines del COI (los cinco aros). Y se marchó feliz…
Con el presidente de Cuba
En la intensa jornada de su adiós, Bach le entregó al mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez la Medalla de Oro del COI por su respaldo al movimiento olímpico internacional.
Hubo un ambiente cordial y amistoso reinante en el encuentro que tuvo lugar en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Díaz-Canel consideró un honor recibir el reconocimiento y reiteró el compromiso de Cuba con el movimiento olímpico internacional. El deporte puede tender muchos puentes, dijo.
