Boniato, ¿dónde te pongo el plato?
Foto. / lacocinadevero.com
Boniato, ¿dónde te pongo el plato?
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Boniato, ¿dónde te pongo el plato?

¿Recuerdan a Pacho Alonso? Sí, el santiaguero que se destacó por sus sones, guarachas, bellos boleros y canciones, entre los que sobresale Niebla de riachuelo. El mismo que creó el ritmo pilón —Ayyy, qué rico, qué rico es/ el ritmo pilón para que lo baile usted— y quién logró, con sus aportes a la música cubana, ubicarse entre los más destacados de la cultura en nuestro país.

Pascasio Alonso Fajardo también mezcló su arte con la cocina. Y nuestros mayores, sobre todo los amantes de los bailables, deben recordar aquel estribillo que Pacho hizo popular: Sorpresa de harina con boniato, / ¿dónde quieres que te ponga el plato?, por mucho tiempo en las listas de éxitos.

El comienzo de la pieza es una invitación: Come lo que tú siembras, campesino/ hoy que hasta la tierra quiere brindar/ tú verás que tiene un sabor distinto/ ese fruto alegre que aquí se da.

Hoy toca el turno al boniato —el maíz será harina de otro costal—, uno de esos alimentos que se dan bajo tierra, como la yuca, la malanga, la zanahoria y otros tubérculos. Para su proceso productivo, de ciclo corto, son favorables los climas cálidos.

Boniato, ¿dónde te pongo el plato?
El paso del tiempo ha convertido al boniato en alimento ideal para la dieta. / metabolicas.sjdhospitalbarcelona.org

Ha corrido de boca en boca, aunque también lo recogen los libros, que en Haití Cristóbal Colón tuvo su primer contacto con el Ipomoea batatas, al que también se le conoce como camote, moniato, papa dulce, patata dulce. Al llevarlo a Europa tuvo mucha aceptación, pero no logró desplazar a la papa; tal vez, por la falta de un clima favorable para su siembra.

Acerca de su origen los investigadores no llegan a consenso en cuanto al lugar exacto. En lo que sí están todos de acuerdo es en el hecho de que pertenece a la parte sur del continente americano, en puntos que van desde México, el Caribe y Centro América, hasta territorios del Cono Sur.

En la mesa cubana

Aunque no es tan adorado como la malanga, la yuca o el plátano, en la mesa cubana el boniato tiene frecuente presencia. Se puede comer asado con azúcar prieta, frito de diversas maneras o sencillamente hervido, y es habitual en los ajiacos y caldosas, por el sabor dulzón que les impregna.

Hace buena pareja con el picadillo; es un acompañante ideal para un plato de pastas bien condimentadas y es perfecto para una amplia gama de dulces, y para la obtención de harina.

¿Probaste alguna vez el boniato en tentación? ¡Una verdadera delicia! Igual que el boniatillo seco o el boniatillo con coco. Son, como decía mi abuela, “golosinas de emergencia”. Si queremos halagar a la familia o alguna amistad y no sabemos cómo, ahí está el “santo” boniato para sacarnos del apuro.

Razón tienen los que aseguran que el paso del tiempo, o mejor de los siglos, le hace justiciaal catalogarlo como muy apreciado alimento, especialmente, al ir descubriendo los detalles de sus grandes beneficios para la salud.

En el sitio CuerpoMente comentan que “el gran poder antioxidante del boniato y su equilibrado aporte de energía obligan a reivindicar para él un papel más destacado en la mesa”.

Boniato, ¿dónde te pongo el plato?
Es ideal para guarniciones. / recetasdeescandalo.com

El consumo de boniato —agrega— proporciona al organismo una gran variedad de vitaminas y minerales como el potasio, el fósforo o el calcio; es, además, una fuente importante de vitamina A, B y C. Rico en fibra y en antioxidantes, también deviene espectacular fuente de energía por su riqueza en hidratos de carbono.

Para los que están pensando en desterrar de su dieta esta “vianda”,  que hoy abunda en el mercado, vale una advertencia: dicen los estudiosos que comer boniato no engorda. “Se trata de un alimento muy equilibrado a nivel nutricional y su alto contenido en fibra puede ayudar incluso a perder peso”.

Y el sitio El Español recalca que es “un superalimento reconocido como eficaz en la lucha contra la desnutrición por sus propiedades nutritivas y su alto rendimiento de cultivo. Asimismo, favorece la salud del sistema digestivoal contener fitosterol, que tiene un efecto protector y puede prevenir y tratar las úlceras duodenales y gástricas”. 

La receta

Propongo hoy una receta que a mi modo de ver no tiene el nombre muy bien puesto: malarrabia, por el hecho de que proporciona alegría degustarla. Es deliciosa, rápida y sencilla de preparar.

Malarrabia

Boniato, ¿dónde te pongo el plato?
Malarrabia. / cookpad.com

Ingredientes:

3 boniatos medianos

2¾  tazas de agua

1¾ tazas de azúcar morena (prieta)

Ralladura de naranja o de limón al gusto

Una ramita de canela

Unas goticas de vainilla (opcional)

Una pizca de sal

Preparación: Pela los boniatos, córtalos en cuadritos y cocínalos con el azúcar, la sal y el agua, bien tapados. Cuando comiencen a ablandarse agrega la ralladura de limón o naranja y la canela. Déjalo cocinar un poco más —destapado—, hasta que se ablanden completamente y el almíbar adquiera el punto adecuado. Sírvelo frío.

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