Foto./ cubahora.cu
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Juegos Olímpicos (X): Nuevas alegrías

Cuba dobló en Montreal 1976 la cantidad de medallas de oro alcanzadas en Múnich 1972


Los progresos del pujante deporte cubano sonaron de forma más contundente en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. Cuatro años antes, en Múnich 1972, se alcanzaron las primeras medallas de oro (tres) después de 1959. En la ciudad canadiense se escuchó seis veces nuestro himno.

Pero hubo mucho más: además de las seis medallas de oro se alcanzaron cuatro de plata y tres de bronce para un total de 13 podios, todo ello válido para ocupar el octavo lugar en el llamado top ten; es decir, entre los 10 primeros.

La delegación cubana estuvo integrada por 160 atletas, entre ellos 25 mujeres, y compitió en 15 disciplinas.

Teófilo Stevenson en Montreal 1976./ olympics.com

El gran boxeador Teófilo Stevenson, de la división súper completa, volvió a ser el abanderado de la delegación, como ya lo había sido en la anterior edición en Alemania, y se alzó con la segunda corona olímpica.

En los cuadriláteros se vivieron otras dos de las mayores alegrías, pues además terminaron como campeones Jorge Hernández (división de los 48 kilogramos) y Ángel Herrera (57). Esta faena igualó en las preseas de oro la cantidad lograda en Múnich 1972.

Un doblón

Los imaginarios reflectores se dirigieron hacia el corredor Alberto Juantorena, rey en las pistas de los 400 y los 800 metros planos, con un par de éxitos inéditos en ambas pruebas, lo cual revolucionó el atletismo. En los 800 estableció récord mundial y olímpico (1:43.50 minutos).

Vamos a recordar, y no es la primera vez que lo hacemos, con una precisión técnica: los 400 fueron considerados una prueba de velocidad y los 800 de mediofondo.

El primero que lo sabía muy bien, claro está, era el propio Juantorena, quien se consideraba un especialista y con posibilidades en la prueba más corta. Pero se negaba a competir en la segunda. Su entrenador, el polaco Zigmund Zabierzowsky no le habló del todo por las claras. Lo fue llevando al convencimiento. Y lo hizo, en buena medida, poniéndole los 800 como un evento de preparación, siempre después de los 400.

“¿Ustedes saben que para que corriera 800 y 400 metros hubo que fajarse conmigo durante un mes?”, nos dijo al periodista Oscar Sánchez y a mí, cuando hablamos con él para el libro de entrevistas Fama sin dólares (en el que también aparecen Ana Fidelia Quirot, Teófilo Stevenson y Javier Sotomayor).

“Porque yo decía que no. Le dije a mi entrenador que estaba loco y Lázaro Betancourt, en aquel momento presidente de la Federación Cubana de Atletismo, también estaba negado. Mi posición ante la noticia de que correría en las dos distancias fue así: ¡no corro 800 metros para nadie!”.

Hasta que los caminos cerrados empezaron a abrirse…

Los otros medallistas

Un judoca, Héctor Rodríguez (63), aportó la sexta presea de oro, lo que constituyó la primera corona de nuestro país en el deporte inventado por Jigoro Kano.

Las cuatro de plata fueron ganadas por los boxeadores Andrés Aldama (63.5), Ramón Duvalón (51), Sixto Soria (81) y el corredor Alejandro Casañas (en los 110 metros con vallas, en los que marcó 13.33 segundos).

Las tres de bronce las conquistaron los boxeadores Rolando Garbey (71), Luis Felipe Martínez (75) y el equipo masculino de voleibol.

Por esta meritoria labor la delegación de Cuba regresó muy feliz de los Juegos Olímpicos celebrados en la ciudad quebequense de Montreal en 1976.


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