RELATOS

Pretextos para escribir, ¿vivir?

Era previsible. El observador, en tanto escritor de novelas, verá lo que ya sabía: “Ella desespera, enloquecerá a fuerza de acordarse una y otra vez

Profecía

Cuando abrió los ojos todo daba vueltas. En su boca un sabor amargo le provocaba náuseas

Pretextos para escribir, ¿vivir?

Era previsible. El observador, en tanto escritor de novelas, verá lo que ya sabía: “Ella desespera, enloquecerá a fuerza de acordarse una y otra vez

Profecía

Cuando abrió los ojos todo daba vueltas. En su boca un sabor amargo le provocaba náuseas