ESCULTURAS
A mano y cincel… del tiempo
Hasta el más pequeño poblado cubano tiene alguna… porque no solo son el suspiro que se escapa por las manos del artista, sino también la obra que todo el mundo termina asumiendo como suya

¿Escultura o realidad en Las Tunas?
Texto y fotos PASTOR BATISTA VALDÉS
Por lo general, a la vista del lugareño no es más que esa entrañable pieza, a cuyos pies los niños corretean a cualquier hora del día o se sientan los ancianos para aspirar la suave brisa del atardecer.
El visitante, cubano o del exterior, suele quedar sin embargo más atrapado, observando líneas, formas o colores, en un intento no solo por ver sino también por apreciar e interpretar la escultórica intención de un autor que vive, o continuará viviendo durante décadas y siglos, por intermedio de esa y de otras obras similares.
Por ello esta vez la sugerencia de mi lente gira en torno a la incalculable cantidad de esculturas que ocupan espacio en este archipiélago, como reverencia de un arte que debe ser correspondido con la sensibilidad de todos, para que se conserven cada vez mejor… para que perduren más allá del tiempo.
- Vista parcial de La Fuente de las Antillas, obra de la escultora cubana Rita Longa.
- Monumento a Los Malagones, en Viñales, Pinar del Río.
- Monumento al Héroe Nacional José Martí, en Matanzas.
- Salvador Allende, América, Cuba… en plena Habana.
- Obsequio cultural al Mayor General Ignacio Agramonte, en Camagüey.
- Reverencia al Benny Moré en Manzanillo.
- Expresión artística de la rivalidad entre los caciques Maniabo y Jibacoa.
- Obra al compositor espirituano Gerardo Echemendía, conocido como Serapio.
- Quijote holguinero.
- Rompiendo los muros del silencio desde el oriente cubano.
- Los santiagueros cuidan y veneran a su Titán de Bronce.
Es posible imaginar que la chica de la Fuente de las Antillas haya disfrutado de un orgasmo pleno y retoza imaginando el siguiente. ¡No se me ocurre nada menos exótico!
Casi estupefacto leo tu comentario, Carlos. Y prefiero empezar diciéndote que así es el arte: cada quien interpreta la obra que tiene delante, desde su óptica personal, y, sobre todo, desde su conocimiento, educación, cultura.
No insinúo que, en efecto, te falten esas tres cosas. Solo te invito a que dediques unos minutos a leer el significado de esa Fuente de las Antillas, obra, por demás, de alguien tan sencilla y a la vez genial como Rita Longa.
Lo exótico (muy distante del respeto que desde tiempos remotos nos distingue como nación) son esas dos líneas que desde algún cálido remanso del Paraíso Rita Longa perdona… porque hasta en ese sentido fue y seguirá siendo una mujer excepcional, extraordinaria, con la envidiable capacidad de estar por encima de las miserias culturales y humanas.
Para que no sigas con esa morbosa duda, solo te diré que la figura a que haces alusión no es “una chica”; es expresión artística de la Isla de Cuba por intermedio de una aborigen taína tendida sobre la flora marina. Los detalles en torno a la leyenda que inspiró a Rita para concebir esa obra escultórica monumental te los dejo de tarea, junto a una sana recomendación: antes de emitir juicios lee, infórmate. Las novedosísimas tecnologías de estos tiempos permiten eso y evitan caer en irreverencias o papelazos.
Muchas Gracias.