De consultas y cuchicheos en redes

Así no vamos a evolucionar, dijo un joven presente en una de las 70 000 consultas populares de barrio previstas entre febrero y abril, que ahora se han extendido también a centros de trabajo y estudiantiles, para ampliar la posibilidad de nutrir el proyecto de Código de las Familias con más opiniones.

La contradicción entre lo incluido en el texto y lo que creen no pocas personas pone en juego su aprobación final en el referendo popular venidero, lo cual sería un retroceso para Cuba y su legislación. Así han considerado algunos de quienes apoyan el contenido del proyecto por novedoso y revolucionario, parecido más a esta época y necesario dado que destierra un pasado hace tiempo superado por la vida.

Pero nadie dijo que sería fácil la elaboración colectiva de una norma tan compleja y a la vez decisiva en la vida de las personas. De acuerdo con los criterios recogidos hasta ahora durante la consulta, según afirman autoridades del Consejo Electoral Nacional, se han realizado sugerencias de cambios y omisiones, nuevas propuestas, o sea, adiciones, y se ha expresado consentimiento general hacia el proyecto.

Más allá de las consultas programadas, han estallado no solo en las redes sociales virtuales, también en las redes de pasillo, en la guagua o en un hospital o cualquier cafetería… los más variopintos razonamientos. A favor, en contra, se oye de todo en boca de cualquier tipo de personas, con credos y niveles culturales diversos.

Sobresale un grupo que critica la posibilidad de que personas del mismo género formalicen matrimonio y tengan hijos. También florecen conservadores, mal intencionados o de buena fe, empeñados en una campaña para desvirtuar los contenidos del Código y negar su utilidad.

Uno de los acápites en la mira de los manipuladores es el referido al interés superior del menor y el uso del término responsabilidad parental en sustitución de patria potestad, asunto que no solo encierra un cambio conceptual sino una elevación de deberes y derechos, y nada de quitar derechos. La maniobra ha tomado como prisionero el término para señalar con saña a la nueva Ley.

Frente a todos ellos, sin embargo, hay quienes defienden que el contenido del Código es más que estos escabrosos temas que siembran discordias. De ahí el reclamo del joven que entiende la repercusión del proyecto, mirando al futuro, por el catálogo de derechos abiertos para todos.

Reportes de las colegas Lilian Knight, Delia Reyes y Claudia Ramón, de las reuniones a las que asistieron revelan que hubo reducida asistencia de vecinos, en su mayoría personas de la tercera edad, que generalmente no se habían leído el texto, de por sí extenso y con términos de difícil entendimiento pese al glosario incluido. Muchos atribuyen el hecho de no haberlo estudiado a la venta escasa y tardía en los estanquillos de correos.

En varios rostros se evidenciaba que asistían por cumplir una formalidad. Se esperaba que por la trascendencia del Código se despertara mayor interés público, y así lo manifestaron quienes estaban dirigiendo el debate en algunos de los sitios visitados por las periodistas de nuestro equipo.

Debatir desde el conocimiento

Cabe subrayar el esfuerzo de quienes han asumido en cada circunscripción la coordinación entre las organizaciones de masas, los CDR y la FMC,  y los consejos electorales responsabilizados con la organización y conducción de los debates.

Para realizar la consulta se prepararon 15 000 juristas, encargados de guiar los debates y aclarar dudas. Además, participan alrededor de 1 400 supervisores y más de 27 000 colaboradores capacitados para garantizar la transparencia y el control, y que nada falle en la consulta popular, en la que todas las opiniones cuentan, según han reiterado las autoridades.

Muchos de los juristas participantes han hecho verdaderas disertaciones acerca de los postulados recogidos en el proyecto, y pese al esfuerzo nacional por darlo a conocer y al tamaño de la erogación para imprimir un millón de ejemplares del tabloide que no siempre ha llegado oportunamente, se aprecia desconocimiento de lo incluido en la norma a debate.

Como desde las redes sociales también se percibe la repetición de conceptos tergiversados y observaciones prejuiciosas del comportamiento de la sexualidad, promotores y activistas articulados en redes de ayuda también contribuyen a dar información y aclarar dudas en torno al Código.

La consulta proseguirá hasta el 30 de abril de acuerdo con lo previsto. Pero antes de llegar al referendo para ser aprobado o no con el voto popular, resta un camino que dictará la Asamblea Nacional del Poder Popular, encargada de evaluar las propuestas de la comisión redactora a partir de la recogida de opiniones salidas de la consulta y de quienes emitan criterios vía correo electrónico desde el país y más allá de sus fronteras.

Al propio tiempo deberá oírse el llamado a la obtención de mayores niveles de equidad y justicia social, como pide la Constitución, y crecer en sensibilidad en cuanto a realidades que vive Cuba, ahora recogidas y respaldadas en ese Código, que se dice avanzado y contemporáneo, no para la nación de mañana sino la de hoy.

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3 comentarios

  1. A mí me preocupa mucho la cantidad de mitos y bulos que andan corriendo por la red y que, por desgracia, muchas personas se creen y los replican en su área de acción. Creo que es hora de buscar directamente esos bulos y desmontarlos.

    1. Estimada Yadira: De acuerdo con su opinión. Se dicen y se repiten mucho frases e ideas que no están contempladas en el Código. En vez de leerlo… optan por desbarrar sin darse cuenta de que ese actuar va en contra de quien habla, asoma su desconocimiento, cuando menos. En realidad muestran mala fe porque no basan su decir en razonamientos que podrían ser considerados como parte del debate serio y responsable de un texto que tanta repercusión tiene en nuestras vidas. Es lamentable. Los medios estamos haciendo un esfuerzo por explicar, ofrecer visiones diversas y dialogar con los públicos. Hace falta un esfuerzo más. Gracias, Yadira, por su comentario.

      1. Sí, y lo agradecemos mucho. La rápida respuesta de los profesionales de su campo en apoyo e información sobre el Código ha sido algo maravilloso. Sin embargo no está de más rastrear cuáles son las tendencias en contra, cuáles son los bulos más repetidos. Artículos abordando «lo que no va a pasar» con la implementación del Código y la fundamentación de por qué no va a pasar serían una buena respuesta, necesaria para algunos sectores de la población que están siendo burdamente manipulados.
        Por ejemplo: no, el estado no les va a quitar sus hijos; no, no va a desaparecer la familia nuclear; no, no se va a estimular la pedofilia; no, no significa que se les van a quitar derechos a unos para otorgarselos a otros… Y así.
        La gravedad y peligro de las informaciones falsas que están corriendo y siendo replicadas no puede ser subestimada. Le invito a que vea el grupo de Facebook «A la escuela pero sin ideología de género» para que constate por dónde van los tiros, y este es uno de los grupos, hay más. En mi criterio es muy serio lo que está pasando en cuanto a desinformación y discurso antiderechos.
        Saludos.

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