No por reiterada año tras año, la frase nos deja impasibles. Comenzó el verano, anuncian periódicos y programas radiales, los spots televisivos, las publicaciones digitales.  Incluso quienes se encogen de hombros se preguntan si esta vez los meses estivales nos depararán alguna buena sorpresa. Los adolescentes y niños se ilusionan. Salen de casa, libres de los deberes escolares, sintiendo que el mundo merece sonrisas. Este julio no ha sido distinto. En disímiles parques, centros culturales, espacios comunitarios y otros sitios de las ciudades cubanas la arrancada veraniega propone juegos infantiles y de mesa, actividades con mascotas, ventas de libros, espectáculos artísticos. Con el paso del tiempo las personas recordarán estas semanas de varias maneras; incluso alguien las evocará al releer versos de escritores universales.

Cuando su lanza blande el tórrido verano. / Antonio Machado

Yo callo y mudo te contemplo, y me yergo y te miro. Oh, cuán profundos ojos conocedores. / Vicente Aleixandre

Es la mañana llena de tempestad/ en el corazón del verano. / Pablo Neruda

El verano no es tiempo de fragor/ sino de verde tregua. / Mario Benedetti

La vida nueva, que en niñez ardía. / Francisco de Que-vedo