El virus sigue acechando

La guerra en Ucrania ha silenciado la pandemia de covid-19. Pareciera que la crisis sanitaria ha pasado a ser historia a juzgar por su poca presencia en los medios de comunicación, donde lo más publicado sobre el tema es la creciente lista de países que levantan total o parcialmente las restricciones sanitarias establecidas para controlar el virus.

La fotografía de una mascarilla tirada en plena calle es una de las imágenes utilizadas para ilustrar el adiós a esa prenda que ha demostrado ser muy efectiva para evitar el contagio. Varias naciones que habían eliminado el uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos, ahora extienden esa disposición a los lugares cerrados. Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido y España se incluyen en ese grupo; en tanto Corea del Sur anunció a finales de abril que retiraría, por esa fecha, el uso obligatorio del cubrebocas al aire libre.

En los Estados Unidos, la jueza federal de Florida Kathryn Kimball Mizelles, anuló el 18 de abril la obligación de usar mascarilla en aviones y otras formas de transporte público, y la calificó de ilegal. Tal decisión resultó polémica teniendo en cuenta que el director general de servicios de salud de ese país, Vivek Murthy, dijo que la obligatoriedad se había extendido hasta mayo debido al aumento de los casos de covid-19 en el país.

A finales de abril, sin embargo, el principal asesor médico de la Casa Blanca, el inmunólogo Anthony Fauci, afirmó que Estados Unidos ha salido de la fase de pandemia de covid-19 al estar con bajos niveles de contagios, muertes y hospitalizaciones, según reseña la agencia EFE. No obstante, reconoció que si se observa la situación mundial “no hay duda de que la pandemia sigue”, ya que todavía hay contagios muy rápidos y de forma amplia en distintas partes del mundo.

Los elevados índices de vacunación alcanzados en algunos países, y el hecho de que Omicron sea una variante menos agresiva que sus antecesoras, están impulsando la falsa idea de que la pandemia ha terminado, reflexionaba recientemente el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. Sin embargo, recalcaba, ningún país conseguirá poner fin por sí solo a esta pandemia.

Las desigualdades existentes en la cobertura de vacunación de muchos países del Caribe respecto a los restantes de las Américas, por ejemplo, confirman las brechas que todavía persisten. Lo afirma la directora general de la Organización Panamericana de la Salud, Dra. Carissa Etienne, quien señaló en febrero último que los adultos mayores y el personal sanitario continúan estando entre los grupos de mayor riesgo. Añadió que diez de los 13 países de las Américas que no alcanzaron inmunizar al 40 por ciento de su población en 2021 son de la región caribeña.

Entre los principales obstáculos, la alta funcionaria mencionó las dudas en la población, falta de centros de vacunación en zonas alejadas de los grandes focos urbanos, carencia de personal sanitario e infraestructura limitada para cumplir con la cadena de frío.

Esto evidencia que “no es el momento de bajar la guardia”, como expresó recientemente el Director General de la OMS, e instó a las naciones a mantener la vigilancia de las infecciones por coronavirus. A medida que muchos países reducen las pruebas, la OMS recibe cada vez menos información sobre la transmisión y la secuenciación, y “esto nos hace cada vez más ciegos a los patrones de transmisión y evolución”, añadió.

La realidad es que el SARS-CoV-2 sigue entre nosotros, pero todavía no como un virus endémico. Aunque muchas personas en diversas partes del mundo celebran el final de las mascarillas, la pandemia no ha llegado a su fin y ojalá que el nuevo coronavirus no se empeñe en recordárnoslo.

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