En el colimador de la geopolítica

La reinserción de Siria en la Liga Árabe fortalece a toda la región de cara al mundo


Viendo la situación geoestratégica, de lo individual a lo general, consideramos que la reinserción de Siria en la Liga Árabe es en primer lugar una victoria de esa nación por su capacidad de resistencia, y es también una victoria de Rusia y China, y, por ende, un revés yanqui.

Pasos agigantados hacia el multilateralismo

En el encuentro que sostuvieron Vladimir Putin y Xi Jinping en marzo de este año, ambos dignatarios confirmaron que cada Estado tiene el derecho a elegir su propio camino de desarrollo. Insistieron en que se oponen a que un Estado imponga a otro sus valores, trace líneas ideológicas, cree una falsa narrativa sobre la supuesta oposición entre democracias y autocracias, y utilice la democracia y la libertad como pretextos e instrumentos políticos para ejercer presión sobre otros. Todo eso se aplicó a Siria.

Por tanto, lo acaecido allí en los últimos 12 años debe verse como un triunfo popular del lado de su mandatario, Bashar Al-Assad, y refrenda la solicitud de la participación directa de las fuerzas rusas, las que lograron tanto arrinconar a una oposición vendepatria como menguar la ilegítima presencia yanqui en suelo sirio.

Caso práctico

Entonces, la Liga Árabe es una magnífica oportunidad para la paz. Mientras algunos miran con malos ojos la participación del presidente ucraniano, Volodomir Zelensky, en la cumbre celebrada en Yeda, Arabia Saudita, esta comentarista opta por otro ángulo, donde la soberanía en las acciones árabes en política exterior es vital.

Toda vez que China logró sentar a Irán y a Arabia Saudita a conversar sobre sus discrepancias y llegar a un acuerdo satisfactorio de las partes, la presencia de Zelenski bien pudiera asumirse como un intento más activo de los países árabes para la pacificación entre Rusia y Ucrania en un papel más dinámico de las naciones árabes, a partir de lo mucho que Beijing y Moscú han tributado a la región.

Así, el regreso sirio a la Liga Árabe puede ser asumido como un marcado declive de la influencia estadounidense en la zona del Oriente Medio, donde históricamente ha tenido lazos estrechos con Arabia Saudita.

Hoy por hoy este país tiene una política exterior más independiente y proclive a aunar nexos con las dos potencias emergentes de Rusia y China y con sus vecinos locales.

Siria se fortalece

Tras décadas de suspensión del organismo panárabe, Siria se incorpora con nuevos bríos, demandando de sus hermanos naturales cooperación para reconstruir el país devastado por un conflicto que ha dejado millones de víctimas, entre muertos y refugiados.

El presidente Bashar Al-Assad, al intervenir en la trigésima segunda Cumbre Árabe, señaló que las “amenazas encierran riesgos y oportunidades, y hoy existe una oportunidad debido a los cambios en la situación internacional, en el que comienza a aparecer un mundo multipolar producto de la dominación de Occidente que carece de principios, moral, amigos y socios”.

Asimismo, planteó lo que es medular para China y Rusia: una oportunidad histórica para reordenar los asuntos árabes con la menor injerencia extranjera. De igual forma, se mostró confiado en que comienza una nueva fase a favor de la solidaridad y el desarrollo en lugar de la guerra y la destrucción.


CRÉDITO PORTADA

Bashar Al-Assad fue recibido en Arabia Saudita por las máximas autoridades. / sana.org

Comparte en redes sociales:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos