Espejismos

La economía nacional sigue atrapada en el ensueño de extirpar precios especulativos, ilegalidades, corrupción… sin acabar de solucionar cuestiones estratégicas, entre las cuales despunta el valor del trabajo.

Varias generaciones de cubanos han sido testigos de los vaivenes, en materia laboral, de cierta discordancia entre la visión de “arriba” y la realidad de “abajo”. Como un fantasma, las distorsiones del llamado “socialismo real”, a pesar de haber sido desmontadas en otras latitudes, continúan extendiendo sus tentáculos sobre el modelo insular. 

Aquel descubrimiento marxista de que el hombre necesita en primer lugar comer, vestirse, tener un techo, antes de hacer política, religión o cualquier otra cosa, amerita una relectura en las actuales circunstancias de desvalorización notoria del trabajo y proliferación de conductas punibles. Si de verdad se pretende calar en las causas de esos fenómenos que aquejan a la sociedad, y solucionarlos, no podemos continuar perdidos en las ramas. Urge ir al tronco, o más profundo, a la raíz.

Al hurgar en las Realidades y contradicciones de la distribución con arreglo al trabajo en Cuba, los investigadores Olga Vila Pérez, Alina Alemán Guerra y Román García Báez, develaron algunos dilemas existentes años atrás, los cuales no solo se mantienen sino que se acentúan en el escenario actual.

No se logra invertir la pirámide social, crecen las fuentes de ingresos no relacionados con el aporte laboral y aumentan las desigualdades sociales. No fue casual que, por primera vez, el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, planteara dentro de los objetivos del plan de la economía para 2023: avanzar en la reducción de las desigualdades.

Sin embargo, cierto aroma kantiano embriaga los sentidos –y la razón–, al considerar que la “inflación en sí” no es causa de la pérdida de la capacidad adquisitiva de los ingresos provenientes del trabajo en Cuba. Más bien, resulta un efecto de la falta de divisas, baja productividad, déficit de oferta, indisciplinas sociales, corrupción, crisis mundial…

Extasiados por la fragancia teórica, pudiéramos cometer el error de no ver el galopante incremento de los precios “para sí”; es decir, a partir del agobio que padecen infinidades de trabajadores, asistidos, pensionados… cada vez que van al mercado a adquirir los bienes y servicios mínimos e indispensables para sobrevivir.

En el artículo Inflación, el reordenamiento y el pronóstico de crecimiento de la economía cubana para 2022…, el doctor en Ciencias, Lázaro Peña Castellanos, del Centro de Investigaciones de Economía Internacional, opina sobre algunos espejismos e incoherencias derivados del ordenamiento entre las políticas de precio y administrativa. A su juicio, dejan una “perspectiva confusa” al ajustar el índice de inflación a un valor determinado, cuando ello representa un recorte significativo del consumo de los hogares.

“Es evidente que la población pugnará siempre por satisfacer, al menos, su canasta social de referencia que, por cierto, para nada es ostentosa, más bien es muy modesta, y ello alimentará, continuamente, el índice inflacionario, los flujos migratorios, la corrupción y la inestabilidad social”, valora Peña Castellanos.

Según preceptúa la Constitución de la República, la remuneración con arreglo al trabajo debe ser la fuente principal de ingresos que sustenta condiciones de vida dignas, permite elevar el bienestar material y espiritual y la realización de proyectos individuales colectivos y sociales. Sin embargo, tal “deber ser” sigue siendo un espejismo en la Cuba de hoy.

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4 comentarios

  1. Felicidades por este excelente comentario que pasa a engrosar los anteriores , pues hasta hoy no se ve ni se habla a camisa quitada de esta realidad del cubano de a pie , seguimos esperando que llueva Café.

  2. El ordenamiento fue uno de más dolorosos fracasos de la política económica, debido entre otros factores, al secretismo. Hasta que no se haga un análisis bien autocrítico de sus tremendos errores, sobre todo para que no se repitan, poco se podrá avanzar en una genuina transformación. Su concepción parcial sigue lastrando la mente de sus gestores.

  3. Cada día suben los precios de mercados agropecuarios imposible si te acuestas con un precio y al día siguiente subió el mismo producto es el desorden de precios más grande en mis 60 años

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