¡Increíble! Tumor cerebral desaparece justo antes de la cirugía
Los médicos que atendieron a este paciente han quedado tan intrigados con su inexplicable recuperación, que han decidido pedirle que se ofrezca como voluntario para participar en unas investigaciones

Imagen ilustrativa tomada de Internet
En EE.UU., un hombre que había sido diagnosticado con un tumor cerebral maligno se ha curado inexplicablemente sin ningún tratamiento médico, informan medios locales.
Paul Wood, de la ciudad de Lodi, estado de California, asegura que hace varios meses empezó a tener problemas de salud. “Tenía fuertes dolores de cabeza, no podía caminar por el pasillo sin aferrarme a las paredes”, recuerda. Inicialmente su neurocirujano pensó que el paciente tenía una hemorragia cerebral, pero los radiólogos detectaron signos de un tumor cerebral.
Sin embargo, un día antes de que Wood fuera sometido a una cirugía para extirparle el tumor, esta fue cancelada porque había desaparecido. Los médicos están desconcertados porque no encuentran explicación para este caso.
Wood por su parte, está seguro que la curación fue posible gracias a su fe y a las oraciones que muchas personas hicieron a su favor. “Si no crees en Dios y crees que no hace milagros, explica esto. El tumor desapareció y los médicos no puede explicarlo, están de acuerdo en que se trata de un milagro”, escribió Paul en su cuenta de Facebook, donde muestra una tomografía de su cabeza que le hicieron en el hospital.

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“Esto [la tomografía que se muestra arriba] fue en julio del 2018, en la parte inferior derecha se puede ver el tumor en el lugar del círculo blanco, ahora ha desaparecido”, comentó Wood.
Los médicos que atendieron a este paciente han quedado tan intrigados con su inexplicable recuperación, que han decidido pedirle que se ofrezca como voluntario para participar en unas investigaciones.
(Actualidad RT)
Médicos quedan perplejos cuando tumor cerebral de un paciente desaparece justo antes de la cirugía
Existen casos parecidos de personas que se han tratado con Homeopatía o con medicina integral natural biológica.
La pseudo medicina alopatica, tiene que despertar y darse cuenta que los han estafados en las facultades de medicinas dirigidas o patrocinadas por laboratorios de medicamentos que solo pretenden vender quimioterapia, que no funciona y que segun estudios arandan o esparcen el cáncer.
Habrá que investigar mas profundamente.
Utsumi
La gran mayoría de los medicamentos que utilizamos hoy en día tienen sus raíces en tratamientos tradicionales. Pero hay una gran diferencia entre las pruebas científicas apoyadas por datos medibles y los “testimonios” de gente que cree que fue curada. Entonces, tal vez te preguntes ¿cómo es que la gente puede pensar que algo funcionó cuando no fue así?
Este interesante artículo por el Dr. Barry L. Beyerstein, Ph.D., biopsicólogo de la Universidad Simon Fraser en Burnaby, British Columbia, Canadá, explica algunas de las posibles razones.
Hay diversos factores que pueden hacer que muchas personas muy inteligentes piensen que un tratamiento ha ayudado a alguien, cuando en realidad no lo ha hecho. Esto es cierto tanto para nuevos tratamientos en medicina científica, como para charlatanes, medicina alternativa y curanderos.
Muchos de estos métodos dudosos siguen en el mercado porque algunos “clientes satisfechos” ofrecen un testimonio de su validez. Lo que estas personas dicen, en esencia, es: “lo probé y me sentí mejor, así que debe ser efectivo”. Los medios electrónicos e impresos por lo general difunden estos testimonios como una prueba fehaciente de que funcionan. Sin embargo, sin una evaluación apropiada, es difícil o imposible determinar si en realidad es cierto.
Existen mínimas siete razones por las cuales las personas creen erróneamente que una terapia que no es efectiva, sí funciona:
1. Puede ser que la enfermedad haya concluido su curso natural. Muchas enfermedades limitan su propio desarrollo (se auto-limitan). Si la condición no es crónica o fatal, el propio cuerpo se cura. Por esta razón, para demostrar que una terapia es efectiva, es necesario que quienes la proponen demuestren que el número de pacientes que presentaron mejorías excede al número de pacientes que se recuperaron sin ningún tratamiento (o que se recuperaron mucho más rápidamente que aquellos que no recibieron tratamiento). Sin contar con datos detallados del éxito o fracaso de la terapia en un número significativo de pacientes con la misma condición, no es posible legitimar que se han excedido los parámetros de recuperación sin ayuda.
2. Muchas enfermedades son cíclicas. Condiciones como la artritis, la esclerosis múltiple, las alergias y los problemas gastrointestinales tienen sus épocas de mejoría y de crisis. Es natural que quienes padecen de estas condiciones busquen ayuda cuando están pasando por un momento de crisis o dolor. De esta manera, los tratamientos falsos pueden parecer efectivos porque coinciden con la etapa de mejoría, que habría sucedido aunque no hubieran sido tratados.
3. El llamado “efecto placebo” también puede ser responsable. A través de la sugestión, creencias, expectativas, reinterpretaciones o distracciones, muchas personas que reciben un tratamiento que no contiene ninguna medicina, tienen un alivio considerable. Algunas respuestas al “efecto placebo” producen cambios reales en la salud; otras son cambios subjetivos que hacen que los pacientes se sientan mejor aunque no exista un cambio concreto en la patología (la enfermedad) de fondo.
4. Las personas que le apuestan a varios tratamientos, por lo general, le dan crédito al que no es efectivo. Si una mejoría ocurre cuando se sometieron a un tratamiento alternativo y a uno basado en ciencia, es común que se la atribuyan al tratamiento alternativo.
5. El diagnóstico o el pronóstico inicial puede no haber sido correcto. Los médicos no son infalibles. Un diagnóstico equivocado seguido de una visita a una persona que proporciona “sanamientos” alternativos puede llevar a que las personas den un testimonio positivo sobre la cura a una enfermedad que se pudo haber curado sola. En otros casos, el diagnóstico puede ser correcto, pero el lapso de tiempo, el cual es difícil de predecir, puede haber sido erróneo.
6. Mejorías temporales en el estado de ánimo pueden confundirse con la cura de la enfermedad. Los sanadores alternativos por lo general tienen personalidades fuertes y carismáticas. Los pacientes con frecuencia se dejan envolver en el aspecto mesiánico o “salvador” de la “medicina alternativa”, lo cual tiene efectos psicológicos.
7. Las necesidades psicológicas pueden distorsionar lo que la gente percibe y hace. Incluso, cuando no hay una mejoría visible, la gente que cree firmemente en la “medicina alternativa” se sugestiona de tal forma que llegan a convencerse de que funcionó. Según la teoría de “disonancia cognitiva”, las personas no soportamos mantener dos pensamientos o creencias contradictorias al mismo tiempo, y automáticamente, justificamos dicha contradicción, aunque para ello sea necesario recurrir a argumentos absurdos. Es decir, el ser humano necesita siempre “justificarse” y sentir que todas sus acciones, pensamientos y creencias son coherentes. La gente tiende a aliviar esta discordia reinterpretando (distorsionando o cambiando) la información que le ofende. Por eso, si no hay resultados luego de haber invertido tiempo, dinero y visitas a un determinado sanador, se desarrolla un desequilibrio interno. Antes de admitirse a sí mismos y a los demás que los esfuerzos han sido en vano, mucha gente tiende a tratar de encontrarle algún valor al tratamiento y defenderlo fuertemente. Los charlatanes y sus clientes están predispuestos a malinterpretar señales y a recordar las cosas tal como deseaban que hubieran sucedido. Pueden ser selectivos en lo que recuerdan, sobre-estimando el éxito aparente de la terapia e ignorando los fracasos. La evolución de la ciencia se debe en gran parte a la necesidad de reducir esta tendencia humana de justificarlo todo con creencias. Además, mucha gente se siente obligada a decir que algo funcionó si alguien les ofrece ayuda. Debido a que los terapistas “alternativos” creen sinceramente que están ayudando, es natural que sus pacientes quieran demostrarles reciprocidad con el agradecimiento. Sin darse cuenta, esa reciprocidad obligada contribuye a agrandar la percepción de la magnitud del beneficio que han recibido.
La habilidad para distinguir lo real de una relación de causas falsas requiere de estudios bien diseñados y de abstracciones lógicas de una gran cantidad de datos. Existen muchas fuentes de error que pueden llevar por mal camino a la gente que confía en su intuición o en un razonamiento informal para analizar hechos complejos. Antes de aceptar hacerte cualquier tipo de tratamiento, debes tener la certeza de que ha sido científicamente comprobado por varios estudios que controlan las respuestas con placebo. Debes sospechar del tratamiento si la “evidencia” sólo consiste en testimonios, libros o folletos publicados por quien ofrece el tratamiento u otros medios de difusión popular
Es posible que haya algo muy psicosomático en el cáncer. Se ha defendido que aparece cuando alguien es golpeado por algún trauma pssicológico, (pérdida absurda de un hijo, etc.) incluso se dice que no es una enfermedad si no un síndrome. Conocí un caso de una señora diagnósticada de cáncer a la que incluso le salió un mechón de cabello totalmente blanco en la frente como manifestación externa de su dolencia, ignoro por qué. Pues el mechón despareció y el cáncer también, inexplicablemente, sin aplicación de remedio alguno. Se dice que la señora curó pues no quería dejar solo en la vida a un hijo que dependía mucho de ella.