Disciplina: en estos momentos tu valía es mayor
Hay un elemento que requiere de la participación de toda la población y es la pesquisa activa que se ha estado desarrollando para atender a la mayor cantidad de personas posible y determinar cuál es el padecimiento. Por ejemplo, ayer se logró 6 812 514 personas; ellos, un millón 073 adultos mayores y 104 mil 491, ancianos que viven solos, porque son vulnerables

Andamos con nasobucos, pero tratemos de no estar agrupados.
Por IRENE IZQUIERDO
Fotos: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA
“El país está en fase pre-epidémica”, ha dicho esta mañana en conferencia de prensa el ministro de Salud Pública de Cuba José Ángel Portal Miranda, al hablare del plan de enfrentamiento a la COVID-19. Todo eso, gracias a las medidas que las autoridades del Gobierno y del Ministerio de Salud Pública han establecido y puesto en práctica desde hace varias semanas.
Todavía Cuba no está en fase epidémica, pero se trabaja intensamente, y se realizan las pesquisas activas, dentro de la vigilancia intensiva del Sistema de Salud a las afecciones respiratorias. Hay un elemento que requiere de la participación de toda la población y es la que se ha estado desarrollando para atender a la mayor cantidad de personas posible y determinar cuál es el padecimiento. Por ejemplo, ayer se logró 6 millones 812 mil 514 personas; de ellos, un millón 073 mil adultos mayores y 104 mil 491, ancianos que viven solos, porque son vulnerables.
En varias ocasiones, Jorge Luis, el fotógrafo, me ha comentado: “Un ángel de bata blanca llamó hoy a mi puerta; luego del saludo de rigor, se identifica como un estudiante de Medicina que viene a preocuparse por mi salud.

Los estudiantes de Medicina tienen un significativo desempeño en el pesquisaje.
“Me pregunta cómo se siento y si presento algún síntoma como fiebre, catarro, falta de aire, o dolor en el cuerpo. No le bastan mis respuestas; me mira detenidamente, como escudriñando más allá de lo que digo. De manera muy profesional, el joven –bien protegido para evitar las posibilidades de contagio- me recuerda lavarme constantemente las manos, usar nasobuco, y no salir innecesariamente a la calle”.
El cumplimiento estricto de lo indicado por el joven estudiante exige una fuerte dosis de disciplina, esa que todavía falta en personas que aún no tienen la percepción real del peligro.
Tras la conferencia de esta mañana por parte del doctor Portal Miranda en la página de Facebook del Minsap apareció el siguiente comentario de Mariela Diaz Iturriagagoitia: “Muy claras las explicaciones .Ahora lo que hace falta es que el pueblo cumpla con lo que está establecido”.
Y de eso se trata, de disciplina, porque evitar la propagación depende de todos:
Apreciemos cómo se muestra en el cotidiano hacer:
- Héroes importantes de esta contienda: el personal de la salud.
- Para ir al trabajo, velemos por el cumplimiento estricto de lo estrablecido: no cuesta nada y protege mucho.
- Es indispensable usar el nasobuco.
- Al entrar a cualquier lugar, la solución de cloro es el guardián más importante.
- No hay imprudencia mayor que la estar en aglomeraciones de personas sin usar el nasobuco.
- Los ancianos deben permanecer en casa, por ser los más vulnerables.
- Nadie está facultado para violar las normas sanitarias que impiden la propagación del contagio.
- Así es muy correcto, aunque a veces no se respeten totalmente las reglas. Hay quien va son nasobuco.
- Un buen aporte al distanciamiento social está en mantenerse separados, no tan juntos.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es para tomar un libro y dejarme llevar por su contenido y no porque me siento horas frente a un ordenador para ver que puedo comprar.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es para ver el cielo desde mi balcón y escuchar el cantar de los pájaros y las campanadas de la Iglesia.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es para esperar las noticias del estado por la radio y la televisión para así estar al día en todo este proceso mundial.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es para tomar las riendas del hogar y limpiar con ímpetu y organizar enérgicamente para tener un hogar limpio y ordenado.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es para darle riendas sueltas a la creatividad, mandando mensajes de paz, amor y gratitud a todos los seres humanos que tenemos actualmente dándolo todo para todos nosotros.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es para tomar fortaleza mental y visualizar un futuro mejor y con menos necesidad emocional de sobre consumo innecesario que solamente produce la basura que envenena el planeta.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque añoro que esos padres que ahora tienen más tiempo con sus hijos logren de una vez y por todas llenar de amor los corazones de sus hijos, pintar con paz las almas de sus hijos, sembrar compasión en el espíritu de sus hijos y sacar de raíz de la mente de sus hijos todo tipo de agresividad, mala educación y malos comportamientos que en el desarrollo de una sociedad no se necesitan para avanzar hacia adelante.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque ahora que estoy aprendiendo que no necesito mil pares de zapatos para andar mejor, ni cien carteras para sentirme bien, ni cincuenta vestidos para ser hermosa, ni diez relojes para ser puntual, me pregunto que si eliminamos todos el veneno emocional que nos causa una sociedad enferma en la obsesión del consumo, yo me pregunto “¿Que va a vender el relojero, el zapatero, la costurera, las floristas y la tendera para sobrevivir?” – Si el mundo diera conscientemente un gran paso hacia adelante y en realidad se diese cuenta que el sentido de la libertad no es estar encarcelado entre las redes del consumo, entonces tendríamos que cerrar muchas fábricas, tiendas y centros de trabajo; intentando al mismo tiempo darle soluciones y ocupaciones laborales con ingresos económicos a todas esas personas que perderían sus empresas y trabajos porque nuestra especie comprendió de una vez y por todas lo que en realidad tiene un gran y verdadero valor para la sociedad, la educación, la familia y nuestra evolución.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque en espera de que cierren las fábricas de armas, las fábricas de cigarros y el tráfico de drogas imagino un mundo lleno de paz, con niños felices, familias ecuánimes, maestros comprendidos, políticos correctos, médicos profesionales y empresarios ocupados en regenerar puestos de trabajo útiles para el desarrollo humano y social.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque siento que tal vez la prensa le da mejores oportunidades a los periodistas para que estos puedan hacer un trabajo más a favor de la realidad y no como marionetas representando los intereses que cada redacción desea representar por intereses políticos.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque tal vez las riquezas del mundo comienzan a ser mejor repartidas, los futbolistas donan más y reducen sus salarios, los reyes donan, trabajan más y cobran menos, los artistas de cine y televisión dejan a un lado los lujos rídiculos e innecesarios y los políticos tienen salarios más compatibles con sus trabajos.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque intuyo que todos aprendemos que una flor es mas hermosa cuando vive sembrada en la tierra que cuando es cortada de su fuente de vida natural para ser envasada en un jarrón de agua donde su tiempo de vida es mas corto que el de una hermosa mariposa.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque presiento que mi alma se disciplina contra el impulso contra productivo de la necesidad obsesiva de transmitir en las redes sociales constantemente de todo lo que soy capaz de hacer con mi vida.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque aprendi en estos tiempos que la verdadera belleza es la natural que la vida me dio, y no la que con una mascara logra el maquillaje falso con lo cual la industria de belleza se favorece ganando dinero y yo gastando porque me nos quieren hacer creer que solamente el maquillaje nos hace verdaderamente hermosas.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque me di cuenta que dentro de mi hogar se puede vivir, junto a los vecinos en mi pueblo o ciudad se puede compartir, en mi país se logra respirar paz y amor, y que no necesito viajar varias veces por año lejos de mi hogar o de mis amigos y familiares para ser felizmente amado, para crecer, para soñar o vivir mejor.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque ya se que comer con demasiada azúcar, grasa, o carbohidratos no es lo mejor para mi cuerpo y mi mente. Comprendí en estos momentos que somos lo que comemos. He podido aprender que hay muchos alimentos baratos que dañan mi salud en el mercado. Ya se diferenciar lo que en realidad me ayuda a mantenerme saludable y lo que no. Ya se elegir mejor la forma de alimentarme. Me he dado cuenta que nuestra salud depende de un nivel bajo de conservantes, azúcar, grasa y carbohidratos. Deje de creer en los comerciales que nos quieren hacer creer que necesitamos de sus productos para ser feliz, para comenzar a creer en mi inteligencia y fortaleza de carácter.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque he comprendido que fumar daña y destruye la salud. Y deseo que las campañas para promover las marcas de cigarrillos se eliminen de una vez y por todas. Aumentando las campañas a favor de una excelente salud sin cigarrillos.
Cuando digo me quedo en casa, porque siento que puedo cambiar, es porque estoy entrenando en estos momentos mi mente, sigo fortaleciendo mi alma, enriqueciendo mi corazón y alimentando mi espíritu, para cuando esta crisis termine, yo tenga la plena capacidad y libertad de saber elegir entre lo que en realidad es necesario y lo que no. Deseo saber diferenciar entre la porquería y basura plástica que se produce y lo que favorece mi salud mental y física. Sueño con un planeta sano donde habitamos seres que no construyen armas y crean guerras, donde no hay niños agresivos en las escuelas, donde no hay profesores, padres o adultos que abusan de los niños, donde el mercado de las drogas deja de existir, donde todos nos ocupamos con trabajos que no producen basura para el planeta, donde no necesitamos volar constantemente para ser felices, donde dejamos de creer en la industria de cosméticos para ser hermosos, donde todos somos humanistas y solidarios, donde las riquezas son mejores compartidas, donde los mas debiles y desaventajados saben buscar ayuda para crecer y no opciones para destruirse y destruir todo lo que les rodea, donde el pueblo sabe escoger mejor a sus políticos, donde la mafia desaparece para siempre, donde las deudas se eliminan, donde los créditos se prohiben, donde los prestamos son controlados con eficiencia y sin corrupción, donde la corrupción desaparece del todo, donde todo aquel que siente la necesidad de robar, matar o hacer el mal se deja sanar por profesionales, donde las càrceles se transforman o convierten en escuelas y hospitales porque la criminalidad desaparece, donde los estadios e instalaciones deportivas hasta ahora construidas se reparan y dejamos de construir nuevas instalaciones deportivas o estadios que en ocaciones destruyen la convivencia y los hogares de cientos de personas, visualizo un mundo sin comerciales en la televisión ni en los cines de productos que lastiman la salud, en fin, hoy ya se que un mundo como el que me imagino no es posible, porque este virus aun no elimina de los que vivos quedemos las emociones negativas ni los pensamientos destructivos con los que el ser humano existe, es un virus que no puede contra la ignorancia humana, es un virus que no elimina el analfabetismo, es un virus que no destruye la arrogancia, la avaricia ni el egoísmo, es un virus que no cura la agresividad, la estupidez ni el individualismo, en fin, creo que estamos en las puertas del primer paso a reflexionar y cambiar si así lo deseamos, intuyo, visualizo y deseo que el próximo virus que aun esta por llegar, nos lleve a una verdadera reflexión con verdaderos cambios, los cambios del corazón, la transformación de la mente, la revolución del alma y la trascendencia del espíritu, actualmente estamos salvando vidas e intentando sobrevivir, en la espera de que cuando toda esta pesadilla termine podamos reanudar nuestras vidas como antes y poder vivir nuestros sueños, todo como era antes, con vacaciones, autos, joyas, lujos, compras, riquezas, cosméticos, comerciales y mucho mas … por eso, me pregunto “¿Que estamos en realidad desde casa en la actualidad cambiando dentro de nosotros para que cuando esta pesadilla termine hallamos de verdad transformado algo?” YORDANKA JASCHKE
DE ACUERDO
Hola Buenas Noches.
Muy buen logrado este Fotorreportaje de Jorge Luis . parece por lo que he visto que siempre esta detras de las noticias importantes , Gracias muy claras sus imagenes en estos momentos que todos luchamos contra la covid 19. cuidese para que continue regalandonos trabajos asi.
un saludos.
Sandra.