Historia de la cirugía: hundiendo el bisturí

Explorar a fondo en el oficio de los cirujanos es la esencia de un libro tan interesante como necesario. Uno de sus autores principales dialoga con BOHEMIA


Un recorrido histórico por hechos y figuras que hicieron posible el surgimiento y desarrollo de la cirugía, así como el rápido avance de esta en la mayor de las Antillas, ofrece a los lectores el libro Historia de la cirugía. Cuba y el siglo de oro de los cirujanos, publicado por la editorial Ciencias Médicas (Ecimed).

El volumen vio la luz en 2022 y está concebido para especialistas en esa materia y quienes la estudian, aunque también es de gran valor en la formación de estudiantes de Medicina. El doctor en Ciencias Orestes Noel Mederos Curbelo, especialista de primer y segundo grados en Cirugía General, y uno de los autores principales del texto –junto a los profesores Rómulo Soler Vaillant (1936-2022) y Eduardo José Molina Fernández–, explica a BOHEMIA que la cirugía en sus inicios fue una actividad esencialmente manual, que requería conocimientos transmitidos como un oficio de padres a hijos, por lo que fue subestimada hasta el siglo XVI.

El libro está concebido para quienes practican la cirugía o estudian esa especialidad, y es también de gran valor en la formación de estudiantes de Medicina. / Leyva Benítez.

“A partir de la solución de sus tres grandes y antiguos problemas: el control del dolor, la infección y la hemorragia, la cirugía se instituye como una especialidad médica reconocida y vital para la vida humana –refiere–. Entre 1850 y 1950 esta tuvo un creciente desarrollo por lo que ese período es llamado ‘el siglo de oro de los cirujanos’, y ya en nuestros días se habla de un segundo momento de esplendor de la actividad quirúrgica mundial”.

Relata el también profesor titular que en Cuba “existió una medicina basada en el conocimiento de los aborígenes durante casi cuatro siglos porque la Colonia no propició un desarrollo en este sentido. Entre 1836 y 1837 el médico cirujano Nicolás José Gutiérrez Hernández (1800-1890), fundador de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, realiza estudios en Francia y cuando regresa escribe un libro que tituló Breve manual de Medicina operatoria dispuesto en lecciones para el curso del año 1839.

“Empezaba a gestarse la escuela cubana de Medicina y a finales del siglo XIX, hablamos de 1890, Cuba comienza a mostrar cierto paralelismo con el mundo avanzado. Durante la república mediatizada empezaron a verse algunos elementos de desarrollo aunque localizados en La Habana, solo el triunfo de la Revolución en 1959 permitió fundar universidades y extender el conocimiento a todo el país.

“O sea, en 1850 estábamos en el último vagón y para llegar al primero tuvimos que correr dentro del tren –ilustra–. Eso es lo que queremos demostrar con este libro: el esfuerzo que se hizo para llegar al lugar donde  estamos”.

La idea de escribir el texto Historia de la cirugía… nació en el Hospital Universitario Comandante Manuel Fajardo, de la capital, donde se ha generado desde hace 15 años un movimiento para el rescate de la memoria histórica, relata Mederos Curbelo. Como fruto de esta labor surgieron encuentros científicos, cursos, y se creó la sección de historia de la cirugía de la Sociedad Cubana de esta especialidad, “no solo con el propósito de profundizar en el conocimiento sobre esos temas, sino también de rendirles respeto y honor a nuestros predecesores”.

Para encauzar el proyecto, añade el investigador, contaron con el apoyo del profesor e historiador del Ministerio de Salud Pública Gregorio Delgado García y del entonces Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler (1942-2020), quien tuvo a su cargo el prólogo del texto. En esas palabras introductorias, Leal afirma: “Cuba tiene mucho que lucir en este campo de la medicina. Posee una sólida escuela de cirugía de la cual nos enorgullecemos y a la que todos debemos. Cuando estuve a punto de perder la vida, las manos casi mágicas y el talento de los cirujanos cubanos me trajeron de vuelta. Con la fe intacta, ellos esconden bajo una serenidad de aspecto a veces impasible, el espíritu noble y el corazón generoso de las almas puras, piadosas y entregadas al prójimo incondicionalmente”.

Contribuir con obras como estas a la formación de las nuevas generaciones de cirujanos es lo que anima al doctor Mederos ante cada nuevo desafío. / Leyva Benítez.

Multiplicar el conocimiento

Luego de cuatro décadas de ejercicio profesional, el doctor Orestes Mederos asegura que descubrió su pasión por la cirugía cuando comenzó a ejercerla. “La primera condición para ser cirujano es que a ese médico le guste lo que hace. A un salón de operaciones uno entra y no sabe a qué hora va a salir. Mientras se opera a un paciente, o después, pueden aparecer complicaciones y hay que enfrentarlas y resolverlas, lo cual exige vocación y dedicación.

“El cuerpo humano está diseñado de forma perfecta y cuando se practica una intervención quirúrgica se rompe con eso. Por tanto el cirujano tiene que aprender y desarrollar las técnicas en función de la mejoría de una persona, pero ese conocimiento no es suficiente; el ingenio, la sensatez, son también cualidades esenciales. Todos los pacientes son diferentes, no aceptan de igual manera un procedimiento, tampoco tienen las mismas características morfológicas, por lo que cada uno de ellos requiere un enfoque particular”.

Confiesa el profesor Mederos que si pudiera volver el tiempo atrás, estudiaría historia de la medicina y, en particular, de la cirugía, más tempranamente.

“En ocasiones, el profesional emplea una técnica, la conoce bien, pero no sabe con profundidad quién la desarrolló, ni el camino que fue necesario recorrer para llegar a ese descubrimiento. La historia es apasionante y cuando se relaciona con la cirugía es extraordinaria. Hay cosas tan interesantes que cuando uno empieza a investigar se sorprende al ver cómo utilizando la lógica y la sumatoria de conocimientos se han logrado avances increíbles.

“Por ejemplo, un tema que me resultó fascinante durante la investigación para confeccionar este libro es el relacionado con la cirugía del esófago, una de las técnicas más complejas, a la cual me he dedicado durante años. Sin embargo, la visión que teníamos sobre sus antecedentes era incompleta, pues desconocíamos el papel importantísimo que tuvo en su desarrollo la medicina rusa, cuya contribución es  soslayada en textos de la literatura médica internacional”.

Por estos días, el doctor Orestes Mederos –quien dirige uno de los cuatro grupos de cirugía general creados en el Hospital Manuel Fajardo y, en específico, todo lo relacionado con la torácica– perfila un nuevo libro, en colaboración con otros especialistas, sobre el dolor abdominal agudo que estará destinado a la enseñanza de postgrado.

Con más de 200 artículos científicos publicados en revistas cubanas e internacionales, el médico considera que estos permiten dar a conocer los resultados de las investigaciones de forma inmediata, en cambio “el libro es un conocimiento asentado, basado en la experiencia de años. Y eso es parte también de la esencia de un cirujano: aprender, investigar y luego socializar los resultados y transmitirlos a las nuevas generaciones”.

Aporte inestimable
En 2018, Ecimed publicó el libro Cirugía, una gran obra de seis tomos destinada a la enseñanza de postgrado, cuyos autores principales son los doctores Rómulo Soler y Orestes Mederos. A partir de este texto, que mereció el Gran Premio de Salud 2018, se elaboraron manuales y libros de pequeño formato como: Cirugía: preguntas y respuestas, Manual en la atención del paciente con traumayLecciones traumáticas del corazón; esteúltimo un texto de consulta para ser usado en la atención de los cuerpos de guardia.
En 2012, el doctor Mederos Curbelo publicó su primer libro tituladoCirugía Torácica. Comentarios de casos clínico quirúrgicos, el cual fue reconocido en su momento con el Premio Nacional de Salud.
Actualmente se hallan en proceso editorial otros dos volúmenes que recogen el aporte inestimable de este profesor: Cirugía torácica general, comentarios de casos clínicos quirúrgicos, el cual incluye un atlas de procedimientos o técnicas quirúrgicas, y Algoritmos en la toma de decisiones en el diagnóstico y en las técnicas quirúrgicas de cirugía torácica, a fin de darle más herramientas a los especialistas.

CRÉDITO PORTADA

Con este texto queremos demostrar el esfuerzo que se hizo en Cuba para desarrollar la cirugía hasta llegar al lugar donde  estamos, afirma el doctor Orestes Mederos. / Leyva Benítez.

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