El rescate de Sanguily
El Mayor ordena una temeraria carga al machete y liderando la impetuosidad insurrecta, abre con 35 de los suyos una brecha entre los 120 peninsulares
Por Pedro A. García
Ignacio Agramonte conoce que el brigadier Julio Sanguily ha sido sorprendido por una tropa española y escoge a un pequeño destacamento, para liberarlo, a cuya vanguardia ubica al mambí neoyorquino Henry Reeve, el Inglesito, con cuatro fusileros, quienes descubren al enemigo a la altura de la finca La Esperanza, a unos 25 kilómetros al suroeste de la ciudad de Puerto Príncipe (hoy Camagüey).
El Mayor ordena una temeraria carga al machete y liderando la impetuosidad insurrecta, abre con 35 de los suyos una brecha entre los 120 peninsulares.
Los españoles se dispersan y dejan 11 muertos en el campo.
Solo uno de la tropa de Agramonte pierde la vida.
Se rescatan, además de Sanguily, otros cinco cubanos prisioneros de los integristas.
Años después, en uno de sus más hermosos sonetos, Rubén Martínez Villena versificaría: Alzóse un yaguarama reluciente./ Oyóse un grito de mando prepotente./ Y un semidios, forjado en el combate,/ ordenando una carga de locura,/ marchó con sus leones al rescate,/ y se llevó al cautivo en su montura.