Irán, pieza clave del mundo multipolar

Las sanciones unilaterales yanquis a Irán no tienen los efectos deseados. Mucho menos en Rusia y China, los otros dos vértices de un triángulo geoestratégico


Las absolutizaciones en política suelen derivar en aproximaciones sesgadas de la realidad; por eso las sanciones unilaterales estadounidenses a varios países terminan, en sentido general, en fracaso: si bien hostigan a gobiernos y pueblos, no inmovilizan. Al contrario, pueden hacer que las fuerzas productivas se revitalicen tras un ejercicio de subsistencia y en el plano de política exterior conducen a asociaciones estratégicas. Tal es el caso de la República Islámica de Irán y la Federación Rusa. Y en perspectiva, China.

Visto así, Teherán acaba de presentar un proyecto de acuerdo transcendental de aquí a 20 años con Moscú. En el futuro inmediato se proyecta una cooperación bilateral por valor de 40 000 millones de dólares, sinergia que se consolida a partir de una visión común sobre temas económicos, militares y nucleares con fines pacíficos. Por otra parte, como pieza clave se encuentra el gas iraní, pues la nación persa cuenta con las segundas reservas más grandes del mundo, después de Rusia, y para sacarle provecho y evadiendo los cercos estadounidenses el presidente de la compañía del gigante euroasiático Gazprom, Alexei Miller, arribó este 28 de febrero a Irán para reunirse con sus homólogos del sector de hidrocarburos. Estos desenvolvimientos equivalen a lo que en el argot popular se dice “una bofetada sin manos” al imperio norteamericano, ya que lo mismo Rusia como Irán soportan la carga de sanciones yanquis sin que estos tengan los efectos deseados, porque en comunión ambos, desde sus respectivas zonas, se han erigido en claves de los desempeños geoestratégicos. (1)

Uno en la región del Oriente Medio, haciendo frente a la siempre permanente amenaza de Israel y Moscú lo hace igualmente en sus apoyos a Siria. Sin embargo, Rusia también debe verse como un gran oponente frente a los desvaríos de los Estados Unidos por querer dominar el mundo. Por lo tanto, el memorando de entendimiento entre Gazprom y la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC, por sus siglas en inglés), rubricado en julio del pasado año y que ahora se somete a comprobación, es de vital importancia en el tablero geopolítico. Como si no bastara, y para burla de Washington, Irán termina de descubrir la primera reserva de litio del país, estimada en 8.5 millones de toneladas. Se trata de un metal valioso para las necesidades de la tecnología moderna. Es en este punto donde entra a jugar otro coloso asediado por los Estados Unidos, China, con el 60 por ciento de la producción mundial del mineral y líder global en refinación. (2)

Sin embargo, China no solo es un gigante económico; también lo es por su diplomacia; por ejemplo, acaba de proponer su plan de paz entre Moscú y Kiev, al que Rusia, –para menoscabo de la Otan y de la Casa Blanca– le está prestando especial atención. En cuanto a China, es parte del acuerdo nuclear con Irán, rubricado en 2015 y echado por la borda por Donald Trump. ¿Quién quita que de ahora en adelante vaya a jugar un papel más activo en el asunto? No yerra la visión popular: “Al que no quiere caldo, tres tazas”.


CRÉDITO PORTADA

Irán descubre reservas de litio, estimadas en 85 millones de toneladas. / jornada.com.mx

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