Tuvo un preludio, similar a aquel asalto de 1953. Pero esta vez, el refugio no fue una granjita o un pequeño hotel en venta, sino un teatro, el último de los Ocho Grandes de la Cuba colonial. El Terry de Cienfuegos acogía este 25 de julio una gala cultural que mostraría lo mejores exponentes musicales del territorio y retomaría –luego del período de aislamiento y extrema cautela– el espíritu de celebración que distingue la fecha.

La mañana de la Santa Ana cobraría color y vida en los rostros de estudiantes y trabajadores del sector de la ciencia, la energía, la construcción o la industria agrupados en la Plaza de la Ciudad, en el lateral del malecón cienfueguero. Y el conjunto de participantes, que incluyó también a las máximas autoridades del país y la provincia, fue el mejor homenaje a los héroes caídos en combate o acribillados por la dictadura tras su captura, aquel año del centenario del Apóstol.

Festejar el 26 de julio forma parte de la convicción cubana de que aquellos 63 hombres no están ni olvidados ni muertos y que por el contrario reencarnan en los protagonistas de las luchas actuales: contra la covid-19, el dengue, la crisis económica, la corrupción.

“Vamos a hacer un país mejor nosotros mismos”, convocaba el Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez durante el acto, consciente de que los problemas del país no va a resolverlos nadie más.

Son los líderes barriales los protagonistas en el enfrentamiento a la corrupción, en la implementación de la estrategia económica social y la vinculación con el pueblo, fundamentales en el ideal de justicia de nuestro sistema socialista, agregaba el también primer secretario del Comité Central Partido Comunista de Cuba.

Sin dudas, los retos son grandes, pero si existe prueba de la capacidad nacional es que, desde el último acto presencial por el 26 hasta la fecha, Cuba ha refrendado una nueva Constitución, ha redactado en consonancia un Código de Familias y ha elaborado tres candidatos vacunales para una enfermedad que en julio de 2019 era aún desconocida.

Cienfuegos tuvo sus dosis de protagonismo en esta gesta. En medio de la difícil situación, por ejemplo, ha sido de las pocas provincias que cumple el plan de viviendas y mantiene estable el funcionamiento de su refinería o su termoeléctrica, una esfuerzo que deberán mantener y unir a la batalla contra el creciente número de casos de dengue que vive la provincia y el país.

“Hemos sido convocados por la historia –expresaba Maridé Hernández López, secretaria del Partido en el territorio– para juntar nuestras voces y almas en  el cumplimiento de dichas metas.

Pero Cienfuegos no estará sola, y la mayor muestra fue el acompañamiento en este festejo del General de Ejército Raúl Castro Ruz, del Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y de otros representantes del Consejo de Ministros y entidades nacionales. Y a su vez, como expresan los miembros de la caravana Pastores por la paz y de solidaridad con el país, Cuba tampoco lo estará.