La (no) batalla de Joe Biden

El Partido Demócrata rechaza las predicciones de unas elecciones sombrías. / Los Ángeles Times
El Partido Demócrata rechaza las predicciones de unas elecciones sombrías. / Los Ángeles Times

Cualquier libro de Historia lo dice: las elecciones de medio término son malas para los demócratas. Casi siempre pierden terreno; así ha sucedido en todas las contiendas, excepto en dos, desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Quizás este año la batalla sea aún más desalentadora, con un flujo de inmigrantes insostenible, noticias críticas sobre Biden y una pandemia obstinada.

“A veces tienes un problema de mensaje y otras veces simplemente tienes un problema. En esta situación, (los demócratas) solo tienen lo segundo (…) Ningún eslogan o logro político único puede dar la vuelta a un entorno más amplio. Tendría que haber un cambio sísmico”, explica Matt Gorman, estratega republicano que dirigió las comunicaciones de la campaña en la Cámara de Representantes en 2018.

Sin embargo, los rivales aseguran que tendrán una buena estrategia para sus votantes: “Vamos a mantener la Cámara porque estamos cumpliendo con el pueblo estadounidense”, refiere el representante Sean Patrick Maloney, de Nueva York, presidente del Comité de Campaña Demócrata del Congreso. El funcionario destaca la distribución de vacunas y los esfuerzos para reducir los costos sanitarios.

Pero, incluso así, “se necesitan circunstancias únicas para redirigir unas elecciones de mitad de mandato”, apunta Stuart Rothenberg, editor de boletín político Inside Elections, y agrega: “No sé si va a ocurrir algo que sea tan impactante para la gente, tan sorprendente, que dé el material que necesitan para cambiar el rumbo de las elecciones”.

Los simpatizantes del partido en el poder están decepcionados porque las promesas de campaña no se han cumplido. / BBC
Los simpatizantes del partido en el poder están decepcionados porque las promesas de campaña no se han cumplido. / BBC

El reto del partido azul radica en que sus partidarios suelen estar decepcionados porque las promesas de la campaña anterior no se han cumplido. En ese sentido, las encuestas muestran varias decisiones impopulares. Por ejemplo, Biden no recibe buen crédito por sus decisiones económicas; de hecho, muchos norteamericanos creen que el mercado de valores está en malas condiciones por su causa.

Otra medida cuestionada por grupos sociales es la instauración hasta abril del presente año del controvertido y célebre Título 42, que permite la expulsión de los migrantes en la frontera. Sumado a ello, Biden hijo formó parte de la junta de Burisma Holdings, un importante productor ucraniano de gas natural, negocios puestos en picota pública por The New York Post y que constituyen objeto de investigación de la Fiscalía Federal.

La contraparte de la agrupación política del actual Presidente está  abocada a una tarea más básica: mantener el foco en el partido mayoritario. “La estrategia de los republicanos es muy sencilla: No meter la pata (…) No se conviertan en el problema y permitan que las elecciones sean un referéndum sobre el control demócrata de Washington”, dice Ken Spain, ex portavoz del Comité Nacional Republicano del Congreso.

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