Un vistazo histórico al interesante mundo de las mascotas deportivas

A nuestras vistas, ya se ha hecho habitual que cada cuatro años nos acompañen pictogramas, diseños de logotipos y los archiconocidos anillos olímpicos, unidos en señal de fraternidad entre los cinco continentes. Pero en medio de esta pléyade de símbolos, uno en particular resalta ante los ojos del espectador por sus peculiaridades: las mascotas olímpicas.

Desde que Shuss, un muñeco rojo, blanco y azul sobre esquíes, apareciera en los Juegos Olímpicos de Invierno en Grenoble 1968, las mascotas han sido una de las divertidas embajadoras del movimiento olímpico en cada una de sus competiciones.

Animales, muñecos, e incluso un robot imitación de un humano como en Tokio 2020. Pasando desde la primera de ellas, Waldi en Múnich 1972 (un perro salchicha), y otras más populares como el osito Misha en Moscú 1980, es el turno de las Phryges, mascota oficial de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, previstos a celebrarse en París 2024.

Con poco más de 600 días para que comience la próxima cita estival, las mascotas quedaron presentadas el pasado 14 de noviembre en París, capital de Francia. Las mismas fueron presentadas por glorias del movimiento deportivo en el país europeo como Michael Jeremiasz, campeón paralímpico de tenis en silla de ruedas; y Gwladys Epangue, medallista de bronce en taekwondo, ambos en Beijing 2008.

Las Phryges son unos pequeños gorros frigios, que representan los ideales libertarios e inclusivos, así como la habilidad de las personas en apoyar causas grandes y significativas. Estás engalanadas de azul, blanco y rojo, colores de la enseña nacional, y el logo dorado de París 2024 en su pecho. También tienen unos expresivos ojos, creados por una escarapela de Francia, una divisa compuesta de cintas que es el adorno nacional francés.

Bajo el lema “Solos vamos más rápidos, pero juntos llegaremos más lejos”, la Phrydge olímpica y su compañera paralímpica se complementan entre sí y se hacen mejor la una a la otra. Contagian los valores del deporte y estarán allí en todas las sedes del magno evento deportivo.

La Phrydge paralímpica tiene una prótesis, lo que le hace ser un modelo a seguir para muchas personas, además de dar la máxima visibilidad a aquellas discapacitadas. A decir en la conferencia del pasado día 14, ella es espontánea y está llena de energía y entusiasmo.

De lo que no hay dudas entre tanta carga semiótica, es que estas nuevas mascotas tienen la misión de comenzar una revolución dentro del movimiento deportivo mundial, atemperado a los cambios que se producen en la sociedad: Muestran al mundo que el deporte puede cambiarlo todo y que no existen barreras para su práctica.