Los refranes son premisas, algunos sin base o comprobación alguna, que en determinados momentos rigen nuestras vidas. Así repetimos para el consuelo propio que No hay mal que por bien no venga cuando fracasamos en alguna misión. De esta manera, esas cápsulas clichés son parte de nuestra existencia y cotidianidad.
En el deporte, como parte de nuestras vidas, también existen estas sentencias. Por ejemplo, el ariete inglés Gary Lineker decía en el año 1990, tras la eliminación de su equipo en la Copa del Mundo, que: “El fútbol es un juego de 11 contra 11 y siempre gana Alemania”. Así se regó y ante los ojos del espectador, la máquina futbolística alemana continúa siendo una verdadera pesadilla.
Pasó el tiempo y un águila sobre el mar, y las piezas de la artillería germana parecen haberse oxidados. Si bien, en todo evento de fútbol a nivel mundial, siempre hay que contar con Alemania como favorita, lo cierto es que todo imperio (no lo digo yo, lo dice la historia) un día debe caer. Y tal parece ser el caso de los bávaros, quienes desde 2014, cuando levantaron su más reciente Copa del Mundo, parecen haber caído en una crisis deportiva que ya lleva ocho años.
Ni Nostradamus, Habacuc o cualquier otro profeta habría podido imaginar lo sucedido en todo este tiempo. Si Jeremías1 hubiese pregonado en Marktplatz que Alemania sería eliminada en la fase de grupos en Rusia 2018; o que perdería contra equipos como Macedonia, Japón o Sudcorea, más que enemigo, sería tildado de loco.
Cuando Hansi Flick llegaba a los banquillos alemanes el pasado año muchos recuperaron la fe en su selección, confiados de que el ex estratega del Bayern Múnich haría de su nuevo equipo una trituradora ante sus rivales, como pasó a nivel de clubes. Pero nada de eso pasó y hoy Alemania duerme en el último lugar del grupo E con solamente un punto acumulado, saldo de una derrota (sorpresiva ante Japón) y un empate en sus dos partidos previos.
Este domingo los teutones salieron a la cancha del Al Bayt Stadium a enfrentar a España en su segundo partido en la ruta mundialista. A primera hora habían recibido una buena noticia: Si perdían, ya no estarían matemáticamente eliminados, mas imagino que una selección tetracampeona del mundo no queda conforme con haber tenido que apelar a una calculadora…
Durante los 90 minutos reglamentarios se vio más de lo mismo: Alemania atacando, pero sin tino alguno. ¡Cómo extrañan a Toni Kroos! ¡Cómo se extraña un jugador de la talla de Miroslav Klose para meter los goles!
Individualidades sobran; no obstante, esta desgracia de cara al gol es esto: falta de generación de juego y ausencia de un goleador. En Alemania, ahora mismo, no existe quien rompa las líneas con un pase, ni quien destroce las redes.
Un solitario gol de Niclas Füllkrug ponía la igualada final en el marcador para su equipo al minuto 83, después de que un gol de Morata sobre la hora ponía a España por delante. Ni Havertz, ni Thomas Müller (desaparecido en el encuentro), favoritos por Flick para la plaza de delanteros centro, han podido quebrar las porterías rivales hasta ahora. ¿Será la hora de la titularidad para el 9 del Werder Bremen?
Bueno, no olvidamos que Gary Lineker se rectificó y dijo que ya no siempre ganaba Alemania…
No está eliminada ni mucho menos. De hecho, el grupo E, definirá sus dos clasificados en la siguiente ronda en su próxima fecha el jueves día primero. Allí los europeos se enfrentarán a Costa Rica, necesitados de una victoria para seguir con vida. A todas estas, visto el nivel de juego de los bávaros, se me ocurre una pregunta, y parafraseo con una popular frase en el argot juvenil cubano: ¿los tanques siguen siendo tanques?
1Jeremías: Profeta hebreo, autor del volumen de la Biblia en el Antiguo Testamento conocido como el Libro de Jeremías. Famoso por alertar sobre la destrucción de Judea y el Templo de Jerusalén. Por tal razón fue visto como un enemigo por los reyes de la época.
