¡Un poquito de paciencia! Claro que vamos a hablar del título (será quizás como el plato fuerte de esta nota). Pero antes, a modo de aperitivo, debemos comenzar recordando un viejo refrán: “A falta de pan, casabe”. Y eso lo vamos a explicar ya sin demora…

La lucha, deporte priorizado en nuestro país, debía celebrar este año sus campeonatos nacionales en Santiago de Cuba (5 al 13 de junio). Sin embargo, se suspendieron cuando ya casi todos los protagonistas tenían las maletas preparadas, y no hay exageración periodística.

¿El motivo? No existían las condiciones en ese momento para el traslado de toda la caravana. Surgió la idea (el casabe) de organizar enseguida, nada más y nada menos que en el Coliseo de la Ciudad Deportiva un Torneo Todos Estrellas, del 9 al 14 de junio.

Y nos fuimos para el Coliseo, donde vimos, entre otros, a un hombre a quien hace poco le dieron tremenda responsabilidad, una especie de clavo caliente (aunque se trate de un deporte que marcha bien). Sí, Martín Torres Peguero, nuevo comisionado nacional y presidente de la Federación Cubana, con experiencia de 48 años ligado a los tackles (desde los 12). Viene con mucho entusiasmo. Extraña a Pinar del Río. No se va a quedar para siempre en La Habana. De eso también hablaremos después…

Sin decepciones

“Este fue un evento que lo hicimos un tanto para suplir el déficit de la primera categoría, que se suspendió por problemas de transportación. Fue Excelente. Aquí participaron los seleccionados nacionales de los tres estilos, más atletas de provincias, talentosos, de perspectivas inmediatas, que tienen posibilidades de ascender al equipo nacional, el cual se va a renovar próximamente. Exitoso también desde el punto de vista logístico.

“Ahora nos concentramos en la preparación para el mundial, en Serbia, del 10 al 18 de septiembre. Llevaremos, en dependencia de las posibilidades económicas, a las principales figuras.

“Después vendrá un evento muy importante para Cuba, que es la clasificación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2023. Ahí vamos con la aspiración de hacerlo en las 18 divisiones y a un primer lugar por equipos”.

–Quedó claro: participaron los miembros de las preselecciones nacionales más atletas de provincia.

–Asimismo. Los mejores del país ya están en las preselecciones nacionales y, además, se invitaron a atletas de provincia a los cuales les estamos dando seguimiento desde los Juegos Escolares Nacionales y a otros de los Primeros Juegos Panamericanos Juveniles.

–¿Fecha y lugar de esa clasificación?

–Primera quincena de noviembre, en República Dominicana.

–¿Qué se exige para lograrlo?

–Ubicarse entre los siete primeros en cada división.

–Ahhh… salvo una lesión debemos clasificar en todas.

–Sí. No obstante, debemos tener presente que hay muchos países preparándose muy bien. Están México, Colombia y Puerto Rico, que ahora los vimos desempeñarse con calidad en el Campeonato Panamericano, efectuado en Acapulco, México.

–Si en lugar de comisionado, fueras periodista y tuvieras que escribir acerca de lo más colorido sucedido ahora…

–En la grecorromana la actuación del holguinero Ángel Miguel Llorente. Está tocando a las puertas de la preselección. No creo haya llave para ponerle el cierre y no pueda entrar. En la libre Geandry Garzón hijo lo hizo muy bien, el más destacado del estilo.

“Hay otro que no podemos perder de vista: Arturo Silot. Tuvo una destacadísima actuación en el panamericano, gran combate ante el estadounidense Kyle Snyder, campeón olímpico y mundial, impresionó a todo el mundo. Y ahora obtiene aquí el primer lugar, fue campeón de los Primeros Juegos Panamericanos Juveniles. Hay que darle seguimiento y tratamiento”.

–¿Algunos de los luchadores decepcionó?

–No creo. Si no ganó la primera figura, lo hizo la segunda. Todo dentro de lo que se esperaba.

Otros temas

–¿Las mayores posibilidades de medallas en el mundial?

–El la libre masculina Alejandro Valdés, en 65 kilogramos. En la femenina no debemos encontrarnos entre los primeros.

“Las máximas aspiraciones son en la grecorromana. Oscar Pino, candidato al título, ha estado próximo a ello en varias ocasiones. Tiene dos medallas de bronce y una de plata. Este año se está preparando bien, ha hecho algunas giras de preparación y esperamos llegue de nuevo a la discusión del título.

“Y, claro, Luis Orta, el campeón olímpico de los 60 kilogramos, quien se está preparando en 67. Puede ser, en dependencia de la estrategia de los entrenadores, que tire en 63 o 67. Si lo hace en 67 hay muchísimos candidatos establecidos. Quizás vaya en 63”.

–La de 63 no es una división olímpica.

–No. Puede ser que vaya en ella como preparación. Y también es posible que Daniel Gregórich nos dé un alegrón. Todo se encuentra en dependencia de las posibilidades económicas, de los atletas que podamos llevar”.

–¿Ve a Mijaín López compitiendo en los Juegos Olímpicos de París 2024?

–Bueno, a Mijaín lo vamos a ver en París y mucho más allá también porque está en excelentes condiciones. Que pueda ganar una medalla de oro. No vamos con él ni siquiera por una de plata.

–¿No solo lo ve ganando en París?

–Bueno… ya es difícil después. Se mantiene entrenando y goza de perfecta salud.

–Cuando hablamos… ¿qué tiempo lleva de comisionado?

–Tres meses.

–Gran responsabilidad por la fuerza de la lucha. ¿Cómo puede darse continuidad a un trabajo exitoso de años?

–La hemos aceptado como una gran misión porque hay que mantener o superar los logros de Cuba hasta este momento. Es un poco difícil, mas confiamos en el trabajo que hay en la base y en los seleccionados que hay. Es una tarea que no hace uno solo. Dependemos mucho de lo que se está realizando desde la base. Y confíen que la lucha va a seguir dando medallas.

–¿Dónde vive en la Habana?

–En casa de unos familiares. Las aspiraciones, cuando termine, son volver a mi provincia. No sé qué tiempo estaré aquí. Pero yo regreso. Desde que me llamaron fue incondicionalmente a trabajar por la lucha. Nunca pedí nada a cambio”.

Una curiosidad: Luis de la Portilla, destacado comisionado anterior, trató de que convencieran a Torres para asumir el cargo. En esa tarea se enroló Elizardo Ríos Morales, jefe de Reglas y Arbitraje en Pinar, profesor de lucha durante más de tres décadas en su Facultad de Cultura Física, ligado a él por más de 40 años.

“Dije que no. Siguieron hablándome. A los 15 días respondí sí, con la esperanza de que seleccionaran a otro de los propuestos”. Sin embargo, lo escogieron a él. Y ahí se encuentra… ¡luchando!