ARGENTINA: Binomio que puede resultar
Las elecciones presidenciales apuntan a un giro de 180 grados para el rumbo del país

Altas probabilidades de victoria en el balotaje. (infobae.com)
Por MARYAM CAMEJO
Era la favorita, sin duda. Las encuestas lo corroboraban y, de un día al otro, sin que nadie lo esperara, Cristina Fernández anunció en redes sociales que no se postula para la presidencia sino que entra en la carrera por el poder en un binomio con el peronista Alberto Fernández, quien se desempeñó como jefe de gabinete durante todo el Gobierno del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) y en el primer tramo de su primer mandato (2007-2015).
“La decisión de Cristina es un acto de realismo. Ante una Argentina en emergencia por su situación económica y financiera […] decidió oxigenar la fórmula poniendo al frente a una figura más moderada”, dijo a IPS el sociólogo y analista de opinión pública Ricardo Rouvier.
Observadores han dicho que la elección de un hombre que ha sido crítico de ella demuestra apertura tanto de cara a la sociedad como a los factores de poder permanente, con los que Alberto tiene buen diálogo. En el primer acto de campaña el precandidato dedicó sus palabras iniciales a Cristina, según expresó para reconocerle “la grandeza que ha tenido de pedirme que me haga cargo yo, y la grandeza que tuvo de acompañarme. Gracias, Cristina”.
De ganar dicha fórmula, tienen muchos y grandes desafíos por delante, porque la gestión del actual presidente Mauricio Macri, como es sabido, se ha caracterizado por endeudamiento del país, ajustes, tarifazos seguidos de protestas en las calles, en fin… El binomio deberá lidiar con la pesada herencia del macrismo, generar mecanismos de fortalecimiento progresivo de la industria nacional, mejorar salarios y lograr mayor consumo interno.
Por otro lado, se requiere recomponer la institucionalidad en pro de reconstruir el Estado de Derecho. En la justicia, por ejemplo, se necesita un giro radical en la manera como se han estado llevando los procesos bajo la actual administración, que ha respaldado la judicalización de la política. En el ámbito internacional, también se precisará un viraje paulatino para insertarse más eficaz, soberana e inteligentemente en el contexto actual.