COVID-19
Isla de la Juventud, zona roja
La mayor tasa de incidencia de la enfermedad en el país sigue marcando al territorio pinero

El barrio recibe a madre e hijo recuperados de la COVID-19. (Foto: RACHEL JUNCO).
Por LISET GARCÍA
(Con la colaboración de SERGIO ISIDRO RIVERO)
Los días de zozobra e incertidumbre han ido pasando. Desde el 13 de abril en que se restringió el movimiento de más de 8 000 habitantes en dos demarcaciones de la Isla de la Juventud, tras la detección de los primeros casos positivos a la COVID-19, ha pasado un mes y todavía queda la sensación del encierro que tuvieron que sobrellevar, a sabiendas de que les quedaban motivos para la esperanza. Tanta que, transcurrido ese período, el territorio lleva diez días (al momento de escribir este trabajo) sin reportar casos positivos.

Mensajeros llevan los alimentos en el área aislada del Consejo Popular Pueblo Nuevo. (Foto: LEONIDES CABALLERO).
Las ocho manzanas de los Consejos Populares urbanos Pueblo Nuevo y Abel Santamaría, en Gerona, la capital de la Isla, se mantuvieron cumpliendo las medidas incluidas en el plan para la prevención y control del nuevo coronavirus, a fin de evitar su propagación.
Arduo fue el quehacer del personal de la salud, de los trabajadores de comercio, de estudiantes y profesores universitarios, de las autoridades territoriales y de las fuerzas del orden. Al prohibirse el movimiento de las personas fuera de las viviendas les fueron acercados a las casas los productos de primera necesidad. No solo pan, viandas, vegetales y productos de aseo y de la agroindustria, también, cárnicos, otros alimentos e insumos que ofertan las tiendas recaudadoras de divisa.
Se dispuso la esterilización con solución clorada en los accesos a esa zona, en aceras, en las escaleras y pasamanos de los edificios multifamiliares. Asimismo, se determinó que los desechos hogareños se evacuaran en bolsas selladas y desinfectadas.

Punto de desinfección en la comunidad Patricio Lumumba. (Foto: GERARDO MAYET).
También, se restringieron los movimientos y las actividades en otra zona declarada en cuarentena después, el reparto Ángel Alberto Galañena, en el poblado de La Fe, donde en 13 edificios con 559 apartamentos fueron confirmados nueve casos. Se aplicaron medidas similares a las adoptadas en la capital local. Tener la mayor tasa de contagiados del país por cada 100 000 habitantes ha llevado a las autoridades gubernamentales y sanitarias a hacer cumplir en la Isla tácticas inteligentes para frenar la enfermedad.
Como ha sido práctica en todo el país, los médicos no esperan por el coronavirus, salen a buscarlo. De ahí que diariamente se haya mantenido la pesquisa del personal sanitario en esos barrios, para que no quede nadie con síntomas respiratorios o febriles sin ser visto.
Lo sucedido al paciente que llegó al hospital municipal cuando ya no había tiempo para salvarlo, no puede volver a suceder, es una máxima en Cuba y en su segunda mayor isla, donde residen unos 87 000l personas. El panorama allí parece ir cambiando para mejor, sin que eso signifique bajar la guardia. Así, declaran que de los 42 diagnosticados ya están de alta clínica 31, y se mantienen 10 hospitalizados. En la Isla trabajan, intensamente, para que la zona roja sea historia.
- Brigadas de estudiantes de la Universidad Jesús Montané Oropesa distribuyen productos al vecindario en cuarentena. (Fotos GERARDO MAYET).
- Autoridades del Consejo de Defensa Municipal recorren el barrio donde las familias cumplen las medidas de aislamiento. (Foto: RACHEL JUNCO).
- El cumpleaños del médico Lisandro Rodríguez, especialista en Medicina Interna del Hospital Héroes del Baire, no pasó por alto para sus compañeros mientras cumplían el periodo de aislamiento luego de atender en la zona roja a enfermos de la COVID-19. (Foto: EDUARDO PÉREZ).
- Pineros aplauden a los trabajadores que salvan vidas, a las nueve de la noche. (Foto: KARELIA ÁLVAREZ).