Agua en el centro de Cuba
Para usar mejor ese recurso natural, cada vez más escaso a escala mundial y asegurar con él más producción y mayor satisfacción de necesidades, la universidad cubana abre nuevas alternativas de formación y capacitación

La práctica demuestra que no siempre ni en todas partes se usa racional y adecuadamente el agua.
Texto y fotos PASTOR BATISTA VALDÉS
No ajena a la preocupante tendencia mundial que sigue delineando el agua, así como a insuficiencias que impiden un uso más racional de ella en los procesos productivos de la nación, la educación superior cubana sigue aunando esfuerzos con el Ministerio de la Agricultura, en aras de preparar mejor al elemento humano y responder en mayor grado a las necesidades.
Con ese propósito, por ejemplo, el país decidió abrir una nueva carrera de ciclo corto (dos años) para la formación del Técnico Superior en Agua y Saneamiento, con sede en cinco instituciones del archipiélago: la Universidad Tecnológica de La Habana, José Antonio Echeverría (CUJAE); la Universidad Central Martha Abréu de Las Villas, así como las ubicadas en Ciego de Ávila, Holguín y Santiago de Cuba.
Esa puede ser, sin duda, una vía para ir superando de forma progresiva la depresión que, según directivos y expertos, presenta hoy la fuera calificada.
Baste saber, por ejemplo, que a finales de 2019, de los más de 24 300 trabajadores de la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) Agua y Saneamiento apenas el 9,8 por ciento eran graduados universitarios y el 20,9 por ciento, técnicos de nivel medio.

Fidel siempre tuvo meridiana claridad en torno a ese recurso natural insustituible.
Con necesidades no menos visibles, el entorno agrícola también puede y debe aprovechar las posibilidades que abra la educación superior.
Pienso en los cursos de riego que Cuba se propone introducir en red, con despegue por las provincias orientales y extensión, luego, a las demás.
De acuerdo con información comentada por el joven Doctor en Ciencias Yurisbel Gallardo Ballat, Rector de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez, esos cursos tendrán componentes teóricos (en red) y prácticos (directo en el terreno) y estarán concebidos, fundamentalmente, para quienes trabajan en esa actividad y necesitan un mayor dominio o desenvolvimiento dentro de ella.
Ubicada en el centro del archipiélago cubano, bendecida naturalmente por sus fértiles suelos, por la riqueza del manto freático y por tener el único Centro de Estudios Hidrotécnicos en la nación, Yurisbel opina que Ciego de Ávila puede ofrecer valioso aporte, al disponer, además, de personal docente y de profesionales, en general, aptos para transmitir conocimientos.
La intención de que todas las tesinas propongan soluciones concretas a problemas reales de la base productiva, concuerda con el empeño nacional por hacer un uso más eficiente del agua y de recursos que la economía destina a la producción de alimentos y al aseguramiento de otras necesidades básicas de la población.
Eliminar los salineros de agua. Utilizar sistemas de riego más eficiente. Incrementar la plantación de árboles maderables autóctonos para combatir el cambio climático. Utilizar bioproductos naturales que protejan los suelos. El empleo de las energías renovables. El tratamiento del agua para su reutilización en la agricultura ecológica para el consumo humano animal.
MUY CORECTO EN SUS ANALICES ,HOY POR HOY HAY EQUIPOS QUE PRODUCEN AGUA DEL AIRE QUE NOSOTROS RESPIRAMOS , CUENTAN DINERO PERO VALE LAS INVERCIONES PURIFICACION DEL AGUA DEL MAR TAMBIEN SE UTILIZAN EN GRANDES AGRICULTURAS Y DA BUENOS RESULTADOS HASTA EN LOS DESIERTOS Y LA CANALIZACION DEL AGUA TRERLAS DE OTROS LUGARES DONDE HAY GRAN CANTIDAD Y NO DEJAR QUE EL AGUA SE REGRESE AL MAR , ES LO MAS CORRECTO , GRACIAS
Sanear las cuencas hidrográficas de los ríos, afluentes y lagunas.
Barreras de manglares. Dique artificial que impide las penetraciones de agua salada.
Así es, amigos lectores de nuestra revista. Debemos defender cada día más el agua como recurso natural que sigue escaseando a escala internacional. Pero, sobre todo, debemos defender cuánta idea, llevada a la práctica, contribuya a usarla del modo más óptimo.