¿Apocalíptico fin el del capitalismo?
Por EDUARDO MONTES DE OCA
Uno cita los datos con la ira a toda máquina: mientras 800 millones de personas, o más, pasan hambre en todo el mundo, el volumen de víveres que se desperdician cada año es de 1 300 millones de toneladas, casi un tercio de la totalidad planetaria, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Aunque a ratos surgen medidas dignas de encomio, en buen romance deben considerarse tibias. Estas brotan precisamente en los territorios industrializados, los que más pitanza derrochan. Como comenta José María Gómez Vallejo en las digitales CCS y Rebelión, en los últimos tiempos la sociedad civil ha ejercido un importante papel en la concienciación, gracias al activismo de muchas entidades y grupos ecologistas, al extremo de que ha llegado al Parlamento Europeo el análisis para que se elabore una legislación reductora de tamaña pérdida. A Francia le toca el honor de ser la primera nación en obligar a los supermercados a donar lo “sobrante” a las ONG y bancos al efecto. Pero esta disposición contrasta con falta de voluntad ejecutiva de la UE.
Culpa de los grupos liberales, “populares” y socialdemócratas –se encrespa Gómez–, las iniciativas de esa índole quedan en meras recomendaciones, sin capacidad para exigir a los países miembros la adopción de medidas concretas. Por eso, en buena medida, el desinterés y el abandono de las funciones de la Unión Europea, cuando el 20 por ciento de lo cosechado y lo elaborado se pierde y el 10 por ciento de la población del Viejo Continente afronta dificultades para garantizar el yantar.
Ahora, entendamos que la UE supone solo un ejemplo entre los más desarrollados, uno de los tantos exponentes de un problema harto globalizado. No en vano la propia FAO no duda en calificar de máximo responsable del statu quo el actual modelo de producción masiva, que excede a la demanda… En los estados “señeros”, los “bendecidos”, por supuesto.
Nos preguntamos dónde nos hemos topado con esto antes. ¿No será en la obra de los conocidos padres de la filosofía de la praxis? Lo cierto es que hoy los supermercados desechan las unidades que no logran una apariencia perfecta, e incluso exponen las que no se van a aprovechar, por el hecho de que una estantería llena vende más.
Y si es cierto que, al decir de personas tales Manuel Brusacas, activista y promotor de la campaña “Stop al desperdicio de comida en Europa”, traído a colación por Gómez Vallejo, todos podemos poner de nuestra parte para evitar que “cada hogar europeo arroje a la basura entre 300 y 400 euros de comida al año”, no es menor verdad que no se puede equiparar la responsabilidad de la ciudadanía con la de las cadenas de distribución. En sí, explica la periodista y escritora Nazaret Castro, si no debemos cejar en la búsqueda de alternativas de consumo más justas y saludables para el planeta, no olvidemos que el sistema juega a colocar las responsabilidades en las espaldas de los individuos, cuando hablamos de un problema político y social de dimensiones universales.
Porque lo que se esconde tras el evidente despilfarro es el dispendio exagerado que impone el modelo capitalista, “donde –concluye Gómez– no se produce sobre la base de las necesidades, sino por la búsqueda del máximo beneficio, sin preocuparse por el medio ambiente ni por las personas. Obligar a las empresas del sector a que destinen el excedente para aquellos que no tienen es un primer paso, pero no es ni mucho menos la solución. El hambre no se combate con caridad, sino con políticas que reduzcan la pobreza y posibiliten a todo el mundo el derecho al acceso a los alimentos”.
Empero, ¿podremos esperar que tal formación económico-social se digne por sí sola a deshacer ese entuerto? No, si tomamos en cuenta obras tales ¿Cómo terminará el capitalismo?, del sociólogo alemán Wolfgang Streeck, que, reseñada por Alex Roche en CTXT, nos brinda una versión apocalíptica del fin de un régimen que ha esquilmado a la humanidad desde la mismísima acumulación originaria de capital.
Si bien nos permitimos la duda en cuanto a lo que plantea Streeck sobre la era postcapitalista como un interregno inestable e ingobernable, en el que los seres humanos, abandonados a su suerte, podrán ser golpeados por el desastre en cualquier momento –esperemos que las izquierdas confluyan en una salida idónea–, no podemos menos que concordar con él en que el proceso de la descomposición ya está en curso. Sabiamente, Roche entresaca del texto el argumento de que el capitalismo “avanzado” de los países de la OCDE ha ido tambaleándose de crisis en crisis a partir de los años 70 del siglo pasado.
“Cada crisis, elemento consustancial del sistema, se iba metiendo en un cajón, de modo que la solución temporal que se encontraba acababa abriendo otro cajón en forma de otra crisis, y así sucesivamente. La manta con la que los gobernantes han tenido que maniobrar es demasiado corta: si intentaban taparse los pies de la economía, con medidas impopulares exigidas por los técnicos, se destapaban el pecho de la política, pues causaban el descontento del electorado. El desequilibrio entre economía y política es intrínseco”.
Conforme al glosado autor germano, desde 2008 vivimos en la última etapa de esta continuidad de cracks. Al entregarnos su visión del libro, Alex Roche subraya reflexiones de tino, entre ellas que “el estancamiento económico, la deuda y la desigualdad –‘los tres jinetes del apocalipsis del capitalismo contemporáneo’– continúan devastando el paisaje económico y político. Hoy, el endeudamiento conjunto es más alto que nunca y la ‘recuperación’ […] no es más que la sustitución de desempleo por empleo de baja calidad”.
Con respecto a la desigualdad sistémica, está alcanzando tal nivel, denuncia Streeck, que “los más ricos pueden considerar, con razón, que su destino se ha vuelto independiente del destino de las sociedades de las que extraen su riqueza y que, por tanto, pueden permitirse dejar de preocuparse por sus conciudadanos. Para mantener esta situación, los megarricos utilizan diferentes estratagemas. Por ejemplo, compran legitimidad social mediante actos de filantropía que en parte llenan los huecos en servicios sociales que deja su propia evasión de impuestos”. Actos de filantropía entre los que se incluirían las medidas galas sobre la repartición de condumio a los muchos ayunantes.
Mas lo anterior no es sino mera porción de un conglomerado en el cual “al mismo tiempo que la secuencia de crisis iba avanzando –en el leal saber y entender de Streeck, con quien comulgamos–, el matrimonio de conveniencia entre el capitalismo y la democracia se iba deshaciendo. La toma de decisiones relativas a la distribución de recursos escapó del ámbito de la acción colectiva hacia una esfera más remota y opaca controlada por ejecutivos de bancos centrales, organizaciones internacionales y reuniones intergubernamentales de ministros”.
La viabilidad del modelo keynesiano (regulador) que rigió en los decenios posteriores a la Segunda Guerra Mundial, acota, dependía del poder político y económico que los trabajadores eran capaces de ejercitar en las economías nacionales, más o menos cerradas de aquella etapa. “Con el fin, en los 70, de esta época dorada de crecimiento, las clases pudientes dependientes del beneficio empezaron a buscar una alternativa y la encontraron en la globalización. El capital presionó para ir a un nuevo modelo de crecimiento basado en la redistribución de abajo a arriba”.
De esa guisa principió el camino hacia el neoliberalismo, “como una rebelión del capital contra el keynesianismo. Las menores tasas de crecimiento eran aceptables para los nuevos poderes siempre y cuando fueran compensadas por mayores tasas de beneficio y una distribución de recursos cada vez más desigual. La democracia se convirtió en una amenaza para este nuevo modelo y por tanto tenía que ser desconectada de la economía política”. Así nació la “postdemocracia”, que Streeck caracteriza con una frase más que ingeniosa: “Ahora los Estados están situados dentro de los mercados, en vez de los mercados dentro de los Estados”.
Sucede que la industria financiera, al explayarse, escapó del control democrático, convirtiéndose en un mando privado que mangonea a las comunidades nacionales y a sus gabinetes. Hoy, la democracia puede ser concebida como una lucha entre dos “electorados” –los ciudadanos de los Estados y los mercados internacionales– en la que el poder del dinero ha quedado por encima del poder de los votos. La democracia, se lamenta el pensador, ha perdido su carácter redistributivo e igualitario, por lo que en importantes aspectos es indiferente quién gobierne.
“Esta pseudodemocracia sirve para aparentar que la sociedad capitalista es producto de la elección popular, cuando en realidad hace tiempo que el control democrático ha desaparecido. Así, la ‘democracia’, vaciada de contenido sustancial, se convierte en una sucesión de debates estériles sobre los estilos de vida y características personales de los políticos y otras cuestiones culturales”.
Remarquémoslo: lo postrero nos hace desconfiar de cosas como la burguesa filantropía de distribuir a ONG y bancos al efecto los alimentos “sobrantes”. ¿La alternativa? Una operación quirúrgica que no concordaría, eso no, con la idea de un postcapitalismo caótico, ingobernable. Para conjurar ese pronóstico tendrían las izquierdas que resolver su fraccionamiento y apuntar al unísono por federadas sociedades planificadas ante la sempiterna sombra de la barbarie. ¡Por el socialismo!
Sumados lo conseguiríamos.
Clásico del capitalismo, es necesario que para que perdure tenga siempre que producir por producir, ganar por ganar, sin importar las consecuencias. Todos quieren producir para no quebrar, no importa si se acaba con el medio ambiente, con todos los recursos naturales, lo que importa es ser rentables. Recuerdo el caso de España, durante la crisis de los 80’s. Se le daba mantequilla a las vacas!!!! Había tanta mantequilla que nadie la compraba, no se le podía regalar a los pobres, porque sino compraban menos… ¿La solución? Dársela a las vacas, así aumentaban la producción. En Tenerife se botaban los plátonos por los farallones que daban al mar. No se dan cuenta que así se va hacia la destrucción. Concuerdo con el filósofo que dijo: Se dice que el socialismo es el tren que corre hacia el comunismo. Pues bien, el capitalismo es el tren que corre hacia la destrucción y el socialismo los frenos que evitan esa destrucción. Más socialismo, más planificación, más control estatal, es lo que necesitamos
El problema con el socialismo es que se aleja bastante de ser la fase más avanzada de la sociedad. No ha podido demostrar que es un mejor sistema de producción social. Su marcha es demasiado tortuosa y tasa por lo bajo los consumos, sin que entusiasme el poder creativo de la gente. Nadie ha podido descifrar esto, cosa de desatar las fuerzas productivas en avalancha creciente. Cuando Rusia ganó la carrera por llegar a la luna frisaba una esperanza de ser superior en lograr nuevos enclaves, pero luego declinó y cayó estruendosamente. Marx tenía razón: solo podía haber socialismo efectivo si la revolución triunfaba en las economías más desarrolladas que fue precisamente donde falló. La burguesía supo que Marx tenía razón y permitió triunfos pírricos en la periferia subdesarrollada para luego aprovecharse como está haciendo con Rusia, China,etc., mercados que el socialismo les brinda en bandeja de plata.
En cuanto al capitalismo, nos tiene en la peor crisis: el Cambio Climático. La consigna del socialismo ahora no es liberar las cadenas del proletariado. Es salvar el planeta. ¡Una tarea monumental!
¿Qué formas de producción podrá inventar el socialismo para lograrlo? Otra vez volveremos a Marx. Las soluciones están en las sociedades capitalistas más avanzadas, aunque leídas de una manera socialista.
Obviamente esto es una hipótesis.
No creo concordar con ud. Carlos. Quizás recuerdes esta frase: “al capitalismo no se le puede dar ni un poquitico así”. Si en algo se equivocó Marx es que el capitalismo no marcha hacia su destrucción para darle paso al socialismo, yo creo que el capitalismo marcha hacia la destrucción del planeta y de la especie humana, y por el socialismo tenemos que pelear, no viene solo. Claro que el mercado se desembuelve bien el en capitalismo, hay una relación simbiótica entre ellos. Lo sucedido no en Rusia, sino en la URSS nada tiene que ver con el camino del socialismo. Si te fijas no fue la enfermedad quien mató al paciente, sino la medicina, además recorrer solo parte del camino no quiere decir que el camino esté mal. Nadie puede decir cuando nació el capitalismo, si fue en Inglaterra en el siglo 17, si fue en la Francia napoleónica, si fue durante la revolución industrial alemana… de igual forma nadie pede decir que el socialismo haya empezado en la URSS y terminado ahí, queda historia por delante ¿mo crees? Lo que sí no podemos pensar que el socialismo es algo ya hecho, terminado, como ya te dije… por el socialismo hay que pelear… y no solo para llegar a el, a veces es más necesario para mantenerlo. Lo sucedido en Rusia al final fue bueno… ya tenemos una guía de lo que NO podemos hacer para que se repita acá. Y sobre eso de creer que la burguesía urgió todo ese maquiavelico plan mejor ni comento, ¿las formas de producción? Dudo que a esta altura de la historia se puedan inventar más, las que tenemos!!!! eso sí, más eficientes, buscar otro enfoque, menos burocratismo, pero insisto, siempre bajo los principios de la planicicación y centralización de decisiones más importantes, sin caer otra vez en la burocracia, el paternalismo y la toma de decisiones solamente verticales. No creas en el mito de una sociedad capitalista humanizada… eso no existe
Sr. Montes de Oca
Muchas felicidades por la segunda parte sobre el capitalismo.
Deberia recopilar mas datos y le propongo que escriba un libro
aunque hay muchos autores del tema.
Sin embargo me gustaria en su libro que incluyera el pensamiento
del procer y Apostol de la Independencia Jose Marti culminando
las fundamentaciones con lo expuesto por el INVICTO a lo largo
de tantas administraciones americanas que sucedieron en su
mandato.
Como le explique el otro dia este tema no es el mas importante
en este momento el pueblo Cubano conoce muy bien estos
fundamentos.
La lucha ideologica y la verdad sobre Cuba y las reformas de su
gobierno es la actualidad.
Y dentro de esto la informacion que se brinde y los esclarecimientos
de cada cosa y con la rapidez que requiere es la principal arma
que tiene el pueblo de Cuba , el tema del momento es el que dije
anteriormente.
-Nos estan fustigando sobre el nuevo gobierno y las elecciones
realizadas en Cuba.
-Las noticias de hoy van a estremecer no al pueblo cubano pues
contra eso se ha combatido todos estos años sino a los pueblos
que quieren la PAZ y no que venga la Guerra Fria como antes pero
que noticias son:En Colombia se detiene a un Cubano miembro
de un llamado “Movimiento Justiciero 51″para hacer atentados contra objetivos
cubanos en el exterior y figuras politicas,pero muy Importante:
Pagados segun el por la extrema derecha de Miami y Colombia.
-La hija del difunto del accidente en Oriente disidente que murio
en nombre de una Asociacion a Nivel Mundial habla en todas las
organizaciones Mundiales,en contra del gobierno, manifestando
el apoyo al bloqueo y cuantas blafemias de Cuba sin embargo
entra y sales de Cuba y viajes para todos los lugares.
-No deja un Batistiano de poca monta que el va a conseguir
apretar a Cuba mas duro con el Presidente de los EUA.
-Hasta se han atrevido a que segun ellos el General
no tiene inminidad y han pedido los batistianos,teroristas
Congresistas cubanos que lo detengan si sale.
Donde esta la respuesta? La mia si nosotros vamos
a pedir al Bombero del Avion de Barbados, a los
terroristas hoy convertidos en pacifistas.
Hay que rechazar a todos estos mercenarios que andan
por el mundo diciendo cosas.
Y no entendemos como comen el pedazo de pan que
comemos,nuestra comida si ellos quieren el bloqueo
Damas de Blanco se baten por dinero en la calle y
las que la dirigen dice a favor del bloqueo.
No dar mas palos ni ofensas , por que no se hace
una manifestacion paralela organizada y sin bronca
de las organizaciones de las mujeres cubanas con
una flor tambien haciendo recuerdo por los martires
de la Coubre , de los Bombardeos , de la Invasion de
Bahia de Cochinos , del Escambray del ataque a
mansalva de Boca de Sama ,y asi cada hecho.
Por eso la informacion que ele xterior necesita
es desenmascarar a los mercenarios llamados
disidentes
Esta es la epoca Sr.
Gracias