Otros apetitos, otras razones

A pensar el arte fotográfico con cientificidad, rigor artístico, imaginación y cultura, motiva la exposición Suite generis en la emblemática Fototeca de Cuba


“He visto algunas de esas imágenes en algún lugar. Tal vez las soñé, las descubrí durante mis paseos cotidianos o las imaginé en determinado momento”.

Públicos de diferentes generaciones suelen dudar ante las instantáneas. Incluso, establecen asociaciones o nexos con ciertos acontecimientos. En gran medida lo sugirió Suite generis, exposición que acoge la Fototeca de Cuba, donde coinciden 33 miembros de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Muchos de ellos convierten la fotografía en arte porque liberan la imagen, a la velocidad de la luz, de las exigencias del realismo.

Pero, ¿lo que vemos es tal como lo vemos? En el “ver” influye la subjetividad de quien oprime el obturador de la cámara fotográfica. Su perspectiva revela una manera de hacer avalada por conceptos, intenciones, estilo, oficio y cultura.

Estos requerimientos no se improvisan, tampoco “iluminan” de la noche a la mañana. Exigen talento, magisterio, el desarrollo de un proceso creativo que demanda estudios, disciplina, sensibilidad, carga emotiva y dominio del lenguaje fotográfico en tanto instrumento del pensar.

Diferentes caminos siguieron los participantes en la muestra.

El joven Osmel Azcuy presentó un tríptico de la serie Espacios comunes para expresar que un hecho cotidiano visto por él se convierte en sorprendente, único. Deja constancia de elementos permanentes en fugaces apariciones y hace meditar sobre asuntos inherentes al ser y a su condición humana, social.

Un tríptico bien pensado logró el joven Osmel Azcuy.
El maestro Ernesto Fernández es un clásico del fotoperiodismo cubano.

Por su parte, el maestro Ernesto Fernández, Premio Nacional de Artes Plásticas 2011, sabe ver imágenes siempre que mira. Conjuga los valores testimoniales y la experiencia estética. En el repertorio visual deja constancia de su vínculo con el excitable nervio del reporterismo y, a la vez, desarrolla una visión selectiva, aguda, artística, al patentizar hechos y contextos.

La fotografía de autor firmada por Humberto Mayol trasciende en tanto es parte de la serie La memoria compartida. Su compromiso antropológico ilustra las elecciones de un artista honesto. Trasciende la intuición defendida por el célebre maestro Cartier-Bresson y añade el extra de un ejercicio consumado en la voluntad expresiva.

La firma de autor distingue la estética de Humberto Mayol.
Abascal y Perfecto Romero aportan puntos de vista diferentes sobre la visualidad.

Abascal y Perfecto Romero tocan las fibras más íntimas del ser humano. Uno y otro aportan fuertes vínculos visuales. Abascal acude al misterio del estado de ánimo y Perfecto entrega la dimensión histórica de héroes junto a los que combatió en el campo de batalla.

Armando Zambrano, desde el erotismo, y Glenda Salazar, a partir de Sembrando, como parte del proyecto Caja fuerte, incitan al descubrimiento del paisaje interior sin renunciar a lo exterior.  

Armando Zambrano recrea el erotismo desde su particular estética.
Glenda Salazar propone reflexionar sobre los límites del tiempo y el espacio.

Suite generis habla sobre un complejo mundo contemporáneo donde sugerentes dinámicas obligan a revisiones conceptuales y búsquedas novedosas. Teniendo en cuenta la problemática crítico-artística del siglo XXI, urge el estímulo de nuevas ideas y seguir profundizando en la sociología visual para sistematizar la búsqueda de informaciones y descifrarlas con rigor científico.

La fotografía es un reto al raciocinio. En ella coinciden los valores connotativo y denotativo de la imagen y las múltiples razones que conducen a la interpretación de lo que nos rodea.

No bastan un equipo de alta tecnología, conocer los parámetros fundamentales de la inspiración, el azar y la socorrida intuición. Son imprescindibles los radares de la inteligencia, la cultura, de saberse colocar en el lugar adecuado, apreciar el estímulo conceptual que provoca una inesperada escena.

Las vistas particulares de lo conocido deben ser redescubiertas mediante la investigación, en pesquisas sobre rostros, lugares, puertas, silencios, encerramientos, sueños, disfrutes, atmósferas, contextos.

Otros apetitos, otras razones, pueden indicar el tránsito por otros caminos. Razón tuvo Roland Barthes cuando dijo que fue la fotografía y no el cine la que cambió al mundo, sobre todo, la manera de percibirlo.

Nada puede escapar ante el ver entrenado. Estimular nuevas perspectivas en las temáticas y las morfologías del arte fotográfico influirá en la calidad estética y artística de la imagen, la visualidad, los saberes y la cultura de toda la sociedad.


CRÉDITOS

Fotos. / Yasset Llerena Alfonso

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