Por amor al hechizo

El CD “Hay muchos modos de jugar”, con poemas de Wichy Nogueras musicalizados por Joel Espinosa y producido por la EGREM,  se presentó este 16 de noviembre en la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí. Arropada de poesía allí estuve


Desperté ávida de poesía y es que el subconsciente estaba moldeando mis deseos. La tarde del día anterior el Canal Habana difundió que un conjunto de versos del poeta Luis Rogelio Nogueras, el Wichy, habían sido musicalizados por el cantautor Joel Espinosa. Para festejo de mi alma el bardo ofrecería un concierto en homenaje al cumpleaños 78 de un autor que al leerse calaba hondo por la sinceridad de sus versos y por la intensidad de su vida. Iconoclasta por siempre desde 1985 cuando murió.

Para el encuentro en la Biblioteca Nacional de Cuba faltaba aún varias horas, las suficientes para poder envolverme espiritualmente con Las quince mil vidas del caminante, libro de cabecera y culpable en cierto modo de mi procaz vivir juvenil que todavía me hala a pesar de esta casi sexagenaria existencia.

Café mediante, los cómplices de Wichy me transportan al pasado sin romper el hechizo, a través de una voz fresca, espirituosa como una buena champaña o el más sedimentado de los vinos. ¿Y cómo pudo suceder que estando en el balcón de mi casa me viera en una sala llena de luces de ocasión, un piano, una guitarra y un cantar peculiar con amplios registros y tesituras?

Admito que no fue nada sencillo acallar mi impaciencia trovadoresca. Fue el propio Wichy quien me dijo desde sus estrofas que tuviera calma, que de 9 a 5 no había tanto espacio temporal. Opté por dejarme llevar; en leerlo y luego escucharlo a través del CD de Joel Espinosa “Hay muchos modos de jugar”. (1)

Y vaya que viví momentos inolvidables, anclados ya en mis álbumes de recuerdos: ajeno a los convencionalismos así me llegó Wichy en otro formato, sabiamente compilado por el artista y la Casa Productora EGREM.  Tan solo por eso la tarde se me presentó regia, cuya cima fue, además de conocer a un para mí nuevo cantautor, saludar con vehemencia a Ambar la hija del homenajeado.  Me moví en resorte, no podía perder la oportunidad y le estreché su mano casi con veneración.

Por ella supe que su padre le había dedicado varios poemas y que su favorito era Ama al cisne salvaje. Tremenda coincidencia, igual que yo y, quizás, de Joel. En esa más de hora y media se redobló mi admiración hacia Luis Rogelio Nogueras, paladeando cual dulce experiencia sus once poemas musicalizados por Espinosa. Linda “trampa” del  subconsciente y de este gusto por las letras y las sonoridades cultas y originales, que no desdeñan acomodos insistiendo en: “(…) No rompas el hechizo de esta tarde de verano.

Trágate tu amor imposible.

Ámalo libre.

Ama el modo en que ignora que tú existes.

Ama al cisne salvaje.

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3 comentarios

  1. Me gusta. Tu estilo intimista transpira sincera autenticidad. El
    Wichy, el concierto, los poemas, la música, el CD, todo, vale la pena.

  2. Siempre me gustó como escribes, y eso que de la extensa carrera, yo formo parte de un 90% más o menos, es hermoso cuando un poeta se une a un compositor, y nace algo hermoso, por eso siempre me he preguntado si Martí sabría tocar guitarra

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