Qué suenen los tambores y las paletas de los canoístas

Ha pasado ya casi un año de aquel alegrón inolvidable del canotaje, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, (aplazados por la terrible pandemia y que tuvieron que celebrarse del 23 de julio al 8 de agosto de 2021) la primera medalla de oro de Cuba en esas durísimas citas bajo los muy conocidos cinco aros.

El título entonces, aquí en BOHEMIA, buscó reflejar lo vivido: Un oro de infarto

“Fue una noche en la que millones de cubanos remamos con la imaginación frente a la pantalla chica. La mayoría soñando con una medalla, aunque pocos la imaginaron dorada. Las opciones reales de la dupla cubana rallaban el bronce, pues las embarcaciones china y alemana arrancaban con la etiqueta de favoritas.

“Sin embargo, la canoa biplaza (C-2), integrada por los cubanos Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge, rompió todos los pronósticos y alcanzó en la distancia de 1 000 metros una medalla de oro histórica para Cuba”.

¿Recordamos lo otro? Una mala noticia se conoció el pasado 6 de marzo: Fernando Dayán Jorge, de 23 años de edad, abandonó en México una delegación que viajó para realizar una base de entrenamiento. No vamos a intentar tapar el sol con un dedo: fue un duro golpe. También es verdad que el sol continuó brillando para el canotaje cubano. Venimos con datos contundentes de las últimas semanas.

¡Espectacular!

Cuando nos sentamos con nuestras imaginarias paletas frente a la computadora había una noticia espectacular.

Yarisleidis Cirilo y José Ramón Pelier se encontraban en el primer lugar del ranking en la canoa monoplaza, teniendo en cuenta dos copas del mundo y el último campeonato mundial.

La guantanamera encabeza la prueba de C-1 a 200 metros, con 234 puntos, y es segunda en esa misma embarcación a 500 metros (212 unidades).

Pelier es el uno en el C-1 a 500 metros (216 puntos), y también en el de 1 000 (228).

Una alegría ha vivido el veterano de varias campañas Serguey Torres, de 35 años de edad, nuestro brillante campeón olímpico, quien iba tercero en los 5 000 del single (148).

¿Repasamos los desempeños de nuestros compatriotas en días recientes en dos Copas del Mundo?

El 22 de mayo se redondeó una excelente faena en Racice, República Checa: dos medallas de oro, dos de plata y una de bronce (5 en el total). ¿Qué significó? El segundo mejor desempeño cubano en Copas del Mundo en los últimos 15 años. Sí, ya lo escribimos, el sol brillando…

Las dos coronas fueron logradas así: Cirilo en el evento de C1-200 metros y ella, junto a Katherin Nuevo, en el de C2-200. Una de las dos de plata a Cirilo-Nuevo, en C2-500; y la otra a Serguey Torres (C1-5 000). La de bronce a José Ramón Pelier (también en el C1-5 000).

Cuba finalizó así en el sexto lugar del medallero.

Los números crecieron: nuestro país llegó a 18 de oro, 17 de plata y ocho de bronce en Copas del Mundo desde el año 2006.

¡Mejor!

Con esos bríos se enrolaron en la justa de Poznan, Polonia, donde la cosecha resultó todavía mejor: cuatro doradas y una de bronce.

Cirilo, de 20 años de edad, resultó invencible en el C1-200, y junto a Nuevo en C2-200 y C2-500, cosechando así tres de las cuatro de oro en disputa, y botín dorado completado por Pelier en el C1-5 000, en el cual Torres terminó con la presea de bronce colgada al cuello.

Quiere decir que hubo que aplicar borrón y cuenta nueva: si la de Racice había sido la de la segunda mejor actuación cubana en Copas del Mundo en los últimos 15 años, ese puesto lo ocupó lo realizado en Poznan.

En la mirilla se encuentra ahora el Campeonato Mundial de Canotaje Sprint de Halifax 2022, del 3 al 7 de agosto en esa ciudad de Canadá.

Suenan los tambores

¿Y, tras los recordatorios del inicio, más otros que se fueron uniendo, lo hacemos también con el fragmento de una pegajosa y estimulante canción que canta la cubana Laritza Bacallao?

Que suenen, suenen, suenen los tambores, oeeeh

Que cuando suenan se curan el alma y los corazones

Que suenen, suenen, suenen los tambores, oeeeh

Pa’ que traigan alegría y se lleven los dolores

(Y se lleven los dolores, se lleven los dolores, se lleven los dolores)

Dale rompe los tambores

(Y se lleven los dolores, se lleven los dolores, se lleven los dolores).

Sí… la canción se nos disparó ahora desde la memoria por el sonido de las paletadas de nuestros canoístas entrando triunfadoras en las aguas. Y por el de sus también muy estimulantes medallas.

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