En el país más rico del mundo hay por lo menos 580 000 homeless o personas sin techo. / flickr.com
En el país más rico del mundo hay por lo menos 580 000 homeless o personas sin techo. / flickr.com

¿Quién traerá la esperanza?

Comenzó el 2023 y persisten los conflictos políticos, los problemas climáticos y los desplazamientos internos en el país más rico del mundo


Frente a los arbolitos de Navidad y los carteles de Happy New Year continuaba una historia: la de los campos de refugiados al otro lado del río, la de los desempleados, la de los cientos de miles de ciudadanos que viven bajo cajas de cartón o en el Metro. ¿Habrá un milagro durante el 2023? En el país más rico del mundo, ¿quiénes traerán la esperanza?

Algunos auguran una «perspectiva mayormente sombría» para la nación norteña, con expectativas negativas en las áreas económicas, políticas, sociales e internacionales. De hecho, casi ocho de cada 10 ciudadanos adultos estadounidenses piensan que los próximos meses se caracterizarán por dificultades económicas, con un creciente déficit presupuestario, según alertó una encuesta realizada por Gallup. Otros creen que los precios subirán a un ritmo acelerado y que el mercado de valores se desplomará, “ambas cosas ocurrieron en 2022”.

Y todas esas personas tienen sus razones para ser pesimistas. En Estados Unidos, que ahora está atrapado entre su identidad como país de inmigrantes y xenofóbicos, la Cámara de Representantes nombró a Kevin McCarthy como presidente tras la decimoquinta votación. Los legisladores de ambos partidos no estaban seguros de si podían convocar a elecciones o presentar mociones en el hemiciclo, porque no había alguien capaz de pronunciarse sobre sus peticiones.

Entretanto, hay una disputa para ver cómo continuar limitando el derecho al asilo a los latinoamericanos, una idea del Gobierno de Trump aprobada por Joe Biden. Los políticos, con sus notables excepciones, siguen usando a los migrantes como peones de un juego de ajedrez, algunos secuestrándolos para enviarlos a otros estados.

Estados Unidos mantiene el Título 42 por la retención en la frontera mexicana de migrantes latinoamericanos. / jornada.com.mx

Todo, mientras seres humanos buscan cómo sobrevivir una noche más, otro día de frío en la zona fronteriza y rumbo al país que dice dar la bienvenida a los desamparados del mundo. Ni hablar de las comunidades originarias, que aún viven en reservaciones parecidas a campos de refugiados. También hay por lo menos 580 000 homeless, personas sin techo, en busca constante de hogar.

A la par, el cambio climático avanza implacablemente. Un fuerte temporal de lluvia, viento y nieve sigue amenazando a gran parte del territorio norteamericano después de la peor tormenta de 2022. El diario The New York Times aseguró que más de 25 millones de personas estuvieron bajo algún tipo de amenaza climática desde Alabama hasta Georgia durante la primera semana de enero.

Además, la imprecisa deriva norteamericana de los últimos años en el ámbito internacional parece no tener fin. Por un lado, asiste una guerra en curso entre Rusia y Ucrania. Y por otro enfrentan a China.

La iniciativa del Gobierno de Biden para identificar y atender algunas de las causas sigue evitando una de las principales: el propio Estados Unidos ha nutrido el éxodo durante décadas, como resultado de sus intervenciones y guerras, su promoción de políticas neoliberales y su contribución histórica al cambio climático.

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