Relatos inverosímiles

Los adeptos al género policiaco tuvieron, entre las novedades de esta edición 31 de la Feria Internacional del Libro, una de las novelas del escritor hispano-mexicano Paco Ignacio Taibo II


Las andanzas del detective privado Héctor Belascoarán Shayne vuelven a cautivar a los seguidores de la literatura policiaca del hispano-mexicano Paco Ignacio Taibo II. Se trata de la novela breve Desvanecidos difuntos (2022), publicada por primera vez en 1991, y una de las novedades de la Editorial Arte y Literatura, del Instituto Cubano del Libro, presentada durante la edición 31 de la Feria Internacional del Libro.

El desvariado protagonista de la actual saga, émulo azteca del célebre Sherlock Holmes, ha sido contratado para descifrar un crimen, donde el presunto responsable es un luchador social, quien por sus actividades y postura política ha comenzado a estorbar a la administración imperante en una imaginaria región mexicana.

Por medio de la ironía, el humor negro, el juego de palabras y el doble sentido, el autor cuestiona y critica la impunidad, la corrupción y la violencia de las instituciones estatales en México y sus funcionarios.

Una relación afectiva de varios años existe entre el autor y Cuba, país donde ha publicado otras novelas policiacas e investigado sobre Guiteras y el Che. / Enrique González.

Esta sátira a la estructura política y social de aquel país deviene pretexto de Taibo II para denunciar cómo se cuecen y revelan ciertas argucias oficiales en nombre de autoridades desprestigiadas y sin un ápice de fuerza ni compromiso moral con los conciudadanos.

“[…] Desarraigado, fugado de la clase media, curioso hasta la locura, terco obsesivamente; repleto de un sentido del humor a la mexicana, negro, algo tristón” ha calificado el autor al paradójico investigador policial de la serie de sus novelas entre las que se encuentran Días de Combate, de 1976; Cosa Fácil, de 1977, una de las más elogiadas; Algunas Nubes, de 1985; Amorosos fantasmas, de 1989; Sueños de frontera, de 1990; Adiós, Madrid, de 1993.

Al igual que la mayoría de los detectives del cine, el teatro y la literatura, Belascoarán Shayne disfruta la libertad que le dispensa su soltería; sin embargo, su creador le ha puesto al personaje algunos “aderezos” más que lo convierten en un raro espécimen, tendiente a la apatía y abulia social.

En Desvanecidos difuntos los convencionalismos del género policiaco se disipan un poco por lo absurdo e inverosímil de la trama. No obstante, sin tanto misterio ni mucho que ocultar, la historia seduce al lector hasta la página final por presentar, como telón de fondo, los vericuetos de un fraudulento sistema judicial; mientras, con fino humor narra la carrera desenfrenada por hallar a un presunto “muerto viviente” que se la pasa de juerga en juerga.

Desde el punto de vista estilístico, la obra exhibe diversos elementos transtextuales, especialmente, intertextos que conectan a quien lee con las narraciones del célebre personaje de Arthur Conan Doyle; pero también architextos y metatextos, a través de los cuales Taibo II, por mediación de Belascoarán Shayne, ridiculiza el consabido actuar de Holmes, dado a alcanzar conclusiones rápidas y resolver los casos en la más absoluta soledad.

Las expresiones del habla y los localismos propios del argot popular mexicano son diversos a lo largo del relato, incluso, algunas frases y giros cargan un intencionado sentido soez, grotesco y hasta cursi, característico de la novela policiaca negra, lo cual funciona, a la vez, para remarcar el desprecio y la desaprobación de su autor en torno a cierto estado de cosas o circunstancias.

Afincado desde hace varias décadas en México, Francisco Ignacio Taibo Mahojo (1949) –popularmente conocido como Paco Ignacio Taibo II– es oriundo de Gijón, España. Durante casi medio siglo ha alternado la literatura con su labor de infatigable político y activista social de izquierda. Es historiador y sus biografías de Pancho Villa, Antonio Guiteras y Ernesto Guevara han sido muy celebradas.

Su currículo alcanza más de 70 obras de diversos géneros, publicadas en cerca de una treintena de naciones del orbe. Ha merecido múltiples lauros y distinciones internacionales por su quehacer literario y, en el presente, se le reconoce como precursor de la nueva novela negra en español, justo por la serie de Héctor Belascoarán Shayne.

Con Desvanecidos difuntos los lectores cubanos tienen la oportunidad de disfrutar de un policiaco repleto de pinceladas de humor y consistente en mostrar una sociedad decadente, corrompida y sin valores, en la cual los intereses políticos y económicos pesan más que la vida de un ser humano.

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