El mejor amigo
Las mascotas queridas permanecen en nuestro corazon
No saben de pasado o de futuro, pero sí comprenden y tienen interiorizado ese lenguaje universal que a nosotros, a veces, se nos olvida: las emociones.

foto: la mente es maravillosa
Afrontar la muerte de un animal supone tener que pasar por un duelo muy parecido al que atravesamos cuando perdemos a una persona.
Sabemos que hablar en estos términos no será comprensible para muchos, que habrá algunos que no lleguen a entender la trascendencia que los animales pueden llegar a tener en nuestras vidas. Pero, probablemente, esas personas tampoco estén leyendo este artículo.
El vacío que provoca la pérdida de gran parte de nuestra alegría es un abismo que antes ellos llenaban con la felicidad de lo cotidiano, formando parte de nuestra rutina; y en ocasiones, hasta de nuestro desahogo personal.
Eran los cómplices más fieles de nuestras caricias, compañeros que se acurrucaban a los pies de la cama. El primero que se despertaba y el último a quien dábamos las buenas noches. Era el trasto de la casa y quien sabía leer en tu mirada las tristezas al mismo tiempo que las apartaba.
¿Cómo no sufrir por su pérdida? Su vacío no podrá llenarse nunca. Será esa herida en nuestras fotografías y ese recuerdo que, aunque ahora doloroso, poco a poco bordará tu memoria de gratas escenas, de emociones únicas que harán tu vida más rica. Más plena.
Nunca pidió nada a cambio. Solo un amor que no entiende de egoísmos, solo una caricia al llegar a casa, una mirada cómplice, un hueco en el sofá.
Hablemos hoy sobre este tema. Aprendamos algunos recursos para afrontar la muerte de nuestras mascotas.
1. Siéntete libre para llorar y para expresar
Hay quien no se atreve a decir que su sufrimiento -que su mala cara- se debe al hecho de haber perdido a su mascota. De que ésta, ha fallecido. No importa si es un perro, un gato, o un caballo.
Es un ser vivo que formaba parte de nuestro día a día, de nuestro corazón, así pues, no tengas temor en ponerle palabras sinceras al dolor que sientes. Es verdad que no todo el mundo te entenderá, pero habrá personas que sí lo harán y que de otra manera no podrían.

foto: la mente es maravillosa
*El que el resto de personas lo entiendan o no, es su problema. Tu realidad es tuya y como tal, debes sentirla, tratarla, vivirla y gestionarla. Vamos a vivir el mismo duelo que con cualquier otra pérdida, así pues, habrá una fase de negación, otra de enfado, otra de tristeza hasta que al final, aparezca la aceptación.
*Llora cuanto necesites y ten siempre muy en cuenta al resto de miembros de la familia. Atiende a los niños, permite que expresen sus emociones, responde a todas sus preguntas y canaliza todo el sufrimiento que, probablemente, sientan en su interior.
*Pon nombre a cada emoción, expresa en palabras qué viene a tu mente y sobre todo, evita una cosa: sentirte culpable. Hay veces que cuando fallece una de nuestras mascotas nos preguntamos si podríamos haber hecho más, si nos hemos equivocado en algo.
*Evita obsesionarte. Has hecho todo lo mejor por él y ten por seguro que tu mascota, agradecerá sobre todo ese amor que se lleva consigo. Su vida ha sido plena y ha sido gracias a ti.
«Los perros nunca mueren, duermen junto a tu corazón. No saben cómo hacerlo. Se cansan, se hacen viejos, y les duelen los huesos. Por supuesto que no mueren. Si lo hicieran, no querrían salir a pasear siempre…»
-Ernest Montague-
2. Aprende a vivir con las rutinas
Es lo que más cuesta afrontar. Nuestro perro, nuestro gato era parte indiscutible de nuestras rutinas, era nuestra sombra, nuestro cómplice, nuestro espía y nuestro pequeño embaucador de abrazos, juegos y caricias.

foto: la mente es maravillosa
*Debes tener muy claro que lo que más te va a costar es gestionar el dolor al tener que seguir con las rutinas, pero sin él o ella. Así pues, lo que debes hacer los primeros días es NO evitar dichas costumbres.
*Si al llegar a casa te sentabas en el sofá con él, sigue haciéndolo. Si salías al parque a pasear con él a ciertas horas, hazlo durante unos días. Va a ser una forma de despedida, de decir adiós pero guardando en tu memoria los mejores recuerdos. Piensa en cómo te recibía, en cómo paseaba a tu lado. Quédate con esos buenos instantes para dejar que otras rutinas lleguen poco a tu día a día.
*Sonríe cuando pienses en él/ella. Quédate NO con el sufrimiento de los últimos días, con esa enfermedad o ese declive, sino con esos sentimientos que despertó en tí, con lo mejor de él. Con aquello que te hizo ser más humano, más persona, él o ella quien te enseñó lo que es el cariño más incondicional.
3. Tu amigo no puede sustituirse
No lo hagas, cuando fallezca una de tus mascotas no procedas de inmediato a buscar otro animal al que adoptar para aliviar el dolor. Los animales, como las personas, no pueden sustituirse.
Tu perro, tu gato es único, con sus matices, con su carácter, con todo aquello que te ha aportado: como tal dejará una impronta en tu memoria.
Así, permite que pase el tiempo que necesites antes de adoptar de nuevo, si así lo deseas. Porque nunca se tratará de sustituir o de llenar el vacío con otra vida. Cada animal es excepcional y nos enriquecerá con su presencia, con su aliento, con su alegría… No lo olvides.

foto: la mente es maravillosa
«¿Crees que los perros van al cielo? Estoy seguro de que ellos estarán ahí mucho antes que cualquiera de nosotros.»
-Robert Louis Stevenson-
fuente: la mente es maravillosa
Ciertamente, perder una mascota es algo muy difícil sobre todo cuando ha estado años junto a nosotros, es como bien dice en el artículo perder un familiar muy querido y que nos comprendía siempre, nos daba amor sin pedir nada a cambio, entendía nuestros cambios de ánimo, nuestras tristezas y alegrías y nos ayudaba a superarlas, en fin, insustituibles y muchísimo mejor que muchos humanos, no importa que haya personas que no nos entiendan, no importa quienes digan que estúpidos somos por llorar por un animal, no importa que digan que es malo llorar por ellos, cuando no están se siente un vacío inmenso y ningún otro puede sustituirlos porque no son iguales, no se si lo que recomiendan sea bueno pero me parece que el día que me falte uno de los míos no voy a poder lograrlo, si se que voy a llorarlos mucho y a sentir que se me fue una parte de mi vida y segura estoy que me va a costar mucho recuperarme, es que ya he pasado por eso y nunca se olvida, es como una herida que se abre en el corazón y nunca se cierra, por ahora me toca disfrutarlos, amarlos, cuidarlos, alimentarlos, darles hasta el más mínimo gusto sobre todo a la perrita que ya tiene 13 años y hacerlos todo lo feliz que pueda, ya veremos cuando ese triste momento llegue que ojalá se demore mucho.
Ojala y todas las personas pensaran asi, como usted y como yo, pero todavia yo veo otras personas, que no se le deberian de llamar asi, como maltratan a sus animales, le dan palo a los caballos por donde lo cojan ,lo mismo con tubos que con palo, pero ademas he visto cuando va un perrito por la orilla de la carretera y algunos choferes le tiran el carro arriba, dignos de pilarlos a ellos
Hola Yaleidy, me alegro que usted y otras personas piensen como nosotras y todo lo que dice es muy cierto, es criminal lo que hacen con los caballos como abusan de ellos y los golpean con cualquier cosa, como los cargan con pesos de más y de los perritos que decirle los que les tiran el carro arriba no piensan que eso mismo les puede pasar a ellos, a sus hijos o a alguien de su familia, sencillamente no tienen alma ni corazón pero ¿sabe usted porqué es eso?, porque nuestro gobierno no se ha pronunciado por acabar de aprobar la Ley Contra el Maltrato Animal, desde la nueva Constitución donde tanto se pidió y no la incluyeron se dice que el Ministerio de la Agricultura a través de sus Especialistas está confeccionando la ley pero ya han pasado bastantes meses y no aparece nada, ¿será tan difícil hacer algo en favor de los infelices y maltratados animales?, pienso que no pero no lo hacen, si así fuera y se hiciera cumplir se acabarían muchas de estas cosas, espero y deseo que algún día pueda ser, saludos.
Hace poco arroyaron a mi perrito muñeco y estuv muy triste llore como si fuera un ser querido y todavia estoy triste increible como se quieren los animales
Yo hace muchos años perdí a mi querido perrito Boston, y aún lo lloro, era precioso y muy juguetón.
Mi esposo lo enterró en el jardín de enfrente y a cada rato le ponemos flores y lo lloramos mucho.
Para mí era como un hijo más, el niño pequeño de la casa, nunca lo hemos olvidado y tampoco hemos tenido otro, porque el cariño y amor no se puede sustituir por nada.
Cierto Patricia no se puede sustituir por nada pero ¿se imagina usted cuánto le agradecería otro perrito principalmente uno abandonado que usted y su esposo le dieran todo el amor y atención que le dieron a su amado Boston?, pruebe y verá cuánto se lo agradecerá y como le reciprocará su amor, ternura, cuidados con todo su amor y fidelidad, no será fácil pero tampoco imposible. Saludos.