Muchísimos países sufrieron y sufren la rapacidad de los fondos oportunistas: Argentina, el Congo, Zambia, ahora Cuba; no son casos exclusivos

“Es una muy buena noticia el hecho de que Cuba presida el grupo más grande de negociación de las Naciones Unidas”, afirmó el exsecretario ejecutivo del ALBA-TCP Sacha Llorenti durante el Congreso Nuevo Orden Económico Internacional celebrado recientemente en La Habana, en el marco de la V Conferencia Por el Equilibrio del Mundo.

No obstante, desde sus vivencias al frente de ese mecanismo de integración regional y la experiencia de Bolivia en 2014, en la presidencia del Grupo de los 77 + China (G77 + China), el también abogado advirtió a los participantes en el foro económico sobre las limitaciones del bloque, por ejemplo, en la lucha contra los llamados fondos buitre.

Sacha Llorenti recordó el caso de Argentina, años atrás, cuando llegó la Fragata Libertad –un barco escuela– al puerto de Tema, en Ghana, y la Corte Suprema de ese país determinó que la embarcación sería embargada como garantía a raíz de una deuda del estado sudamericano con NML Capital.

“El juez estadounidense Thomas Griesa paralizó la Reestructuración de la Deuda Soberana (REDS) de Argentina, miembro del G-20 entonces, porque el inversionista se negó al proceso REDS”, el cual consiste en la negociación del deudor con su acreedor, partiendo de considerar que no tiene suficientes recursos para honrar sus deudas tal cual estaba originariamente previsto.

Según rememoró Sacha Llorenti, los representantes de la Casa Rosada llevaron el tema al G77 y este, después de muchos debates, promovió una resolución que fue adoptada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas que, además, creó un comité para trabajar en un acuerdo multilateral vinculante con el propósito de salvaguardar a las naciones en situaciones como la de los capitales de riesgo.

“Fue imposible conformar un tratado internacional. Las propias contradicciones del Grupo lo impidieron. Hay que recordar que es muy diverso, regionalmente, en niveles de desarrollo, en cuanto a geografía, política e ideología y en su relación con los países del Norte Global”.

Por otra parte, la presidencia del mismo es de coordinación, encargada de equilibrar precisamente esa diversidad de criterios. Sin embargo, se logró una resolución que marcaba nueve principios básicos para la REDS, los cuales están siendo utilizados en varios tribunales, explicó quien entonces presidiera el comité.

Aunque el embargo de la Fragata Libertad tuvo una importante repercusión mediática, “no es un caso exclusivo, muchísimos países sufrieron y sufren la rapacidad de los fondos buitre”, aseguró el diplomático y político boliviano.

Años atrás, la República Democrática del Congo cayó en el impago de sus deudas y un inversor oportunista las compró por solo 3 millones de dólares. Dicho fondo también rechazó participar en los mecanismos de alivio de la deuda y demandó judicialmente al país africano reclamando 100 millones de dólares.

Como en el particular de Argentina, igualmente persiguieron los bienes del Congo y un tribunal australiano confirió 32 millones de dólares a este fondo buitre, otorgándole una ganancia de más de 1 000 por ciento. Lo mismo sucedió con Zambia. Un “buitre” compró por 3.2 millones de dólares los 44 millones que tenía de deuda ese país, obteniendo una ganancia equivalente al 540 por ciento.

En todos los casos, los acreedores paralizaron los procesos de Reestructuración de Deuda Soberana de los países deudores, explicó el exsecretario ejecutivo del ALBA-TCP, quien concluyó que esas realidades demuestran la existencia de una gravísima crisis del sistema multilateral.

“Si pusiéramos a consideración de los estados la propia Carta de la ONU, si sometiésemos a votación los principios y propósitos de ella, probablemente no fuesen aprobados. Ese es el nivel de deterioro actual del sistema multilateral”, comentó Sacha Llorenti.

A pesar de esas limitaciones inherentes a un grupo tan diverso, el político aseguró que Cuba goza de una experiencia efectiva al frente de mecanismos regionales de solidaridad y unidad, como el ALBA y la Celac; lo que unido al apoyo de los miembros del G77 + China a la isla caribeña durante su mandato, garantizaría el éxito en proyectos decisivos para un verdadero Desarrollo Sostenible de la humanidad.

La gestión cubana tiene por delante un panorama difícil, marcado por la crisis derivada de la pandemia de covid-19, los conflictos bélicos y sociopolíticos internacionales. No obstante, la nación se ha comprometido a hacer avanzar los intereses comunes del sur, ampliar la cooperación y asegurar relaciones mutuamente beneficiosas con el resto del mundo.

Desde el pasado 12 de enero, Cuba asumió la presidencia pro tempore de este bloque negociador de los países en desarrollo, siendo la primera vez que la mayor de las Antillas lo lidera.

Con 134 estados miembros, que representan dos tercios de la membresía de la Organización de las Naciones Unidas y el 80 por ciento de la población mundial, constituye el grupo más amplio y diverso de la esfera multilateral.