Lo adelantamos antes del inicio de los cuartos de final. Industriales traspapeló su suerte cuando no fue capaz de derrotar a Artemisa en la última jornada de los duelos reprogramados en la fase regular y ello derivó en un cruce más difícil en play off frente a los actuales monarcas nacionales, empezando las acciones por el Mártires de Barbados.

“Uno de los grandes favoritos”, mencionamos en aquella ocasión para referirnos a Granma y, después de completada la clasificación de los discípulos de Carlos Martí en cinco juegos sobre Industriales, podemos recalcarlo sin susto alguno.

A propósito, hace un curso, en la Serie 60, cuando los Alazanes conquistaron su tercer cetro en la historia, este fue el duelo más reñido de cuartos de final, por lo que habíamos presagiado una mayor disputa entre capitalinos y surorientales, donde, repetimos, siempre dimos como favoritos a los Alazanes.

Así ocurrió, solo que el trote fue más veloz de lo previsto y, aunque los marcadores sí estuvieron bastante ajustados, no hubo regreso a Bayamo para los Leones, ni siquiera en coche.

BOHEMIA tuvo la dicha de estar en el Latinoamericano, como reflejamos una semana atrás en este mismo espacio, cuando cerramos nuestro trabajo con lo acontecido en el cuarto duelo del cruce, único compromiso que ganaron los locales.

Los azules tendrán ahora un año más para nuevamente replantearse y volver a pensar en grande, como el equipo que es. Resurgir y aprender de sus errores, donde opinamos, aunque pueda parecer lluvia sobre mojado, que, por ejemplo, con un out no se debe tocar la bola para adelantar al corredor de primera porque se pone la entrada en punto de mate y menos en el tercer inning, cuando el juego aún no ha llegado ni a la mitad. O peor aún, ¡tocar la bola en el mismo primer capítulo! Este fenómeno del toquebolismo está casi extinto en el beisbol moderno. Su desuso debiera ser casi una obligación también para nuestros managers. Si no se está produciendo lo suficiente, la mejor manera de recuperarse es denegando la opción de regalar outs. Simplemente hay que batear, hacerle swing a la bola. Nuestra pelota depende, desde hace varios años, en primer lugar de la ofensiva.

BOHEMIA de 4-2

Hablando de andar bien al bate, nuestra publicación puede ostentar un buen average. No solo acertamos en nuestras predicciones de la etapa de cuartos de final con el triunfo de los Alazanes. También Ciego de Ávila estaba en los planes de esta revista, y se convirtió en el último clasificado para las semifinales de la Serie 61 al disponer de Mayabeque en seis desafíos, por lo que BOHEMIA promedió para 500 tras sus profecías en esta instancia.

Y bueno, se sobreentiende entonces que en los otros dos pareos no dimos en el blanco. Pero vamos primero con las buenas noticias. Aunque la lluvia aplazó la definición del último cotejo en la instancia que dejamos atrás, los de la tierra de la piña llegaron con ventaja 3-2 al Nelson Fernández y consolidaron el éxito en el último encuentro por la vía del nocaut 11-1, con gran protagonismo de la ofensiva y excelente labor desde la lomita del derecho Luis Alberto Marrero, quien consiguió su segundo éxito en estos play off, al solo permitir seis imparables y una carrera.

Por cierto, el reconocimiento desde estas líneas para los Huracanes. Esta fue una serie histórica para Mayabeque, pues su final ubicación (sexto lugar), y presencia por vez primera con ese nombre en postemporada, son suficientes para un equipo cargado de figuras noveles.

Incluso, afrontaron este último pleito en casa sin su principal lanzador, el mejor de toda la campaña, Marlon Vega, debido a su convocatoria para el Panamericano de Beisbol sub-23, el cual acontecerá entre los días 10 y 19 de junio próximos.

Recordemos que el joven derecho de 19 años, autor de 12 victorias, igual número de salvamentos y líder en PCL: 2.75, fue clave para que la tropa de Michael González se colara en la fiesta de la pelota cubana. De cualquier modo, estoy seguro de que merecen el aplauso por lo conseguido y además regresarán el próximo año para arremeter nuevamente con vientos categoría cinco.

A propósito de lo que sigue, serán Tigres y Alazanes quienes protagonizarán una de las dos semifinales, donde podemos dar de antemano como favoritos a los actuales monarcas de la pelota cubana. No obstante, adelantamos que debe ser un duelo muy peleado, el cual probablemente no bajará de seis juegos para su definición.

¿Recordar es volver a vivir?

Mejor no preguntarle a un espirituano. La historia de esa provincia en postemporada no es nada alentadora. Pero de momento, a diferencia de la anterior campaña, cuando fueron barridos en cuartos de final por el propio Pinar del Río y lejos de lo que dicen los números del pasado, consiguieron imponerse frente a los Vegueros con bateo oportuno y excelente demostración de su cuerpo de lanzadores.

Sexto y séptimo juegos fueron de alto voltaje en el José Antonio Huelga, instancia a la cual los del centro del país llegaron obligados a ganarlo todo. ¡Y así fue! Una gran labor de Yuen Socarrás en el penúltimo desafío, autor además de tres de las cuatro victorias de Sancti Spíritus en el play off, más otra gran escalada a la lomita en el choque decisivo de Yankiel Mauri, en función de relevista desde el tercer inning, pusieron punto final a una racha negativa de ocho eliminaciones consecutivas en postemporada de los yayaberos, quienes por primera vez en la historia consiguieron vencer en un séptimo encuentro.

Mientras las fuertes lluvias provocadas por los restos de la tormenta tropical Agatha arreciaban sobre la geografía occidental cubana, se jugaba pelota en el centro del país y nuestro pronóstico de Pinar como favorito para imponerse en este cotejo se borraba cual surco de tabaco bajo río crecido. Igualmente, debemos recalcar que los Vegueros fueron un digno riva, y este fue el cruce más reñido de cuartos de final.

Finalmente, debemos resaltar lo hecho por Matanzas. Los Cocodrilos, otro elenco que no dábamos como ganador ante Las Tunas, venían jugando partidos de vida o muerte en las últimas jornadas de la etapa regular, demostrando que están hechos para momentos de estas características. Se aferraron a los puestos finales que daban boletos para la siguiente fase, pero las ausencias de varias figuras clave y el desgaste de otras en momentos decisivos, nos hizo pensar que los Leñadores, con su potente ofensiva, podían pasarle factura a un bullpen incompleto.

Sin embargo, los dirigidos por Armando Ferrer se impusieron en cinco juegos, menos de lo imaginado por la mayoría. Así que a estas alturas del campeonato hay que contar con ellos como posibles finalistas. Son un equipo hecho para estos momentos. Pero vamos por partes, antes serán rivales del sorprendente Sancti Spíritus, otro pareo que no debe bajar de seis encuentros para el desenlace final.

De todos modos, la pregunta se cae sola: ¿Será que tendremos por segundo año consecutivo otra final entre Alazanes y Cocodrilos? Yo apostaría a que sí. Pero aún falta mucho por delante. Como siempre, el terrero dirá la última palabra. Nosotros volveremos la próxima semana para hablar de beisbol y tentar una vez más a la suerte con nuestras predicciones. ¿Ya usted escogió a sus favoritos?