Primero “naufragio”, después “la aventura del siglo”
De ambas maneras curiosas calificó el Che el desembarco del yate Granma el 2 de diciembre de 1956, en momentos diferentes de sus aportes teóricos y humanos: la primera de ellas al principio del triunfo de la Revolución, en uno de sus sinceros y magistrales testimonios escritos; y la segunda, varios años después en una no menos interesante reflexión expresada personalmente a su gran hermano de lucha Raúl Castro Ruz