¿Los jóvenes con más tiempo enganchados al móvil son más infelices?
Los investigadores recomiendan a los jóvenes que en ningún caso se superen las dos horas de uso recreativo de soportes digitales y que aumenten la cantidad de tiempo que pasan viendo a sus amigos cara a cara y haciendo ejercicio

(Foto: elminero.com.mx).
Washington, 22 ene (EFE).- Los adolescentes que pasan más tiempo enganchados al móvil son ‘notablemente’ más infelices que los que invierten más tiempo en otras actividades, como el deporte o la lectura, según un estudio publicado hoy en la revista especializada Emotion.
‘¿Por qué los niños súper conectados de hoy están creciendo menos rebeldes, más tolerantes, menos felices y completamente desarmados para la fase adulta?’, se preguntó el autor principal de la investigación, Jean Twenge, de la Universidad Estatal de San Diego (California, EE.UU.).
Para examinar este fenómeno, Twenge y sus colegas analizaron datos del estudio ‘Monitoring the Future’, una encuesta representativa de más de un millón de jóvenes estadounidenses de entre 15 y 18 años.
En esta encuesta, se preguntaba a los jóvenes sobre la frecuencia de uso de sus teléfonos, tabletas y computadoras, así como preguntas sobre sus interacciones sociales y su nivel de felicidad general.
En promedio, encontraron que los adolescentes que pasaban más tiempo frente a los dispositivos de pantalla eran ‘notablemente’ más infelices que aquellos que invirtieron más tiempo en actividades como deportes, lectura e interacción social cara a cara.
Sin embargo, la abstinencia total de la pantalla tampoco conduce a la felicidad, ya que los adolescentes más felices usaban soportes digitales un poco menos de una hora por día.
Después de ese punto (una hora diaria de tiempo enganchado a la pantalla), el nivel de infelicidad aumenta constantemente al mismo ritmo.
‘La clave del uso de los soportes digitales y la felicidad es el uso limitado’, dijo Twenge.
Al observar las tendencias históricas de los mismos grupos de edad desde la década de 1990, los investigadores encontraron que la proliferación de dispositivos de pantalla a lo largo del tiempo coincidió con una disminución general de la felicidad entre los adolescentes.
En concreto, la satisfacción con la vida, la autoestima y la felicidad de los jóvenes se desplomaron después de 2012, año en que el porcentaje de estadounidenses que poseían un teléfono inteligente aumentó por encima del 50 por ciento.
‘El mayor cambio en la vida de los adolescentes entre 2012 y 2016 fue el aumento en la cantidad de tiempo que pasaron usando medios digitales, y la posterior disminución en las actividades sociales en persona y el sueño’, aseguró el científico.
Entre sus conclusiones, los investigadores recomiendan a los jóvenes que en ningún caso se superen las dos horas de uso recreativo de soportes digitales y que aumenten la cantidad de tiempo que pasan viendo a sus amigos cara a cara y haciendo ejercicio, dos actividades relacionadas de manera confiable con una mayor felicidad.
Hola
En algo falló nuestra generación. Hasta los noventa supimos porque luchar. Sin embargo en los noventa perdimos el hilo, de algo nos desconectamos, y el resultado fue la juventud de hoy. Lo que me queda de memoria me hace recordar que en muchas ocasiones los adultos le exigieron a los niños y jóvenes mantenerse siempre sentados y en silencio. La gran mayoría de los adultos no soporta el ruido que hacen los pequeños de la familia. Muchos peques tuvieron siempre que mantenerse al margen de todas las necesidades de los adultos; manteniendo la obligada disciplina que muchas veces va en contra de la naturaleza humana. Los adultos casi siempre impusieron sus necesidades por delante de los mas jóvenes. Desde mi punto de vista creo que la obligada dosis de sobre disciplina nos llevo a intercambiar siempre mas con los juguetes electrónicos. Quien fomento este tipo de herramienta no fue mas que la necesidad de muchos adultos a que los mas pequeños se mantengan tranquilos, ocupados y en silencio. Si los adultos hubieran tenido mas capacidad de comprensión para la evolución de nuestra especie, no hubieran llegado muchos jóvenes a este alto nivel de aislamiento. Ocuparse con todos estos equipos electrónicos no es mas que una adición. Los vicios son siempre provocados por la falta de amor y comprensión, por la soledad y el aislamiento, por la incertidumbre y la ansiedad. Y todos los logros llevados a cabo hasta los noventa nos hizo perder en algún momento inconscientemente el enlace para con la generación que se formo a partir de los noventa. Consecuencia: que los jóvenes se ocupen mas con los juguetes electrónicos que con la familia, las amistades y el medio ambiente. Si los padres y las familias le dieran mas amor y tiempo a las nuevas generaciones, en vez siempre de señalar, juzgar y criticar, algo pudiéramos cambiar. Pero estar siempre criticando, juzgando y señalando no es el camino. La generación infeliz como le llamamos, esta atrapada, esta aislada y distraída, pero nosotros los que tenemos conciencia del daño que ocasiona ser un adicto de las redes sociales, en muchas ocasiones nos quedamos desde afuera mirando la derrota de esta generación. Creo que es hora de revolucionar las relaciones humanas. En vez de alejarnos de estos seres infelices, tendríamos que acercarnos a ellos y tomarles de las manos y llevarlos con amor y comprensión a la hermosa realidad, deberíamos invitarles a nuestros mundos, deberíamos animarlos a que conozcan nuestra historia, debemos intentar ser maestros y ejemplos, y no mas críticos de una realidad casi lograda por un error que nuestra generación cometió inconscientemente y que no logramos admitir. Estamos ciegos, y no queremos ver que el abandono de los hijos y de los valores humanos, valores sociales, valores educativos y valores familiares es lo que ha llevado a esta generación a vivir entre las redes de la infelicidad. Si nuestra generación fue tan privilegiada y supo luchar por cambiar las injusticias, entonces seria un deber ahora cambiar con la revolución del amor tanta injusticia cibernética. Nosotros somos consiente del mal, de los virus, de los ataques, de las manipulaciones y de los horrores del internet, entonces luchemos por ellos, por esos jóvenes que se pierden cada día en el silencio de la imagen, luchemos con amor, principios, valores, conocimientos e inteligencia por ellos, busquemos la paz con la imaginacion, busquemos lo hermoso con la comunicación. Dejemos de juzgar llenando la soledad y la tristeza con alegría y amor. Si los jóvenes supieran que buenos somos los adultos, que atractivos somos los mayores, que interesante en nuestra generación, que gloriosa es nuestra inteligencia, entonces buscarían un acercamiento, pero mientras los jóvenes nos vean ocupados en nuestros asuntos, nunca le resultaremos interesantes y continuaran como cada generación hundiéndose en sus prioridades y ahogándose en sus mundos.
Yordanka Jaschke.
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