Un centenario en la vanguardia
Foto. / Jorge Cuan.
Un centenario en la vanguardia
Foto. / Jorge Cuan.

Un centenario en la vanguardia

Una organización juvenil que ha enriquecido las sendas de la nación con un alto aporte patriótico, científico y cultural llega a sus 100 años este 20 de diciembre de 2022. La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) fue fundada por Julio Antonio Mella, llevando en sus filas la vibración de insignes egresados universitarios como Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo e Ignacio Agramonte y Loynaz. Surgió en una época convulsa y de terror cuando junto a los obreros, los estudiantes eran el grupo social más reprimido. Brotaba una nueva etapa de combatividad y el órgano necesario para encausar las aspiraciones del estudiantado. Los más progresistas se lanzaron a las calles a legitimar sus derechos.

Mella, con una vida breve e intensa, concentró su voluntad y empeño en la necesaria renovación universitaria: depuración del profesorado, alcanzar la autonomía y desatar la institución de las garras políticas de los gobiernos de turno; nutrirla de una organización que los aunara, se hiciera sentir y con la que había que contar para la toma de decisiones evitando las arbitrariedades con los alumnos. Lograr además que participaran en la vida nacional: “La hora es de lucha, de lucha ardorosa, mañana se podrá discutir, hoy es solo honrado luchar”, manifestó el insigne revolucionario.

Un centenario en la vanguardia
Julio Antonio Mella. / Óleo de Servando Cabrera.

Al dirigirse al escritor y médico argentino Araoz Alfaro, en 1925, Mella le expresó: «Creo que la Reforma Universitaria no podrá ser definitiva con este régimen social, ni que los estudiantes podrán, ellos solos, obtener todos los fines, […] es parte de una gran cuestión social, por esta causa, hasta que la gran cuestión social no quede completamente resuelta, no podrá haber Nueva Universidad”.

Aunque la reforma universitaria tuvo avances y retrocesos, entre algunos logros iniciales de la organización estudiantil se enumeran la fundación de la Universidad Popular José Martí, la Liga antiimperialista de Cuba, la creación de la Revista Alma Mater y la celebración del Primer Congreso Nacional de Estudiantes.

Con la llegada a la presidencia de Gerardo Machado el 20 de mayo 1925 se acrecentó la represión y con ello la respuesta de los estudiantes y otras fuerzas progresistas hasta el derrocamiento del tirano el 12 de agosto de 1933.

Los universitarios continuaron reclamando sus derechos y apareció en el escenario de la casa de altos estudios habanera la figura de José Antonio Echeverría, quien reimpulsó la organización estudiantil y creó el Directorio Revolucionario como el brazo armado de la FEU, inspirado en el Movimiento Revolucionario 26 de Julio y la estrategia de Fidel de desatar la insurrección popular armada. Un ejemplo es el asalto al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957; aunque no logró los objetivos propuestos, demostró el potencial de las fuerzas revolucionarias y “es una de esas fechas símbolo que la Patria debe recordar siempre”, al decir de Fidel.

El Movimiento que comenzó a enraizar en las demás universidades no estuvo ajeno a la gesta a de la Sierra Maestra ni a las acciones en el llano por derrocar a la dictadura de Batista. Llegado el Triunfo, la organización estudiantil siguió abrazada a la bandera de la Revolución, comprometida con su tiempo y una presencia activa en cada frente por consolidar nuestro sistema social.

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Fuentes consultadas

Hasta que llegue el tiempo, de Froilán González y Adys Cupull y Discurso de Fidel el 13 de marzo de 1961.

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