Voces martianas, Por el Equilibrio del Mundo

Durante la jornada de apertura de la V Conferencia Con Todos y Para el Bien de Todos aconteció la entrega del Premio Internacional José Martí de la Unesco al francés Paul Estrade y la difusión de un mensaje del Papa Francisco a los delegados.


Todos nos preguntábamos a quién la Unesco otorgaría el Premio José Martí. Lógicamente, esa era la noticia que acapararía los titulares relacionados con la jornada de apertura de la V Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo, en La Habana. Pero, de pronto, la magia de La Colmenita nos llevó a una experiencia mucho mejor que primicias periodísticas: a pensar en el bien de la humanidad.

Paul Estrade, primer galardonado con el Premio Internacional José Martí de la UNESCO que no es de América.

Al ritmo de versos, frases y pensamientos martianos, los duendes de Tin Cremata nos contagiaron de bondad. Volvimos a nuestra infancia, a las moralejas de los cuentos de La Edad de Oro, a los primeros Versos Sencillos, al autor que desde niños nos conquistó al llamarnos “la esperanza del mundo”, “los que saben querer”…

Entonces, nuevamente, nos sentimos así de importantes, así de capaces de ser buenos amigos, hijos, padres, estudiantes, patriotas, seres humanos.

Cuando se escuchó en voz de los pequeños, el coro: “He de cantar, he de seguir, he de soñar y sonreír. Aunque el mundo cambie de color, yo estoy aquí, contigo”; muchos nos emocionamos, tal vez recordando a los que tanto han hecho a favor de la raza humana.

En cada movimiento y gesto de una de las niñas del escenario, yo veía a Fidel. Ella me convencía del bien que puede hacer el hombre por su semejante, aunque no solucione todos los problemas del mundo actual.

En la jornada de apertura participaron todos los miembros del Buró Político del PCC.

Desde uno de los pasillos del salón, Tin dirigía a su colmena. En un momento las abejitas bajaron del escenario, se pasearon entre cientos de jovencitos, adultos y ancianos presentes en el Palacio de Convenciones de La Habana.

Poco a poco, todos terminamos uniéndonos al coro y a las palmadas. Aquel vestido con túnica y también el de traje de gala. Quien hablaba español y el que lo hacía en francés. El de tez blanca y el de piel negra. Los islámicos y los cristianos. Porque el sentimiento está por encima de las diferencias.

En las palabras de apertura, Héctor Hernández Pardo, coordinador del Proyecto José Martí de Solidaridad Internacional, recordó la respuesta, siempre ascendente, que ha tenido este foro Con Todos y Para el Bien de Todos, el cual en su inicio reunió a 450 delegados de 36 países y en la edición actual acoge a 1100 participantes provenientes de 87 naciones.

En este foro martiano participan intelectuales, científicos, políticos y sindicalistas de todo el mundo.

El también subdirector general de la Oficina del Programa Martiano destacó la capacidad de convocatoria del ideario del Apóstol. “A pesar de que los participantes tuvieron que costeárselo todo ellos mismos, hoy estamos desarrollando un mega evento, el más masivo en Cuba tras la pandemia del covid-19. Ello nos demuestra que Martí sigue convocando a los hombres y mujeres de buena voluntad de todo el mundo”.

Hernández Pardo agradeció el apoyo de la dirección del Gobierno cubano para la celebración del evento, asimismo el respaldo de organismos de alcance global como la Unesco y la incorporación paulatina de instituciones locales a este foro de pensamiento plural y multidisciplinario, convocado por el Proyecto.

Un momento especial vivieron los delegados a la cita martiana, cuando el arzobispo Giampero Gloder, Nuncio Apostólico en Cuba, dio lectura al mensaje enviado por el Papa Francisco a los participantes en el encuentro Por el Equilibrio del Mundo.

“Cuba es la Patria de la solidaridad”, afirmó el fraile brasileño Frei Betto al referirse a la colaboración internacional de médicos cubanos.

“Un año más se reúnen en esta conferencia para conmemorar el nacimiento de José Martí presentando su figura como acicate para despertar las conciencias de cuantos en el mundo están llamados a crear un clima de diálogo y fraternidad, que pueda impulsar cambios significativos en las actuales circunstancias sociales y políticas.

Tales circunstancias dan motivos de alarma y deben suscitar en nosotros un interés por ese cambio del mundo. Para ello, sin embargo, considero importante que en esta mirada no se fije tanto en lo que cada uno de nosotros, con la mejor de las intenciones, podría proponer, sino en la absoluta necesidad de sentarnos a escuchar a los demás”, decía la misiva del Sumo Pontífice.

En su mensaje, el Papa Francisco insistía en la urgencia de construir puentes para encontrar soluciones a los problemas del mundo contemporáneo. 

El reconocido historiador Eduardo Torres Cuevas (al centro de la foto), ofreció una conferencia magistral sobre Martí.

“Es juntos, en la fraternidad y la solidaridad que podemos construir la paz, garantizar la justicia y superar los acontecimientos más dolorosos. Esta es la clave para recuperar el equilibrio. Solo juntos podremos enfrentar las diversas crisis morales, sociales, políticas y económicas que padecemos y que están todas interconectadas”.

Otro instante emotivo de la ceremonia fue la entrega del Premio Internacional José Martí de la Unesco al destacado historiador y catedrático francés, Paul Estrade, entre otros méritos por su consagración al estudio de la vida y la obra del Héroe Nacional de Cuba, y su aporte a las relaciones entre Europa y América Latina.

Según destacó en la capital cubana la subdirectora general de la Unesco para las Ciencias Sociales y Humanas, Gabriela Ramos, el doctor en Letras y Ciencias Humanas ostenta una prolífica hoja de vida en el ámbito de la preservación de la identidad, las tradiciones culturales y valores históricos de la región, en coherencia con los valores martianos.

Mediante videoconferencia, pues las condiciones de salud le impidieron viajar a la isla caribeña, Paul Estrade saludó –desde París- a los delegados de la V Conferencia, y manifestó su alegría y agradecimiento por merecer tal honor.

Martí sigue convocando al bien a los hombres de buena voluntad.

“Al aceptar complacido el premio pienso en las personas e instituciones que me han animado y apoyado durante 10 años, en los fundadores del Centro de Estudios Martianos, en los compañeros de la Universidad de La Habana y la Academia de Historia que me han admitido en su seno”

El francés dedicó el lauro a la patria del Apóstol e insistió en que la impronta martiana, en un mundo marcado por la violencia y la intolerancia, puede guiarnos, no como profeta sino como espíritu que aglutina y espolea las conciencias.

Paul Estrade recordó las ansias de libertad, democracia y justicia social que marcaron la vida del más universal de los cubanos. Fiel a su Maestro, instó a la práctica constante de la generosidad para cambiar el rumbo de la historia Con todos y para el bien de todos. 


CRÉDITOS

Foto. Ismael Francisco

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