Foto. / TRUTIÉ
Foto. / TRUTIÉ

Voz guerrillera en el éter

Arribamos al aniversario 65 de la fundación de Radio Rebelde, apoyo indiscutible en la gesta armada que se libró en la cordillera oriental


Donde el arroyo de la Sierra refresca la floresta y también crece la palma, una onda radial enriqueció el habitual sonido del lomerío el 24 de febrero de 1958. Surgía “para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad”, con palabras de José Martí.

Desde la cima invicta de la Maestra comenzaba a llegar a los llanos y ciudades la vibración de un escenario heroico. Había transcurrido un año y dos meses del inicio de una epopeya; era necesario trasladar al pueblo los verdaderos objetivos de aquella proeza con la información objetiva y precisa ante la tergiversación que infundía el Ejército de la dictadura.

El combatiente Ciro del Río Guerra llevaba varios meses en campaña; el 27 de diciembre de 1957 le anunció al comandante Ernesto Che Guevara, jefe de la Columna No.4, posesionada en La Mesa, que Eduardo Fernández Rodríguez, un técnico amigo suyo residente en Bayamo, creía posible armar una planta de radio y situarla en aquel firme. El argentino dio su aprobación.

El 4 de enero, en la zona de El Hombrito, el especialista le expuso la idea: “El Che me escuchó muy atento y, cuando terminé, me preguntó cuánto costaría hacer todo eso. Le dije: Bueno, no tengo idea, pero creo que una plantica de radio se puede hacer con los elementos que yo tengo y algo más; me parece que con 500 pesos se resuelve el problema. El Che me respondió: ‘Te pondré en contacto con el Movimiento para ver qué pueden hacer. Toma 100 pesos para que tengas para moverte en la ciudad y puedas ir resolviendo’”.

Transcurrieron 15 días, un enviado del Che acompañado de un ingeniero contactó con Eduardo en Bayamo. Determinaron que llevaría mucho tiempo armar el dispositivo con los recursos que tenían a mano. Se trasladaron a Santiago de Cuba y se encontraron con René Ramos Latour, del Movimiento 26 de Julio –ya el Che había coordinado con él–; definieron los pasos a seguir. El ingeniero partió hacia La Habana y a los pocos días se comunicó con el técnico para que se reunieran en la capital.

Eduardo rememoró: “Me llevaron a una casa de Nuevo Vedado donde instalamos la planta. Un radioaficionado me enseñó cómo se manejaba. [] Regresé a Bayamo y el ingeniero quedó encargado de su envío. Ya con todos los mecanismos en mi poder, le mandé un aviso a Ciro [del Río]”.

Con el apoyo de cinco hombres se inició el traslado a campo traviesa para evitar los controles del Ejército. Fue difícil moverse por escarpados trillos que incluyó el cruce del río Guamá –estaba crecido y tuvieron que esperar a que se normalizara su cauce–. Se auxiliaron con un mulo. El 16 de febrero los valiosos dispositivos llegaron al campamento del Che en La Mesa y se instalaron en el Alto de Conrado.

¡Aquí, Radio Rebelde!

La primera trasmisión duró solo 20 minutos; se inició con las notas del Himno Invasor –el clarín ordenaba de nuevo a degüello, nuevas cargas por la libertad–. El Che refirió: “[…] los únicos oyentes que tuvimos fueron Pelencho, un campesino cuyo bohío estaba situado en la loma de enfrente, y Fidel, que estaba de visita en nuestro campamento”

Equipos de Radio Rebelde en la Comandancia de La Plata. / fidelcastro.cu

El Comandante en Jefe reseñó: “Recuerdo que el Che se tomó mucho interés y realizó esfuerzos para crear esta estación de Radio Rebelde, en un momento en que apenas nosotros comenzábamos a disponer de un territorio más o menos estable. […] a unos 300 metros tratábamos de sintonizarla y lo pudimos lograr con mucho trabajo”.

El Che le había dado un radio portátil a Rafael Ruiz Pérez, Pelencho, quien recordó: “Esa tarde el Che me dijo que fuera para mi casa y luego le dijera lo que había escuchado. A eso de las cinco de la tarde oigo por la radio una voz que decía: ‘¡Aquí Radio Rebelde!’ e inmediatamente comienza a hablar de la lucha insurreccional en la Sierra Maestra y a exhortar al pueblo a combatir la opresión tiránica; me emocionó tanto que el corazón me palpitaba fuerte como si tuviera un tambor dentro del pecho”.

Para atender la operación de la radiodifusora, el comandante rebelde creó un equipo de combatientes: Luis Orlando Rodríguez como director, Orestes Valera y Ricardo Martínez, redactores-locutores, y Eduardo Fernández, técnico. Más adelante se incorporaron Olga Guevara –primera voz femenina de la estación–, Violeta Casals, Jorge Enrique Mendoza y Guillermo Pérez.

En posteriores emisiones, la vibrante voz de la actriz guerrillera Violeta Casals popularizó la identificación de la emisora: “Aquí, Radio Rebelde, la voz de la Sierra Maestra, trasmitiendo para toda Cuba, en la banda de 20 metros diariamente a las 5 de la tarde y a las 9 de la noche, desde nuestro campamento rebelde en las lomas de Oriente. Director capitán Luis Orlando Rodríguez”.

El 15 de abril Fidel realizó su primera alocución por la planta: “He marchado sin descanso días y noches desde la zona de operaciones de la Columna No.1 bajo mi mando para cumplir esta cita con la emisora rebelde.

“Duro era para mí abandonar mis hombres en estos instantes, pero hablarle al pueblo es también un deber y una necesidad que no podía dejar de cumplir”.

Con el fracaso de la huelga de abril, se avizoraba una ofensiva enemiga. Fidel dio orientaciones precisas reafirmando la decisión de mantener en alto las banderas de la lucha.

El Che fue el mayor impulsor de la emisora guerrillera. / fidelcastro.cu

Llegó el 1° de mayo y la Comandancia General se situó en La Plata. Desde ese día la frecuencia que se identificaba por el indicativo 7RR –Movimiento 26 de Julio-Radio Rebelde–, comenzó a trasmitir desde ese sitio. También Fidel tuvo la iniciativa de llevar la emisora a la línea de fuego: Así lo narró en uno de sus libros:

“Esa noche, mientras los montes en torno a Santo Domingo retumbaban con el fragor del combate, desde el alto de Sabicú, los altoparlantes de Radio Rebelde no cesaron de sonar con las encendidas arengas de Ricardo Martínez, Orestes Valera y nuestros otros locutores, con los himnos patrióticos grabados en discos y con las alegres e intencionadas canciones del Quinteto Rebelde, que bajo la entusiasta dirección del campesino Osvaldo Medina hacía su primera aparición en el escenario de guerra. Fue la primera prueba de un arma que después, en Jigüe, iba a desempeñar un papel de primera importancia”.

Eugenio Medina Muñoz vivió aquellos significativos momentos como integrante de la legendaria agrupación musical: “Como en una película pasan por nuestras mentes las escenas cuando nuestras canciones retaron las balas enemigas. Me parece escuchar aún la voz clara y potente de los locutores.

“Parecía que dirigían a viva voz una gran orquesta por la manera tan original que convocaban a la tropa rebelde y, sobre todo, a la acción de Braulio Curuneaux. Tal como el Quinteto sacaba una nota al tres o a la guitarra, era un artista con la cadencia armoniosa de la ametralladora: ‘Ahora sentirán cómo canta la 50. ¡Tira Curuneaux! ¡Que dispare ahora la 30! ¡La gente de Guillermo García que arrecie el fuego contra el enemigo! ¡Camilo, que dispare ahora con sus hombres!’. Una manera de desmoralizar al enemigo y levantar la moral de nuestra tropa”.

La estación sirvió de enlace como centro del sistema con los distintos frentes de guerra. Llegaron a emitir 32 plantas de radio formando la Cadena de la Libertad, que incluía la difusión en el exterior.

A las puertas de Santiago

Al inicio de la contraofensiva estratégica desarrollada con tanta maestría por el Comandante, 7RR se traslada para el llano siguiendo la trayectoria del avance guerrillero. Con la toma de Palma Soriano se encadenó con la red nacional de radio.

En ese enclave, por los micrófonos de dicha frecuencia, el Comandante en Jefe convocó a la huelga general el 1° de enero de 1959, cuando ante la fuga del país del dictador Fulgencio Batista y sus principales secuaces, se realizaban maniobras por un grupo de elementos reaccionarios para escamotear el triunfo. Dio órdenes precisas a los diferentes frentes de combates en toda la Isla para no detener la ofensiva: “[…] ¡Más unidos y firmes que nunca deben estar el pueblo y el Ejército Rebelde para no dejarse arrebatar la victoria que ha costado tanta sangre!”.

Ya en la capital del oriente cubano, 7RR en cadena nacional, y en la voz del invicto Comandante Fidel, anunciaba aquel 1° de enero de 1959: “Al fin hemos llegado a Santiago. Duro y largo ha sido el camino. Pero hemos llegado”.

Aquella misma señal que hace 65 años surcó el espacio de la Sierra legendaria, no ha cedido y hoy sigue llegando con la necesaria inmediatez y veracidad en el eco de una nación invencible y digna.

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Fuentes consultadas

Los libros: 7RR la historia deRadio Rebelde, de Ricardo Martínez y La Contraofensiva Estratégica, de Fidel Castro Ruz. “El campesino de la Sierra Maestra que escuchó la primera trasmisión de Radio Rebelde”, en Granma, 24 de febrero de 2018, y entrevista del autor a Eugenio Medina Muñoz.

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3 comentarios

  1. Interesante trabajo sobre la emisora Radio Rebelde. Su aporte a la lucha revolucionaria fue decisivo. Felicidades Norberto por tu contribución a la historia patria.

  2. soy testigo precencial de muchos momentos de los que en éste trabajo periodístico se cuentan.
    es emocionante el recuerdo de estos echos ,
    después de 65 años ., al
    recordarlos, me parecen
    un sueño, pero no, » fueron realidades!!. vividas.
    las geraciones actuales debieran estudiar con más profundidad estos pasajes de nuestra historia.
    !! magnífico trabajo.
    te felicito Escalona.
    un abrazo.

    1. Gracias Aníbal y Felicidades, porque tú eres un protagonista de de la gesta heroica de la Sierra maestra. ¡Seguimos en combate! Un abrazo,
      Norberto Escalona

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