¿Y el que no tiene nada que vender?

Si en el terreno de los precios la fórmula es la ley de la selva o “sálvese el que pueda”, ¿qué hacen quienes no tienen una tabla a la que asirse?


Aunque a todo el mundo le preocupa y le molesta, yo diría que a muy pocos les sorprende ver cómo la misma libra de yuca o de boniato que vende o revende aquel sujeto hoy cuesta más cara que ayer.

En Camagüey, esta misma mano de plátanos mañana puede costar más.

“Imagina –suele justificarse el individuo– tengo que subirle el precio porque ahora el litro de leche me cuesta más”.

Si le preguntas, entonces, al dueño de la vaca (o al que “comercializa” la leche), con toda seguridad te dirá en casi idénticos acordes: “Es que la libra de cerdo volvió a subir”.

Busca, luego, al productor o revendedor de esa cada vez más escasa carne y no tengas la menor duda de que te dirá algo así como… “Si no hago esto, ¿cómo compro el detergente?”.

Solo que quien no produce detergente –pero lo importa desde el exterior, o no le “importa” agenciárselo aquí dentro, desviado de almacenes– será tajante: “Es que el litro de combustible anda por los 1 000 pesos y yo tengo necesidad de moverme diariamente con mi carrito”.

El revendedor de cebollas alegará que ahora el cartón de huevos le cuesta más caro.

Así, sucesivamente, como una verdadera fisión en cadena, se tornará casi interminable la “tripa” de actores o de personajes que se ven “obligados” a subirle el precio a lo que venden para poder adquirir lo que, también más caro, deben comprar.

Hasta ahí, parece haber una lejana –aunque no muy justa– lógica de un fenómeno que, en el fondo, puede tener mucho más de ilógico.

Obviemos por un momento si en verdad se hace poco, no lo suficiente o nada para hallarle estatal, institucional y socialmente una solución a ese asunto que, en mi personal criterio, puntea hoy entre los que más –si no el que más– daño le está haciendo por dentro a la nación y, ojo con esto: al ser humano, a los valores. Muchísima gente honesta, humilde, transparente, incondicional, está recurriendo a “inventos” para satisfacer necesidades vitales en cuya concreción tiene que intervenir, obligatoriamente, el dinero.

Obviemos también teorizaciones que todos debiéramos interiorizar acerca de los divinos mecanismos (leyes) del mercado capitalista, de la llamada oferta-demanda y de otras “novedades” que llegaron a nuestro contexto socioeconómico, Dios quiera que “no para quedarse”.

¿Y cómo resuelven su dilema personas así, que no tienen nada que vender, excepto la sonrisa que siguen regalando y la esperanza de una mejoría?

La pregunta que me he hecho decenas, cientos de veces, es la siguiente y quizás alguien de ustedes, amigos lectores, o un experto en temas económicos, pueda ayudar a despejar: ¿Cómo queda en esta historia, qué cosa puede hacer el ciudadano que, por las particularidades de su oficio o por su invariable honestidad, no tiene nada que vender ni se agencia alternativa alguna para vender o revender?

Es decir, ese que amanece diariamente (más) víctima del disparado e incontrolado incremento de precios y continúa enfrentando el fenómeno con el honrado salario que devenga o con la discretísima chequerita de jubilación, ¿qué hace, cómo se las arregla?

Al menos yo, hasta ahora, no encuentro una respuesta… sana, reconfortante. Si usted la tiene, por favor, adelántela, socialícela. Es obvio que, como país, todos la necesitamos “para ayer”, tal como se ha puesto en moda decir para aquellas cosas que demandan la más urgente acción.

Cada vez hay que pagar más, hasta por lo que antes no se cobraba un centavo.

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15 comentarios

  1. De acuerdo totalmente con su opinión, pero hasta cuándo soportar está situación, si no se ve a ojos vista alguna solución. Convocar a todos nuestros expertos y científicos y desidores a un amplio debate sin miedo ni cortapisas. El objetivo salvar la economía que es salvar el proyecto socialista. Pero para poner un ejemplo nuestro medios de prensa no acaban de reflejar la realidad diaria a la que se enfrenta la población. Exceptuando algún que otro artículo como el suyo. Gracias

    1. Somos la revista Bohemia y yo, como autor del comentario, los agradecidos por esa opinión suya, amigo Eddy. Tiene mucha razón en su punto de vista y es obvia la buena intención con que lo expresa. Nunca deje de hacerlo. Bohemia necesita lectores como usted, que opinen y nos ayuden a saber por dónde andamos. Gracias otra vez.

      1. ¿Qué hacen? ¿Es esa una pregunta seria? Con todo el respeto que usted se merece periodista, todos sabemos que hacen y como viven las personas que en nuestro país dependen del salario o la jubilación. También lo conocen nuestros decisores y lo que preocupa es porqué no se dan los pasos concretos para que comience a cambiar la situación. Muchas medidas pero pocos resultados. Hay que empezar, desde ahora mismo, a palpar el fruto de tantas buenas intenciones. Cada día que pasa están deteriorando la confianza que el pueblo siempre a tenido en el modelo de sociedad que decidimos construir. ¿A qué estamos esperando? ¿Qué levanten el bloqueo? ¿Qué se nos trate como un país «normal»? Eso no va a pasar mañana, ni este año, ni el próximo… entonces nos toca ser arriesgados y audaces y mover los resortes internos que aún permanecen dormidos.
        Qué no se pida más, en vano, sin lograr efecto slguno, el esfuerzo del pueblo. Se necesitan otras motivaciones que hoy permanecen sin desatarse verdaderamente.
        Haciendo lo mismo no llegaremos a otro sitio, seguiremos dando vueltas en círculos.
        Agradecido por encontrar temas como este en nuestra prensa. No es suficiente pero puede ir despertando conciencia.

  2. Es mas de lo mismo… lo que ya todos sabemos.. pero lamentablemente no hay quien le ponga el cascabel al gato… es un reporte donde ya se sabe lo que se le va a responder… no hay una via o posible solucion, aqui no la leo.. conclusion seguimos igual en aras de empeorar…Como para llorar todos juntos…

    1. Exactamente: ese problema es tan viejo como el del pan de la libreta.
      Por otro lado, creo que el artículo debió indagar también sobre los elevados costos de producción: esa es la verdadera incidencia en el problema de los precios.

  3. Muy de acuerdo con el artículo. Quienes tenemos un salario fijo (maestros, médicos, etc) vemos cómo mensualmente los precios se incrementan y hasta el barbero aduce que «todo es más caro», así que cobra más. Qué puede hacer uno que no es cuentaoropista? Cobro las clases que doy, las consultas médicas??? Por favor, cuándo se va a tomar alguna medida para trabajadores honestos?

  4. estimado pastor batista:
    su artículo reflexiona sobre algo muy doloroso y degradante para todos.
    le diré mi modesto criterio: no puede resolverse el asunto de la inflación porque beneficia a quienes deben resolverlo. precios más altos significan más impuestos (una mipyme paga 35% de las utilidades más 14% sobre los salarios más 11 % sobre ingresos totales más 10% fondo obligatorio más que da igual si es mayorista o minorista, solo compra a precios minoristas, y los salarios tienen que ser iguales o superiores a la media local. esas interioridades no son tan conocidas cuando se denosta contra ellas) y por tanto las autoridades recaudan más. en su vida personal muchos cuadros reciben «módulos», «jabas», «planes de recreación», «ajuar y equipos de cocina» a precios mucho más económicos, se les asignan buenas casas y autos para su labor, por lo que, si a su familia no le afecta y están hasta sobrecumpliendo los aportes al presupuesto…. felicidades!
    Muchas entidades como la industria del mueble han pasado en algunos lugares, de producir ellos mismos a ser intermediarios de grupos privados, a los que no dejan importar la madera directamente, pero se la venden en mlc. el FCBC va por el mismo camino. Todas las entidades parásitas creadas para import y export encarecen los insumos y precios. por otra parte, la pérdida de valores y la escasez en ocasiones de ejemplos de austeridad de vanguardia, junto a la crisis, lleva a la corrupción en sectores como la salud y la educación, haciendo que haya que regalar o pagar para recibir oportunamente servicios «gratuitos», o llevar las medicinas, medios, sábanas, cubos, textos escolares, arreglar las aulas, etc.
    esto no está planteado de esta forma en la agenda pública, sino a traves de frases como «hay potencialidades» o «deficiencias», «estamos insatisfechos, se puede hacer más» que son ambiguas, triunfalistas y no dicen o establecen los responsables de cada problema, además del bloqueo yanki.
    todo lo anterior contribuye a la inflación inducida, por el estrés, desespero, pobreza, en otros casos baja autoestima que se quiere compensar con cosas materiales…
    nuestro problema principal es moral, no económico, en mi criterio se bota mucho dinero y recursos en Cuba hoy haciendo inversiones innecesarias mientras seguimos en apagón y sin agua muchas veces. y nuevamente, cómo se alumbra o cocina el pobre?

    1. Muy bien… falto por decir en el caso de las mipymes, que beneficia a unos pocos en relacion a empresa contratista, recuerdo cuando trabajamos en plena covid los que seguidos porque habian muchas limitantes, se le vendian modulos de aseo personal y algun que otro paquete de pollo a precio de tiendas… (plena covid, cero todo, no se podia ni salir y de hacerlo con un papel de autorizo) y aun asi se vendia algo al trabajador… hoy dia solo se le vende a traves de una mipyme con precios exuberante donde el mismo paquete o caja de pollo te cuesta 3 veces el salario, donde en mecanismo no beneficia al trabajador sino a los directivos y comprador de empresa, realmente es duro y triste la situacion que tenemos actualmente… ERAMOS RICOS Y NO LO SABIAMOS… pero no hay retorno el camino es largo, duro y no veo el enfoque… y la mayoria de las personas sin criticar creencias o pensamientos distintos, lejos de tratar de encontrar ese camino al mejor mañana deciden emigrar porque ven mejoria lejos del hogar… como bien dices, se enfoca mas en lo monetario, quien no sabe las carencias que tenemos, pero entre tanta adversidad un logro por pequeño o grande que sea ya no se felicita se admira o se pone de ejemplo para demas trabajadores… no resuelve pero moralmente te levanta el animo y da deseos de seguir luchando por lo que creemos…

  5. De acuerdo con usted, muy buena pregunta que me hago también reiteradamente desde la óptica de mis ingresos como jubilado. Y aclaro, no soy de quienes están cercanos al límite inferior. Quienes somos de los que con juventud, fuerzas y esperanzas modestamente aportamos nuestro esfuerzo en la construcción de una sociedad más justa que nos recompensara en la vejez tenemos ante nosotros actualmente una labor mental titánica para convencernos de que no desperdiciamos nuestras vidas. Doblemente doloroso para quienes hemos visto o vemos la partida de nuestros familiares cercanos, hijos incluidos, en busca de una vida mejor con las esperanzas puestas en sociedades capitalistas, incluso en algunas que no clasifican entre las más desarrolladas. Qué puede decirse de nuestro sendero recorrido cuando constatamos que nuestro propio país vuelve atrás para retomar caminos de los cuales renegamos cuando creíamos en el casi conjuro de que íbamos guiados por un supuesto camino correcto. Aplaudo su artículo y reconozco su esfuerzo, pero creo que no basta con describir lo que todos sabemos de realidades cuyos orígenes exógenos se nos recuerdan a diario mientras se soslayan las causas endógenas. La situación ha cambiado, ahora no basta con malabares de refritos para convencer.

  6. Mi más profunda gratitud, como autor del trabajo, por la sinceridad y respeto de ustedes, amigos lectores, en los comentarios realizados.
    Efectivamente, el asunto es preocupante, grave. O se le pone freno, alguna manera de regularlo o sus consecuencias pueden ser más catastróficas de lo que ya son en el orden no solo económico o en el equilibrio de las finanzas, sino también en el estratégico terreno ideológico.

  7. Muy buen artículo pero pordesgracia el estado no hace nada y seguimos perdiendo confianza en las instituciones y este es el mayor descontento popular: la poca credibilidad institucional que hoy tenemos

  8. solo quiero AGRADECER su objetividad profesional. Y desear que se hable SIEMPRE así, quizás de ese modo se produzca una, al menos una, respuesta oficial OBJETIVA.
    Reitero: gracias

    1. Gracias Georgina. Para ustedes escribimos, no por un motivo de satisfacción personal. Y el objetivo siempre será ayudar a resolver los problemas, del modo más conveniente o beneficioso para todos. Gracias otra vez. No te pierdas de nuestro espacio que es tuyo, de todos.

  9. Soy economista de profesión. La verdad saemos el alto grado de deterioro social por la inflación que es inducida lo reconozco; pero por qué no se reguló los márgenes comerciales, se dijo oferta deamnda, ni las economías capitalistas más feroces hacen eso, porque están los controles guberanmentales en eso, pero hay otro factor el productivo, sí para bajar precios es incrementar la producción pro sabemos y es una realidad, no hay ni combustible, cuando se decidió inicar ciertas rteformas económicas debieron ser realizadas en otro momento histórico, no en medio de una crisis mundial y una pandemia que ha cambiado la humadidad y conflictos bélicos que nos hacen mella y no olvidar el bloqueo estoy de acuerdo y su recrudecimiento. Pero la verdad en dos aos por tomar ese punto, se le dijo a la inflación «actívate» y no se le puso freno con los debidos mecanismos, y no cuando casi por no decir o vaticinar algo, es casi un tunmor con metástasis y bien diseminado. Se está aplicando la regulación de precios topados, puede ser, pero sabemos lo que acarrea, al desabastecimiento y el fomento al mercado subterráneo y sus consecuencias. Lo otro no se estimulan las actividades productivas, las Mipymes, estoy de acuerdo, existan, pero dónde están los aportes, que ellas deben hacer al presupuesto del estado, la ONAT con sus mecanismos, que el sector presupuestario esté en un jabón sobre agua sus necesidades de finaciamientos porque hay un déficit presupuestario astronómico, así como no puede ser cubierto con el Producto Interno Bruto, como dicen vulgarmente le debemos a las 11 mil vígenes, unido a las campaas de descrédito internacional, y otros como el combustible, que a ese le digo mira en ciudades y pueblos, carros y ómnibus vacíos y el otro que pasa le pide una barbaridad de dinero por distancias cortas y si son largas mucho más. Está el componente especulativo, por qué los organismos de control lo permitieron, se pusieron en acuerdo para permitir a comercializadores se inyectara la inflación y especulación y se hiceran hermanas, algo que lastró la base productiva ya descapitalizada en Cuba, y las personas que no tenemos para irnos del país somos los quesufrimos y nos sentimos incapaces, frustrados, sin esperanzas, deprimidos; inversiones que no reportan impacto en la producción y los servicios, Mipymes comercializadoras, no productoras, porque si se analizan muy pocas producen, son comercializadoras por no decir revendedoras. Sentirnos ya con la juventud perdida, como nuestros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, que dieron todo con energía por un proyecto de vida, el que no se pudo realizar, porque unido a eso la juventud emigra y no jóvenes, eso afecta demográficamente, nadie quiere tener hijos, no hay reemplazo, quién trabajará en Cuba en 5 aos, los desmotivados, al ver no tuvieron recursos económicos para emigrar, se plantearon estudiar en algo ni les gustaba y no los estimulaba económicamente, o decir para qué esforzarme, mira a mis abuelo, por no decir a mis padres, tanto trabajar para vivir en esta situación tan deplorable.

  10. Una vez más agradezco los comentarios de ustedes. Opiniones como las de Tunero de a pie (aunque todas, en general) no solo nos ayudan a nosotros como revista, sino también a expertos, especialistas, estudiosos, directivos y decisores al más alto nivel, en un asunto tan estratégico y delicado como este. Gracias, muchas gracias.

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