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La permanente grandeza de un  hombre

Chávez dejó de ser el niño de Barinas, el joven lleno de inquietudes por la justicia, el militar consagrado y el revolucionario venezolano para alcanzar talla mundial. Podemos recordarlo hoy en sus disímiles facetas: liderando los históricos lazos de unión entre Cuba y Venezuela, en su entrañable amistad con Fidel, en su obra inmensa pero, muy especialmente, en su ejercicio de humildad

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