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Tanto va el cántaro al río…

Las lluvias severas de junio dejaron atónitos a los habitantes de las regiones del oriente y el centro de Cuba. Si bien aliviaron una tierra signada por la sequía, sus volúmenes de agua, los cuales marcaron récords de precipitaciones para muchos territorios, también dejaron destrozos por doquier. Lamentablemente, se perdieron vidas humanas. Con vistas al futuro, habrá que repensar en soluciones de prevención y adaptación ante este tipo de eventos meteorológicos que, aunados a los efectos del cambio climático, se espera que puedan ser más intensos y frecuentes

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