El atletismo cubano conquistó 18 medallas, siete de ellas oros, y terminó tercero por países en los Juegos Panamericanos Santiago 2023
Siete doradas, seis plateadas y cinco bronces, para un saldo total de 18, nos catapultó hasta la tercera plaza en el deporte rey, solo por detrás de dos potencias como Estados Unidos (8-5-12) y Brasil, que solo nos superó en las platas (7-9-6).
En cambio, un título, dos platas y ocho bronces solo suman 11. No intentamos jugar a las matemáticas. Sucede que ese era el objetivo de la armada antillana, según lo anunciado por sus directivos días antes del inicio de la cita continental. Pero sobre el campo y la pista la realidad superó los pronósticos con bastante margen.
Más allá de lo previsto -pienso-, con la idea de no quedar por debajo y sobrecumplir, también es cierto que hubo varias sorpresas, así, escrito en plural. Yo mismo, cuando comencé a tomar notas en mi agenda, nunca esperé ocupar tantas páginas.
Letras doradas
Yunisleidy García fue una de las principales causantes de esas alegrías. Se robó la atención en la pista, al convertirse en la reina de la velocidad en la capital chilena.
Su primer oro de dos, además de una plata, fue en los 100 metros, tipo de carrera en la cual Cuba solo ostentaba una corona y había pasado mucho tiempo, exactamente 32 años, cuando Liliana Allen se tituló en La Habana 1991.
Yunisleydis detuvo el reloj a los 11.36 segundos y le sacó 16 centésimas a la guyanesa Jasmine Abrams (11.52) y una más a la bronceada Michelle Ayers, de Trinidad y Tobago (11.53), diferencia notable en esa corta distancia.
Pero faltaba más de la muchacha de 24 años. Le fue entregado el «batón», literalmente, después de sus resultados previos, para culminar en la final de la posta en los 4X100, a pesar de no haber estado durante la clasificatoria. Seguramente su ausencia anterior fue mera estrategia.
Laura Moreira, Enis Pérez, Yarima García y por último Yunisleidy García, con un cierre fulminante, fueron las más rápidas de la noche con crono de 43.72 s.
Y rememoremos otra vez. Para encontrar el único cetro de una posta cubana hay que viajar en el tiempo hasta Winnipeg 1967, cuando lo consiguieron Marcia Garbey, Violeta Quesada, Cristina Hechevarría y Miguelina Cobián.
Asimismo, Sahily Diago conquistó la medalla de oro en los 800 metros con registro de 2:02.71 minutos. Su compatriota y una de las favoritas, Rose Mary Almanza, tras liderar la carrera hasta unos 200 metros de la meta, en una suerte de dúo sincronizado y estratégico, cronometró 2:03.68 para asegurar la presea de bronce, una vez que fue rematada en la recta por la uruguaya Deborah Lizeth Rodríguez, quien se alzó con la plata (2:02.88).
Por su parte, Luis Enrique Zayas reeditó su título de Lima 2019 en el salto de altura, en una prueba donde la mayoría de los atletas no pudieron con los 2.24 metros y el 2.27 lo consiguió solo él, y lo hizo al extremo, en el tercer y último intento.
Desplazó así al puertorriqueño Luis Castro a la plata, quien llevaba mejor secuencia que el nuestro hasta ese momento, mientras que el veterano bahamés Donald Thomas alcanzó el bronce, ambos con saltos de 2.24.
La estafeta de los 4X400 también festejó en el Estadio Nacional de la capital chilena. Sacaron el extra, pues dos de las integrantes casi no descansaron luego de correr los 800. Fueron claves para el cetro de las cuatro vueltas repartidas al óvalo. Hablamos de Sahily Diago y Rose Mary Almanza, quienes con mucho sacrificio se unieron a Zurian Hechavarría y Lisneidy Veitía para completar la faena con registro de 3:33.15 minutos, dejando atrás a República Dominicana (3:34.27) y Brasil (3:34.80), por ese orden.
Cetros esperados
Cuba es una potencia en triple salto. Tanto en los casos de las mujeres como en los hombres, hay que contar con la mayor de las Antillas para podio en eventos de mayor calibre. Así que en Santiago 2023 el plan no podía ser otro que el oro en ambos casos.
Sin embargo, a pesar de la conocida ausencia de la fuera de serie venezolana Yulimar Rojas, no se incluyó en el dato anticipado el título de la saltadora de triple Leyanis Pérez, que en definitiva se concretó. Resultó como previmos en este mismo espacio en un trabajo publicado bajo el título «Pretensiones del deporte rey», inspirado en un debate entre los gestores del atletismo cubano y la prensa especializada, que tuvo lugar en el Instituto Internacional de Periodismo días antes de la lid.
Lo cierto es que Cuba hizo el uno-dos en esa prueba. Leyanis finalizó al frente con un mejor salto de 14.75 metros, mientras que la plata fue para su coterránea Liadgmis Povea, quien voló hasta los 14.41.
El título de Lázaro Martínez en salto triple, aunque esperado, no se disfrutó menos. Era la única propuesta de los federativos para escalar a lo más alto del podio. Ciertamente fue categórico. Dio un solo brinco y se retiró para ver que pasaba.
Permaneció como observador y nadie más llegó hasta sus 17.19 m. El otro cubano, Cristian Nápoles, fue bronce con 16.66 y el brasileño Almir Dos Santos (16.96) se hizo con la plata.
Podios no menos felices
Los hombres también se unieron a la fiesta de los relevos. Quedaron segundos en el 4X100, por detrás de los favoritos de Brasil, y sus compañeras campeonas fueron las primeras en abrazarlos entre banderas cubanas.
Rogelio Amores, Yaniel Carrero, Reynaldo Espinosa y Shainer Reginfo ganaron plata con 39.68 s, solo superados por la cuarteta del gigante sudamericano (38.68). La sorpresa en esa final fue la descalificación de Estados Unidos, uno de los candidatos a podio.
Estremecedora fue la carrera de los 1 500 metros femeninos. Sí, la alegría se extendió también a la prueba estrella del medio fondo. Allí la cubana Daily Cooper vino desde la cuarta posición. Sobre la última recta se coló hasta el segundo puesto y, a muy pocas centésimas del oro, rebasó la meta con tiempo de 4:11.86 minutos, por detrás de la venezolana Joselyn Brea (4:11.80).
Una plata igual de llamativa se la agenció la multilaureada Yunisleidy García, quien volvió a sorprender, esta vez en los 200 metros, distancia que completó en 23.33 s, solo por debajo de la estrella dominicana Marileidys Paulino (22.74).
Plata y bronce se llevó el salto de longitud masculino, en los nombres de Alejandro Parada (monarca centroamericano de San Salvador) y Maikel Vidal. Ambos aterrizaron en el cajón de arena a los 8.01 m, pero Parada tuvo mejor secuencia que su compañero, en una modalidad que lleva varios años con buenos resultados internacionales y una cantera que parece inagotable a pesar de varias bajas por salida del país, sumadas a la ausencia de nuestra máxima figura actual, Maikel Massó, lesionado en San Salvador.
La presea plateada de Greisys Roble fue igual de conmovedora. Hizo una carrera muy rápida en los 100 metros con vallas, cerró con tiempo de 13.09 s, y pudo ser mejor, pues su arrancada no fue buena y terminó pasando la meta por detrás de la costarricense Andrea Vargas (13.06).
No menos meritorios fueron los bronces de Aslin Quiala en el salto con pértiga, tras elevar su marca personal hasta los 4.40 m; y Yoao Illas, quien concretó la mejor carrera de su vida en un tiempo de 49.74 s en los 400 metros con vallas.
En definitiva el atletismo cubano sorprendió con 18 metales en la cita multideportiva continental. Vale la pena repetirlo: siete oros, seis platas y cinco bronces. Se ubicó en el tercer puesto por naciones, solo detrás de Estados Unidos y Brasil, por lo que sobrecumplió con creces lo previsto.
Hay que agregar el momento del año, pues es el cierre de una temporada cargada de eventos para varios de los protagonistas. Ese dato incluye también a los contrarios. Ello influyó en el escenario competitivo, ya que un sin número de buenos exponentes del continente se reservaron de cara a otras lides. Por ende, se hizo un pronóstico muy conservador. Pero sin dudas nos alegra a todos que haya fallado.
Felicidades entonces para nuestro deporte rey, colmado de historia, éxitos y figuras de talla mundial, como María Caridad Colón, Alberto Juantonera, Javier Sotomayor y Ana Fidelia Quirot, entre muchos otros.
Ahora asoma nuevamente la luz. Parece que pretende despuntar con una generación joven, talentosa y bien entrenada, que crece a pesar de las carencias actuales, las cuales abarcan también la esfera deportiva. ¡Enhorabuena campeones!