Hace unos días Milene Perera Valdés recibió en su móvil un mensaje enviado a las 3 y 30 minutos de la madrugada que le trajo algo de sosiego: le confirmaban la llegada a Cuba de recursos destinados al sistema sanitario nacional. Desde su puesto de vicepresidenta de desarrollo de la Sociedad Mercantil MEDICuba S.A., perteneciente al Grupo Empresarial de Aseguramiento a la Salud, del Ministerio de Salud Pública, ella, junto a su equipo de trabajo, tiene que bregar a diario con los obstáculos impuestos por el cerco de Estados Unidos a la Isla hace seis décadas.

“No hay nada más cruel que el bloqueo”, dice rotunda. Explica a BOHEMIA que la misión de MEDICuba S.A. es garantizar todos los suministros externos que requieren el sistema nacional de salud y sus servicios en el exterior. Para esto, afirma, la empresa cuenta con profesionales capaces y comprometidos que garantizan la contratación y ejecución de los recursos, aun cuando las restricciones del gobierno estadounidense a la Mayor de las Antillas impiden un comercio racional y bilateral.

“Hay muchos recursos que pudiéramos obtener de manera oportuna y expedita desde mercados cercanos, sin embargo tenemos que acudir a otros más lejanos, lo cual encarece los costos de fletes y los precios de los productos. En la actualidad la media de los fletes marítimos desde Asia ha tenido un aumento de casi 200% –comparado con los años 2018 y 2019– y respecto a los aéreos, antes las cargas se cobraban entre 5 y 10 dólares por kilogramo y ahora sobrepasan los 20 dólares por kilogramo”.

Relata Perera Valdés que unos dos años atrás llegaron a tener en la cartera de proveedores cerca de 7 compañías estadounidenses (de medicamentos y equipos médicos) y luego de solicitarles actualización y realizar nuevas salidas al mercado, solo una contestó “lo que denota que les resulta difícil en los momentos actuales realizar operaciones con Cuba”.

Muchos son los ejemplos que evidencian la verdadera naturaleza del bloqueo, como la negativa de vender a la mayor de las Antillas ventiladores pulmonares en circunstancias tan difíciles como las ocasionadas por la pandemia de covid-19. “Esos fueron los momentos más complejos vividos en estos dos años”, evoca Milene.

Los ventiladores pulmonares, detalla, fueron contratados a unos proveedores de la cartera a finales de 2019 y la ejecución iba a ser en 2020. “Me refiero a IMT MEDICAL AG de Suiza, y ACUTRONIC, pero tales fábricas fueron compradas por la compañía estadounidense Vyaire Medical Inc., la que nos envió un mensaje donde decía: ‘la única forma de que podamos reanudar el trabajo conjunto es por medio de una licencia que emite la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y que todavía no tenemos’.

“Y es que el impacto del bloqueo es tan grande que aunque algunas empresas quisieran un intercambio comercial, tendrían que solicitar dicha licencia, proceso muy demorado y engorroso”.

Finalmente, hubo proveedores que facilitaron la adquisición de dichos equipos de ventilación mecánica por parte de Cuba (algunos se trajeron de China, por ejemplo), y otros fueron donados.

Otros hechos ilustran también la inhumana política. Entre estos, Milene Perera comenta la notificación enviada a MEDICuba S.A. por un suministrador al que le habían contratado el medicamento Levodopa Carvidopa, utilizado para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. El aviso daba cuenta de que el fármaco no había podido ser embarcado porque la línea aérea Emirates tenía prohibido subir a bordo mercancías cuyo destino fuera Cuba. “Esto demoró considerablemente la entrega del recurso al país, pues el proveedor tuvo que enviar la carga a otro país y buscar otra aerolínea”.

Al lado de Cuba

Medicamentos, jeringuillas, reactivos para las pruebas de PCR, material gastable, instrumental quirúrgico y tecnologías médicas son algunos de los renglones priorizados por el Ministerio de Salud Pública que son importados por MEDICuba S.A., en correspondencia con las disponibilidades financieras del país, precisa la vicepresidenta de desarrollo.

En estos casi dos años de lucha contra la covid-19, reconoce, “tenemos que agradecer la posición de algunos proveedores que se han mantenido al lado de Cuba y han enviado los recursos. Incluso en las peores circunstancias siempre hubo un destello, siempre hubo una persona que dijo: ‘cuenten con eso’”.

Hoy la cartera de esa empresa tiene 419 proveedores y en este tiempo de pandemia otros manifestaron su disposición de ingresar en esa lista, la que se ha incrementado discretamente, asegura la vicepresidenta de desarrollo.

En permanente desafío al cerco estadounidense los profesionales de MEDICuba S.A. continúan en la ejecución de contratos para el enfrentamiento a la covid-19. La pandemia no ha terminado, subraya Perera Valdés, y resalta el trabajo conjunto con el Ministerio de Comercio Exterior y la Cámara de Comercio de la República de Cuba que ha permitido poner la inteligencia colectiva en función de hallar nuevas estrategias. “Cuando se trata de un medicamento o de un equipo que va para un hospital, no hay otra alternativa que buscar el recurso donde sea y traerlo”.