A cada tiempo su arte; a cada arte su libertad

¿Cuánto condiciona la estetización del mundo a la música y su visibilidad? En lo adelante, seguiremos el rastro histórico de la estética musical desde una perspectiva de su visualidad y su contexto socio-cultural, desde la década de los años 20 hasta la década del 50.


La estética es la rama de la filosofía que se dedica a estudiar el arte y su relación con la belleza, tanto en su esencia (qué es), como en su percepción (dónde se encuentra). Esto último incluye otro tipo de aspectos como la experiencia estética o el juicio estético. Cuando valoramos una obra de arte como bella o sublime, por ejemplo, hacemos uso de nuestra capacidad para emitir un juicio estético.

Aun cuando en la filosofía contemporánea no se piensa la estética como una “ciencia de lo bello”, su origen e historia están entrelazados con esta categoría, así como con lo sublime. En un paneo general podemos distinguir cuatro grandes períodos de la belleza: la clásica, la medieval, la moderna y la contemporánea. Esta clasificación debe entenderse como una idea de lo bello y lo valorado visualmente, sobre todo en el arte, a lo largo de las distintas épocas de la humanidad.

La estética clásica. La idea de belleza de la Antigua Grecia y de los romanos es el fundamento de las nociones futuras de lo bello en Occidente. Para ellos, lo bello, lo bueno y lo verdadero eran una sola cosa, y su naturaleza tenía que ver con la mesura, la armonía, la justicia y la adecuación al ideal de una época.

La estética medieval. El Medioevo fue una época mayoritariamente religiosa en Occidente, en la que el pensamiento cristiano imperó por encima de los demás. Así, el concepto de belleza tenía que ver con la fe en Dios, el sacrificio, la pasión y la pureza, o sea, con la moral más que con lo aparente.

La estética moderna. El Renacimiento rompió con la tradición cristiana y reivindicó lo clásico en el marco de las ideas del humanismo y la Ilustración, para quienes pensaban a la razón como un concepto central. Las ideas de belleza de la época se atribuían a lo planificado, lo estructurado, lo simétrico y lo armónico. Se pensaba la belleza a partir de la perfección y el orden, sin dar espacio a la extravagancia o la desproporción.

La estética contemporánea. En los tiempos recientes muchas de las ideas tradicionales sobre lo bello se han visto cuestionadas en consonancia con otras formas de pensar la realidad y la cultura. Lo bello fue sometido a un proceso de dispersión que permitió el surgimiento del arte abstracto, lo bello conceptual y la belleza del sentido de las cosas, más que del cumplimiento de un canon que distinguiera entre lo estético y lo mundano.

El mundo contemporáneo es ya el escenario de la discusión estética por excelencia. ¿Cuánto condiciona la estetización del mundo a la música  y su visibilidad? En lo adelante, intentaremos seguir el rastro histórico de la estética musical desde una perspectiva de su visualidad y su contexto socio-cultural. Analizaremos esta manifestación del arte desde un presupuesto eurocentrista de estetización entendido como “el rápido fluir de signos e imágenes que impregnan el tejido de la vida cotidiana” (M. Featherstone), cuyas bases económicas develan el carácter mercantil universal de la economía capitalista, sobre todo en la música que constituye en esencia un fenómeno estrictamente industrializado; y el amplio desarrollo de las tecnologías y los medios de comunicación. Aunque, estos dos no sean los únicos supuestos estéticos que se transversalizan en el devenir histórico de la música.

El momento crucial donde se fusionaron la música y la estética ꟷmás allá de lo habitualꟷ es cuando las masas dejaron de oír un sonido por la radio para apropiarse de una imagen: la televisión, inventada por John Logie Baird en 1923 en Inglaterra. La primera imagen de televisión fue emitida por Baird en 1926, pero no fue hasta 1957 que aparecieron programas exclusivamente musicales, que se encargaron de la puesta en escena de la actuación del cantante. La combinación de audio, imagen y actitud se ejemplifica fehacientemente en “Jailhouse Rock”, el single número uno de Elvis Presley en 1957 significó para el espectador un hito inusual de experiencia estética.

Anteriormente, varias tribus urbanas, con su ropa, maquillaje, peinado, etc. marcaban una actitud, además con la escucha de una música especifica. Una vez terminada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), al retornar los hombres a sus casas advirtieron que sus esposas habían experimentado una vida de actividades: visitaban mucho más los cines, conducían carros, fumaban, y bailaban swing. Para ello fue necesario abandonar el corsé que les oprimía la cintura, y sustituirlo por faldas y pelos cortos y zapatos prácticos para el baile. En este caso la estética no solo estuvo vinculada a la música y al baile sino a un cambio de filosofía de vida, ya que en la estética, además de los atributos externos, opera el contexto cultural y filosófico que los une en un momento determinado.

En los 50 nacía la generación beat [1] fanáticos del jazz y el bebop. Vestían ropa oscura funcional y tradicional y estaban enfocados en la libertad del individuo. Esto fue importantísimo para la escena folk de más tarde, así como para los mods y los hippies. En los 50 también aparecían los Teddy Boys&Girls, una de las primeras subculturas que nació de la juventud rebelde de la Inglaterra de posguerra, que revolucionó al mundo de la moda junto a un sonido eminentemente juvenil: el rock and roll.

El estilo de los Teddy Boys prevalecía entre los jóvenes de la clase trabajadora y se encontraba en las llamadas “franjas criminales”, donde la ropa representaba una marca de identificación para los grupos. Redefinían al clásico traje masculino para remplazar la elegancia e imagen refinada, con una postura desafiante y autoritaria. Lo más importante en este estilo era enfatizar la masculinidad, así que agregaron chaquetas y abrigos de mangas anchas a sus guardarropas, usaban pantalones ajustados con costuras, eligieron zapatos Brothels Creepers[2] con la suela de goma más ancha y finalizaban su outfit con accesorios de cuero. Las mujeres se vistieron así también. Con su filosofía, asentaron las bases de los rockeros y más tarde de los punkeros.


[1] Se refiere a un grupo de escritores estadounidenses de la década de los cincuenta, así como al fenómeno cultural sobre el cual escribieron. Algunos elementos definitorios son el rechazo a los valores estadounidenses clásicos, el uso de drogas, una gran libertad sexual y el estudio de la filosofía oriental. Esta nueva forma de ver las cosas dejó su principal influencia y legado en la posterior contracultura o movimiento hippie.

[2] Los zapatos Creepers tienen su origen en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial: los soldados de las bases norteafricanas llevaban botas de lona con suelas duras de goma para aguantar tanto el calor como las condiciones del suelo desértico.

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Diseño de portada: Félix M. Azcuy

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