Foto./ Heydy Montes de Oca.
Foto./ Heydy Montes de Oca.

Aciertos y deudas de la escena latinoamericana a debate

El debate sobre los avatares y contexto actual de la escena teatral latinoamericana fue el eje de discusión en la sala Manuel Galich de la Casa de las Américas

Fotos./ Heydy Montes de Oca.


De los aciertos, deudas, buenas y malas prácticas de la escena latinoamericana en este cuarto de siglo, debatieron recientemente en la sala Manuel Galich, de la Casa de las Américas, los reconocidos artistas e intelectuales Carlos Arroyo, Carlos Satizábal y Fernando Hechavarría, quienes fungieron como jurados del género teatro en la reciente edición del Premio Literario de la institución.

El panel centró debates en torno a sus experiencias como investigadores, directores teatrales, gestores de procesos culturales, docentes o actores en los países de donde provienen: Venezuela, Colombia y Cuba.

Carlos Arroyo, director del Festival Internacional de Teatro Progresista de Venezuela, reflexionó sobre el papel geopolítico que a su país le ha correspondido desempeñar y cómo ha influido en el ámbito teatral actual, heredero de una época convulsa, marcada por rupturas y contradicciones entre grupos que existieron.

Recordó como el teatro venezolano fue transitando de tal modo que en un momento determinado, hacia los años 80, los grupos empezaron a desaparecer; y durante la década siguiente la composición fue distinta, más individual.

“Fue tan perverso y manipulado el manejo de la derecha en el pensamiento político teatral que terminó aburguesando a colectivos que fueron en su momento una referencia de trinchera”, comentó.

“Y estos cada vez más fueron alejándose de una realidad política muy convulsa, fuerte y cambiante, resultado del impacto de la Revolución Bolivariana lidereada por el comandante Hugo Chávez y que produjo cambios sociales en todos los ámbitos del país”, aseveró el también Maestro Honorario de la Universidad venezolana de las Artes.

“En la primera década de los 2000 la práctica se mantuvo bajo los convenios de cooperación o subsidios para fomentar el trabajo mediante aportes económicos, lo cual no estuvo exento de tropiezos y vicisitudes”, explicó Arroyo.

“La creación del Festival Internacional de Teatro Progresista, con la aprobación de nuestro actual presidente, Nicolás Maduro, fue una alternativa para reafirmar cuál es el teatro de compromiso que el país requiere”, aseguró el experto, quien argumentó que “son continuos los intentos de hacer desaparecer e invisibilizar el teatro que estamos generando en Caracas y en gran parte de Venezuela”.

“Estamos necesitados de restablecer esos tejidos sociales entre el teatro y el espectador, que pasen por la reflexión, la solidaridad, y la comprensión y el interés que tengamos como creadores”, concluyó.

Por su parte, el dramaturgo, actor, poeta y profesor colombiano Carlos Satizábal se refirió a ese teatro hecho por mujeres que impacta con tanta fuerza a la escena latinoamericana, en la que son importantes las preguntas y acciones sobre cómo romper el modelo de las relaciones patriarcales de dominación.

“Esta es una tendencia actual muy interesante y necesaria que ha encontrado buen puerto en el Festival de Mujeres en Escena por la Paz, con emulaciones en regiones de Europa e incluso en Cuba, a través de un movimiento llamado Magdalenas”, dijo.

Asimismo, manifestó la urgencia de que el teatro plantee las preguntas sobre la memoria y el relato colombiano más allá de las super producciones de Netflix o las plataformas y sistemas de comunicación de las televisoras de esa nación, que muchas veces lo distorsionan y fragmentan.

El especialista, quien además dirige la Maestría en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional, destacó la conexión entre los artistas y las personas de las comunidades que han sido víctimas de agresiones y de los crímenes de estado, lo que se ha convertido en motivos para el desarrollo de performances y espectáculos notables como “Ópera Rap” y “Antígonas, tribunal de mujeres”.

Por su parte, el reconocido actor Fernando Hechavarría, de Teatro El Público, se concentró en los retos de la docencia teatral en Cuba, en un contexto donde lamentablemente existen deficiencias en la formación y preparación de los estudiantes al llegar a las escuelas de arte.

Subrayó que pese a esta situación, su labor y la de otros profesionales y colegas se enfoca en despertar las potencialidades de las nuevas generaciones de actores, en tiempos en los cuales los estudiantes se sienten más atraídos por los medios audiovisuales y las plataformas digitales.

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