Si bien el principal elemento no estaba disponible de manera natural, el hielo, los anfitriones se las ingeniaron para cubrir cada centímetro donde se competiría en los XXIV Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 (del 4 al 20 de febrero), con agua en estado sólido, de manera artificial.
¿La causa? El propio ser humano, pues el cambio climático provocó que casi el ciento por ciento de las superficies previstas, tanto techadas como a la intemperie, no estuvieran congeladas. De hecho, los científicos han augurado, a razón de lo acontecido, que de las 20 sedes anteriores, desde el inicio en 1924 hasta la fecha, solo 10 tendrían en 2050 los niveles de nevadas necesarios para organizarlos. Así que va siendo tiempo de reflexionar.
Pero las temperaturas también subieron en el plano geopolítico durante las competiciones, impulsadas por otra campaña desestabilizadora de los Estados Unidos hacia el gobierno de Xi Jinping. El castigo de Occidente se basó en argumentos poco infundados, sobre violación de los derechos humanos en la región autónoma de Xinjiang, de mayoría musulmana. Se ausentaron las delegaciones diplomáticas de los Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Japón y varios países europeos, en tanto sí tuvieron representantes de ese nivel otras naciones, como Rusia, con la figura incluso de su presidente, Vladimir Putin, fuerte aliado que tendió la mano.
Más infortunios
La patinadora rusa Kamila Valieva y su quiebre emocional estremeció a millones de personas en el mundo, quienes cuestionaron el drama vivido por la joven de solo 15 años. Ella fue sometida a una gran presión tras dar positiva a dopaje por demostrado contacto accidental con una sustancia prohibida en una cantidad además insignificante (2.1 nanogramos por mililitro en la sangre).
Una serie de errores en la pista de hielo como consecuencia de los inexcusables cuestionamientos, la dejaron sin opciones, notablemente afectada desde el punto de vista psicológico. Aunque el Tribunal de Arbitrajes le permitió seguir en la competición, su desempeño individual fue endeble, después de la extraordinaria puesta en escena previa durante el mixto por equipos, cuando con un impresionante salto cuádruple, impulsó a su país hacia la medalla de oro.
A pesar de estas noticias negativas, los Juegos fueron espectaculares –participaron alrededor de 3 000 atletas en 15 disciplinas y 109 pruebas– y también vistosos para quienes son menos asiduos a los deportes, aunque no hubo público presente por la covid-19 y se estableció el modo “burbuja” para los atletas.
De igual modo, Beijing 2022 cerró por todo lo alto, con una singular ceremonia protagonizada por niños, mezcla de música y tradiciones, con un mensaje: “Un mundo, una familia”. Al mismo tiempo, se inició la cuenta regresiva hacia la próxima reunión en la nieve, que acontecerá en las urbes italianas de Milán y Cortina D´Ampezzo, en 2026.
La despedida tuvo lugar en el estadio Nido de Pájaro, de singular arquitectura y recordado de la cita estival en 2008, cuando esa misma urbe organizara el magno evento. Por cierto, Beijing se convirtió en la primera ciudad que alberga unos Juegos Olímpicos de Invierno y de Verano.
El medallero lo encabezaron, por este orden, Noruega (16 oros-8 platas-13 bronces); Alemania (12-10-5); China (9-4-2); Estados Unidos (8-10-7) y Suecia (8-5-5).
