Fútbol: El trofeo soñado

1-Los Leones de la Teranga en lo más alto del podio. (Foto: Tomada de Facebook
Los Leones de la Teranga en lo más alto del podio. (Foto: Tomada de Facebook

Por GIOVANNI MARTÍNEZ

Gambetear la pobreza, salir de su pueblito natal, Bambali, y reventar las porterías en Europa pudiera parecer suficiente para un futbolista como Sadio Mané, el máximo referente en ataque de Senegal.

Pero acariciar la gloria con la camiseta de su selección nacional tiene un sabor diferente. El extremo de 29 años lo dijo antes de jugar la final de la Copa Africana de Naciones Camerún 2021 (del 9 de enero al 6 de febrero de 2022): “Cambiaría la Champions que gané con el Liverpool por levantar esta Copa”.

Aunque es justo aclarar que Mané no tuvo el rendimiento esperado, sí consiguió el objetivo y condujo a su equipo hasta alzar el anhelado trofeo. Mientras del bando contrario, su compañero en el Liverpool F.C., Mohamed Salah, delantero del equipo egipcio en esta Copa África, debió conformarse con la derrota junto a Egipto, el país más ganador de estos eventos con siete.

La noticia dio la vuelta al mundo. Por primera vez en la historia

Senegal era campeón de África. En esa nación la fiesta se extendió por varios días. Eso sí, antes transitó por una fase de grupos bastante improductiva –solo un gol en tres desafíos– aunque vale resaltar que no recibieron en contra.

El plantel dirigido desde 2015 por Aliou Cissé, quien contó, entre otros, con los servicios del central del Napoli, Kalidou Koulibaly (capitán) y el arquero del Chelsea, Édouard Mendy, venció a Zimbabue (1-0) y empató sin goles ante Guinea y Malawi en la primera etapa. Luego en octavos de final derrotó a Cabo Verde (2-0) y en cuartos dispuso de Guinea (3-1).

En semifinales fue mejor que un sorprendente Burkina Faso (3-1) y en la gran final el marcador no se movió tras 120 minutos, a pesar de varias oportunidades. La más clara, un penalty errado por el propio Mané en los comienzos (minuto 7).

Los cobros desde los 11 metros casi convierten en figura a quien definitivamente fue el mejor de los faraones durante todo el certamen. Nos referimos al guardameta Gabasky, mas su atajada ante el disparo de Bouna Sarr (Bayern Munich) resultó insuficiente, pues dos fallos de los suyos sentenciaron el choque.

Primero Mohamed Abdelmonem estrelló la esférica contra su poste izquierdo y luego Mohanad Lasheen lo pateó sin fuerza ni

colocación, e hizo sencilla la labor de Mendy. Por último llegó el momento cumbre de Mané, quien cargó con la responsabilidad del quinto cobro y marcó el gol que desató la locura en toda la nación de la costa occidental africana para cerrar la pizarra (4-2).

Merecido triunfo. Especialmente para Sadio Mané, un jugador que elige donar su dinero para construir hospitales antes de comprarse autos.

Por cierto, perdió a su padre cuando tenía siete años y recibió la noticia mientras jugaba al fútbol en la calle. Su progenitor no pudo ser trasladado a tiempo hasta un lejano centro médico. La respuesta del Mané profesional: inaugurar un hospital allí donde nació y mandó a construir una escuela. Él nunca pudo acudir a ninguna.

“¿Para qué quiero 10 Ferraris, 20 relojes de diamantes o dos aviones? ¿Qué harán esas cosas por mí y por el mundo? No necesito coches y casas de lujo, grandes viajes ni mucho menos aviones. Prefiero que los míos reciban un poco de lo que la vida me ha dado”, ha expuesto el ágil extremo en diversas ocasiones.

Felicidades a Senegal y sobre todo, a su mejor jugador, con y sin balón.

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