Pormenores del torneo de béisbol de invierno que arrancará el próximo martes

Al menos hasta donde es “posible”, y comprendemos que la palabra entrecomillada es tan extensa como un cuadrangular por el jardín central, la II Liga Élite del Béisbol Cubano intentará apuntalar a nuestra pelota. Un torneo doméstico selectivo necesario, según el criterio de la mayoría de entrenadores y especialistas.

Mutó bastante después de su primera versión la temporada pasada, que solo llenó los estadios en la final que disputaron Portuarios y Agricultores, ganada por este último. Las modificaciones van, como se conoce, desde los nombres de los equipos, que afortunadamente se mantienen como en las series nacionales, hasta la estructura del calendario y los horarios de la mayoría de los juegos.

Según se confirmó en una conferencia de prensa que tuvo lugar este jueves en el Salón Adolfo Luque del Estadio Latinoamericano, excepto en el caso de Artemisa, que no cuenta con alumbrado artificial y siempre iniciará las acciones a la 1:30 p.m., las otras cinco sedes jugarán desde las 6:30 p.m. de lunes a sábado y los domingos también se hará a la 1:30 p.m.

Esto garantiza que se pueda entrenar por las mañanas, un tema recurrente en nuestras páginas, pues lo hemos visto de cerca en coberturas de BOHEMIA, incluso en instancias importantes como finales, donde el tiempo no alcanza cuando se juega en el horario vespertino.

Juan Reinaldo Pérez Pardo, presidente de la Federación Cubana de este deporte, dijo que, en efecto, el próximo martes 7 de noviembre, fecha prevista desde meses atrás, se dará el grito de ¡play ball! al unísono en tres estadios. El Julio Antonio Mella, casa del campeón de la Serie Nacional 62, Las Tunas, recibirá al subtitular Industriales. Asimismo, Santiago acogerá a Matanzas y Sancti Spíritus a Artemisa.

Se jugarán dos subseries de cuatro desafíos contra cada rival (ida y vuelta) hasta completar los 40 choques de la etapa inicial. Los cuatro mejor ubicados pasarán a los play off para definir a los finalistas tras duelos cruzados de siete a ganar cuatro: primero contra cuarto y segundo ante tercero.

Penosamente, de los 72 refuerzos pedidos (12 por cada uno de los seis directores técnicos), a través de un programa radiotelevisivo varias semanas antes, un total de 20 causaron baja por motivos varios (lesiones, problemas personales, salida del país), así que sus puestos fueron ocupados por otros. De cualquier modo, se pretende mantener el premio al mejor jugador de la semana: un lanzador y un jugador de posición cada ocho partidos (dos subseries), una iniciativa que sin dudas motiva a los protagonistas.

La pelota será la Teammate 190, mejor versión de la marca. Para que se tenga una idea, una sola Mizuno cuesta 12.30 USD, cerca del doble del precio de su similar italiana, por lo que se pretende continuar la alianza con la misma empresa; no obstante, recordemos que falló con el envío de un lote defectuoso durante la postemporada de la Serie Nacional 62.

Además, explicó Pérez Pardo que la marca patrocina a los equipos Cuba de softbol y béisbol, garantizando los aditamentos. Una tranquilidad a destacar es el hecho de que  10 400 pelotas duermen en los almacenes del país y los demás implementos están igualmente asegurados, incluidos los uniformes de home club y visitador. Noticia esperanzadora después de aquel otro antecedente negativo: la tardanza en la llegada que impidió iniciar en la fecha prevista la primera edición de esta lid.

Como siempre se pensó en un reconocimiento para el campeón. Debe asistir a la Copa Antillana de Puerto Rico, un nuevo evento previsto en el mes de febrero de 2024, idea que nace en homenaje y recordatorio a la historia de los procesos independentistas de las Antillas colonizadas por los españoles, así que se involucrarán República Dominicana y Cuba, además del anfitrión.

Es cierto que muchas veces las segundas partes nunca son buenas, pero la anterior idea se ha puesto de manifiesto mayormente en materia cinéfila. En los terrenos cubanos de béisbol, que se parecen a veces a un filme pero se acercan más al reflejo de la mera realidad, al menos el propósito es mejorar desde su nueva versión de la Liga Elite, un torneo invernal imprescindible que parece llegó para quedarse; prueba de ello es la insistencia en su desarrollo a pesar de la situación económica que impera en el país.

Es un regalo a los aficionados y, además, un espacio destinado a la superación de los mejores exponentes que tenemos en el patio, urgidos de desarrollo, sobre todo teniendo en cuenta el flujo migratorio y los fracasos de los últimos años allende nuestras fronteras, como el reciente sexto lugar en los Juegos Panamericanos Santiago 2023.